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The Sandor Ferenczi Fellowship.

Le Coq-Héron.

Esplorando Ferenczi E Dintorni con Luis Martín Cabré.

  • Correspondencia Ferenczi-Freud.

    • De Ferenczi a Freud. Epistolario Nº 10.

      DE S. FERENCZI A S. FREUD.

      En la Historia del Movimiento Psicoanalítico Freud dice: “…Hasta el momento, Hungría ha brindado al psicoanálisis un solo colaborador: Sandor Ferenczi, pero él solo vale por toda una asociación”.

      Laplanche y Pontalis señalan que a partir de su escrito “Introyección y Transferencia” (1909) en “Primeras Contribuciones al Psicoanálisis” se introduce el término “introyección”. Noción que Ferenczi describe de la siguiente manera: “… el neurótico busca la solución, haciendo entrar en su yo la mayor parte posible del mundo exterior y convirtiéndola en objeto de fantasmas inconscientes…” Asimismo, Laplanche y Pontalis refiriéndose al concepto de transferencia, señalan que Ferenczi “... habría mostrado cómo en análisis, pero también en las técnicas de sugestión y de hipnosis, el paciente hacía inconscientemente desempeñar al médico el papel de las figuras parentales amadas o temidas”. En 1920 expone en el Congreso de la Haya, su descripción sobre la “técnica activa”, iniciando así, en el campo de la teoría de la técnica, la discusión centrada básicamente en los aspectos relativos a abstinencia versus actividad del analista y a reconstrucción versus volver a vivenciar. Controversia ésta, que habiendo dado lugar a connotados desarrollos técnicos ulteriores, sigue interesando vivamente a los psicoanalistas. Amigo muy cercano de Freud, lo acompañó a Estados Unidos y también en varios viajes de placer a Florencia, Roma y Sicilia. Fue además presidente de la Asociación Psicoanalítica Internacional entre 1918 y 1920.

      La carta, escrita desde el frente (Primera Guerra Mundial) en Pápa, lugar situado al N. O. de Hungría y al S. del Danubio, nos comunica la cotidianeidad del soldado que no consigue, sin embargo, aminorar su acendrado compromiso analítico. Resulta interesante consignar que su texto hace explícito que el manuscrito Aflicción y Melancolía de Freud fue enviado primeramente a Ferenczi, quien debería a su vez remitirlo a Abraham. Etcheberry en sus comentarios al mismo escrito (en las Obras Completas de S. Freud editadas por Amorrortu) no señala a Ferenczi como destinatario.

      Nuestra publicación ha sido seleccionada y traducida de “Ten Letters to Freud” de Sandor Ferenczi, publicadas en el Int. J. of Psychoanal, 1949, Vol. 30, p. 243-250. Expresamente se ha respetado la recomendación de los traductores ingleses de conservar el idioma alemán para los encabezamientos y saludos.

      NOTA DEL EDITOR.

      Lieber Herr Professor,

      Desde que siguiendo su consejo ha dejado enteramente “a un lado” mi autoanálisis no podría decirle porqué ha pasado tanto tiempo desde que le escribí. No omitiré mencionarle un hecho curioso sin embargo, el cuál es que han pasado tantos días sin escribirle a la Sra. G. como a Ud. ¡Interesante inhibición! N. B. Durante mas o menos el mismo período de tiempo mi trabajo ha sido estéril y me he sentido incapaz de hacer nada.

      No se si Ud. consideraría suficiente para este estado de cosas la siguiente explicación (es decir, por su agudización reciente) Estoy ahora aprendiendo a montar a caballo; como ya se lo he dicho, lo estoy haciendo seriamente. Monto en las mañanas durante una hora y algunas veces aún durante tres o cuatro horas con las tropas. Esta nueva forma de placer corporal, que implica también temor y dolor, parece atraer desde otros intereses, intelectuales y emocionales, grandes cantidades de libido. Todo esto me recuerda que cuando niño era marcadamente “movedizo” y en especial, incansable para “jugar a los caballos”. Más tarde me interesé por bailar en lugar de jugar a los “caballos” y desarrollé algunas inhibiciones para bailar en las fiestas. Teóricamente y como espectador soy hasta ahora amante del baile. Incluso, invento nuevos pasos imaginariamente. Parece que una gran cantidad de este placer motor, no encontró vías de sublimación y fue reprimido. Pienso que algunos de los síntomas “neurasténicos” que he desarrollado se explican como expresiones neuróticas de estos impulsos que se han frustrado, muy particularmente desde que me he interesado en el psicoanálisis. (Esta puede ser una clave para una comprensión de las dolencias intestinales, etc., que acompañan a la vida sedentaria).

      Ahora que puedo -debo, de hecho- forzar mis músculos cuanto desee a caballo, por primera vez tengo una idea del costo al cual tales embestidas instintivas han sido sobrellevadas y reprimidas. No pudo haber sido nada fácil superar ese activo demonio brutalmente marcado a fuego que ha estado en mí (que se ha hecho visible ahora) y enterrarlo tan profundamente, aún para mi mismo, que puedo verme como un hombre pacífico amante de la ciencia.

      La posibilidad de un compromiso efectivo entre el placer de montar y la ciencia no es sólo concebible, sin embargo; es sin duda, un hecho establecido. Desde ahora en adelante haré una sesión analítica a caballo; estoy analizando a mi Comandante, quien se ha neurotizado después de haber sido herido en la cabeza en Galicia, de modo que ahora sufre de conflictos libidinales. ¡El primer análisis ecuestre en la historia del mundo! Tales son los subproductos obtenidos por la guerra. El análisis va muy bien por ahora; la transferencia se estableció antes de que el tratamiento empezara.

      Su concepto sobre la melancolía me parece muy bueno a mi. Según su hipótesis la melancolía sería una formación intermedia entre la neurosis de transferencia y la neurosis narcisística propiamente tal: el dolor relacionado a la pérdida de objeto amado se transforma en dolor relacionado al self narcisístico.

      El punto de fijación probablemente descansa, no obstante, en la etapa de transición desde el narcisismo al amor objetal. Lo que en particular confirma esto, es que el desorden se relaciona esencialmente a los mecanismos de proyección e introyección (los límites entre el yo y no-yo). La melancolía de acuerdo a este mecanismo es la verdadera psicosis introyectiva; en la histeria, etc., sólo ocurre un desplazamiento desde un objeto a otro, y la paranoia efectúa una proyección del yo en el mundo externo. Si Ud., está de acuerdo, me quedaré unos días más con su manuscrito de la melancolía y luego se lo enviaré a Abraham. El editor me escribió que se necesitará una segunda edición de las Cinco Conferencias. El las publicará al mismo tiempo que las Tres Contribuciones.

      He recibido una postal desde el Servicio Activo de su Ernst; se ha hecho amigo de uno de mis antiguos alumnos.

      Herzliche Grusse von Ihrem berittenen Freunde,

      Ferenczi.

    • De Freud a Ferenczi. Carta 67. 4 de Julio de 1909.

      Carta 67

      Viena, 4 de Julio de 1909

      IX,. Berggasse 19

      Querido Colega,

      Todavía no estamos tan bien como usted presume, no partiremos a Munich sino hasta el 14 de este mes. En ese momento nuestra dirección será:

      Ammerwald, Post Reutte (no el Hotel Tyrol).

      No me atrevo a contar con su visita esta vez, por lo que asume que este viaje a América consumirá la mayor parte de estas vacaciones. Todavía no podemos decidir donde nos encontraremos, si en el camino o hasta que lleguemos a Bremen. Aparte de esto, existe una remota posibilidad de que el Domingo lo pueda estar esperando en Budapest entre dos trenes, entre la 1:30-3:20. ¿No podemos almorzar juntos en ese momento? Le telegrafiaré en caso de que el viaje se realice. Asumo que está realmente solo en este tiempo del verano.

      En cuanto al vestuario, aparte de los temas como viajar con él, llevaré un abrigo y una chaqueta de vestir. O tal vez pueda prescindir de la primera. No olvide llevar un buen abrigo sobre el viaje del océano. Uno puede comprar un sombrero allá debido que es muy difícil transportarlos y podríamos tirarlos al océano antes de volver del viaje.

      Completé el caso del hombre de las ratas1 y estoy preparándome para enviarlo a Jung, sin embargo he llegado al final de mi capacidad de trabajo por ahora. En el verano solamente América. Acepto feliz sus deseos para mis vacaciones. Desafortunadamente, no puedo hacer nada acerca del clima. Este verano promete no ser tan bueno. Mi hija2 ha escapado del rigor de la Pustertal for Klobenstein auf dem Ritten or Bolzano, cuya inclinación nuestra también será para el próximo año.

      Espero que tengamos tiempo en el G. Wahington para todas nuestras conversaciones científicas, si es que el mar no nos molesta. Espero con ansia que todo esto ocurra pronto.

      Su cordialmente obediente

      Freud.

    • De Ferenczi a Freud Carta 68. Julio 22, de 1909.

      Carta 68

      Budapest, Julio 22, de 1909

      VII., Erzsébet-körút 54

      Querido Profesor,

      Espero que ningún obstáculo se haya interpuesto en sus planes de vacaciones, y que los colosales esfuerzos de un año psicoanalítico (acerca del cual solamente tengo ahora una vaga idea) que usted haya sido capaz de lograr algún descanso en la mitad de sus amados bosques y en el centro de su ¡querido grupo de hijos! Por favor permítase sumergirse en el trabajo. [Este fue un desliz de mi lápiz, pretendí escribir que no se zambulla, e inmediatamente agregué " a pesar de que este requerimiento luche contra el deseo interno de tener más y más de usted"]1

      No estoy tan solo como usted supone. Una favorable coincidencia ha hecho posible para mí estar en una agradable compañía durante estos meses de verano también.2 -Sin embargo, me parece muy atractivo cuando me habla de la posibilidad de pasar unos días con usted en las Montañas Tyrolesas.- ¡Desafortunadamente, por el momento no me es posible.!

      Tengo seis semanas de vacaciones (desde el 16 de Agosto al 1º de Octubre). ¿Puede usted decirme algo acerca de nuestro viaje de retorno (la fecha de arribo a Europa, y el puerto y a qué ciudad vamos a arribar)? Ya que si no podemos estar de vuelta el 1º de Octubre, entonces quizás permanezca algún tiempo más acá y viaje directamente a Bremen. De otra manera tengo cuatro o cinco días antes de nuestro viaje, los cuales pienso pasar en Berlín o en Hamburgo. No es claro de que entonces no arranque un rato a estar con usted en el Tyrol.

      Lamento mucho de que su viaje planeado a Budapest no haza sido posible. Realmente esperaba mucho que pudiese ser así.-

      Solamente una pocas preguntas más. Quiero llevar alrededor de 5,000 coronas, 2.000 en mi billetera, 3.000 enviadas en una carta de crédito. Yo calculo 1.200 marcos que corresponden a 1.500 coronas para el viaje, 60 coronas por día para los siguientes 30 días 1.800 coronas; eso hace un total de 3.300 coronas.- el restante es para algunos gastos imprevistos. ¿Cree usted que esto es suficiente?

      ¡No hablaré de los preparativos por mi parte! Una hora de conversación en Inglés por día es todo lo que me recuerda a América.-¿Tiene usted planes de permanecer en América, y si es así, cuáles lugares podremos visitar?.

      Excúseme por favor por tantas preguntas.

      Los mejores saludos a usted y a su familia.

      Su obediente

      Ferenczi.

    • De Freud a Ferenczi Carta 69. Julio 25, de 1909.

      Carta 69

      Ammerwald, Julio 25, de 1909

      Querido Doctor,

      Es con mucho agrado que intento contestar sus preguntas, que se relacionan con nuestro planeada aventura que puede por tanto solamente llevarnos a expectativas placenteras.

      No sé todavía nada acerca de nuestro viaje de retorno. Brill me ha advertido en contra de no hacer reservaciones ahora, debido a que uno puede también conseguirla fácilmente en algún momento. [Los tickes para el G. Washington están en mi billetera; he pagado por la mitad de ambos, de modo que usted sólo tiene que pagar el resto en Bremen.]1 Me imagino, sin embargo, que volveremos a casa alrededor del 20 de septiembre, de modo que me quedaran algunos días libres para Berlín y Hamburgo, donde, por una parte, algunos parientes me están esperando, y por la otra, es posible algunas reuniones con gente como Marcinowski2, y Abraham. Como usted quiero estar en casa el 1º de Octubre. Sin embargo no podemos saber de antemano como poder lograrlo. Si usted quiere usar los últimos días para visitarnos, usted tiene el consentimiento placentero de toda mi familia. Ellos inmediatamente me instruyeron le advirtiera que el 15 de Agosto es Domingo, de modo que usted podría alargar sus vacaciones partiendo la tarde del día 14. Entonces podríamos partir de acá el 19 temprano y llegar a Bremen el día 20 como estaba previsto. Realmente eso sería muy agradable.

      Mi viaje a Budapest habría coincidido con una consulta en Salonika, que había sido confirmada previamente pero que fue cancelada en el último minuto. No era un caso de neurosis sino que el caso de un niño con parálisis.

      Sus provisiones financieras me parecen adecuadas. He pensado en arreglármelas con los 3.000 marcos en la Universidad de Clark. Pero sin embargo ya que ellos no me serán entregados por adelantado, llevaré la misma suma conmigo y espero que nos podamos ayudar entre nosotros.

      Yo estoy haciendo menos preparaciones que usted, a pesar de que tendría más razones para hacerla. Realmente he usado por completo mi montante de esfuerzo por 1909, y debo descansar. Pospondré todas las preparaciones hasta el viaje. Usted y Jung deberían entonces decirme acerca de qué podríamos conversar. Tengo algunos libros acerca de América conmigo, pero no los estoy mirando. Ayer ordené algunos libros arqueológicos; existe en mí todavía un poco de interés en esas materias. Quiero sorprenderme. Mi única intención es ver el Niágara, el cual está tan lejos de Nueva York de Boston como Abbazia es desde Viena; de otra forma creo que sería mejor que nos dejáramos guiar por Brill y por cualquier otra influencia que pudiéramos encontrar en ese lugar.

      En expectativa de su correspondencia durante estas semanas de vacaciones, soy

      Suyo,

      Freud.

  • Correspondencia Ferenczi-Groddeck.

    • Ferenczi a Georg Groddeck. 17 de agosto de 1921.

       

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

      Garmisch-Partenkirchen

      Kurheim Wigger

      17 de agosto de 1921

      Mi estimado colega (1),

      Me encuentro descansando, en la casa de salud arriba indicada, y tengo que encontrarme hacia la mitad de septiembre con el Señor Profesor Freud en alguna parte de Alemania,. Así se me plantea la cuestión de dónde pasar las dos primeras semanas de septiembre (llegado el caso incluso desde el 27-28 de agosto). Así que se me ocurrió unir lo útil con lo agradable y preguntarle a usted si podía reservarnos (a mi mujer y a mí) una habitación que nos convenga. Si esto le fuese posible, querría igualmente que me comunicase los precios habituales de habitación y pensión.

      Ha sido decisiva para la elección de nuestro lugar de vacaciones la esperanza de poder estudiar más detenidamente, y con su permiso, su forma de aplicar el psicoanálisis a las enfermedades orgánicas, lo cual me interesa en sumo grado.

      Aprovecho esta ocasión para felicitarle sinceramente por su Seelensucher (2), del que haré la reseña en el próximo número de Imago (3).

      Por otro lado, me he enterado por el Profesor Freud de que podemos esperar próximamente algo inusual e interesante por su parte.

      Rogándole tenga a bien contestarme lo más rápidamente posible, le saludo suyo afectísimo.

      S. Ferenczi

      NOTAS:

      1.-La fórmula alemana es aún más ceremoniosa: 'Sehr geehrter Herr Kollege' , literalmente ‘Muy estimado señor colega'.

      2.- El buscador del alma, novela que Groddeck publicó en 1921 en la Internationaler Psychoanalytischer Verlag, el título completo es Der Seelensucher. Ein psychoanalytischer Roman . Su héroe es August Müller, transfigurado en Thomas Weltlein, el “asesino de chinches”, apodo derivado de una de sus aventuras; es una novela picaresca que en los medios psicoanlíticos se tachó de picante que por medio de breves sátiras de las diferentes clases sociales cuestiona la moral de la época y es agradablemente didáctica. Thomas Weltlein personifica al Ello, se comporta de forma incivilizada en las diferentes situaciones en que se ve inmerso, diciendo lo que piensa y siguiendo sus impulsos, y se ve cómo esta conducta influye en las personas que lo rodean. De esta forma Groddeck puede permitirse decir lo que piensa del mundo y de la sociedad en general sin temer le tachen de loco, ya que sus opiniones las expresa un loco, así se pone a salvo de la crítica sin renunciar a sacar sus ideas a la luz jugando con esa ambigüedad que existe en el loco, al que a la vez tenemos por un genio, como el niño que dice las verdades sin importarle las consecuencias que pueda acarrearle esto.

      3.-Georg Groddeck. El buscador del alma. Una novela psicoanalítica, en Ferenczi. S. Psicoanálisis III. Espasa-Calpe, Barcelona 1981. pp. 161-165.

      Correspondencia 1921-1933. Sandor Ferenczi; Georg Groddeck. Colección del sillón de orejas. Colección del Lunar. 2003 Introducción Traducción y edición: Angel Gagigas.

       

       

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

      Garmisch-Partenkirchen

      Kurheim Wigger

      17 de agosto de 1921

      Querido colega (1),

      Me encuentro reposando, en la clínica de más arriba, y me voy a encontrar quizás a mediado de septiembre con el Sr., Freud en una parte de Alemania. Así que la pregunta me surge de la siguiente forma: pasaré las dos primeras semanas de septiembre (quizás a partir del 27 al 28 de agosto). Entonces tengo la idea de juntar lo útil y lo agradable y pedirle si podría reservarnos una pieza que nos convenga (a mi mujer y a mí). Si fuera esto posible le ruego que me comunique, los precios habituales de pieza, alojamiento y pensión.

      Ya que escogimos nuestro lugar de vacaciones, espero poder estudiar más precisamente con vuestro permiso, su forma de aplicar el psicoanálisis a las enfermedades orgánicas, cosa me interesa en gran medida.

      Aprovecho esta ocasión para felicitarlo sinceramente por su "Seelensucher", en que voy a comentar en el próximo número de Imago(2).

      Por otro lado me enteré a través del Señor Profesor Freud que nos esperan próximamente cosas muy extraordinarias e interesantes de nuestra parte.

      A la espera que me responda lo más rápido posible, se despide afectuosamente.

      S. Ferenczi.

       Ferenczi – Groddeck. Correspondance (1921-1933). Editorial PAYOT. (1982) Paris, France. Traduccion Interna Indepsi. 2000.

       NOTAS:

      1.- La forma demandada está puesta ceremoniosamente: "Sehr geehrter Herr Kollege", esta dirá " Muy honrado Señor y Colega".

      2.- Ese comentario aparece en el tomo III de ( las Obras Completas) de S. Ferenczi bajo el título; "Georg Groddeck: el buscador del alma". Payot, París, 1974, pp. 138-142.

    • Ferenczi a Georg Groddeck. 24-8-1921.

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

      G. Partenkirchen

      Kurheim Wigger

      Navidad de 1921.

      Queridísimo amigo,

      tras algunas vacilaciones me he decidido a aceptar sin más su amable invitación.

      Según los últimos planes, no llegaremos a su casa hasta el 5 de septiembre, entretanto esperamos encontrarnos varias veces con el Prof. Freud que reside por casualidad muy cerca del lugar donde nosotros estamos (Seefeld, en el Tirol). Le haré saber con tiempo la fecha exacta de nuestra llegada.

      Mi mujer también le envía sus mejores saludos, suyo afectísimo.

      S. Ferenczi

      Correspondencia 1921-1933. Sandor Ferenczi; Georg Groddeck. Colección del sillón de orejas. Colección del Lunar. 2003 Introducción Traducción y edición: Angel Gagigas.

    • Ferenczi a Georg Groddeck. día de Navidad de 1921.

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

      Budapest, el día de Navidad de 1921

       Querido amigo,

      reconozco que esta forma de dirigirme a usted me ha requerido un cierto esfuerzo, y no de los menores. Desde hace muchísimo tiempo me complazco en una altiva reserva y disimulo mis sentimiento, muchas veces incluso ante mis allegados. No necesito decirle que esto se remite a la infancia. Era yo demasiado exigente, o bien mi madre –madre de 11 hijos vivos de los que yo el el 8°- era demasiado severa; según mis recuerdos no hay duda de que de niño recibí muy poco amor y demasiada severidad de su parte. Cariño y caricias eran algo desconocido en nuestra familia. En cambio se cultivaban celosamente sentimientos como el respeto pudoroso con respecto a los padres, etc. De tal educación ¿podría resultar algo más que hipocresía? Cuidar las apariencias, esconder las “indecencias”, esto era lo más importante. Así llegué a ser un excelente alumno y un onanista secreto; tímido, no empleaba jamás una palabra obscena –y frecuentaba a escondidas a las prostitutas con dinero robado-. De vez en cuando hacía prudentes tentativas para enderezarme. Así un día dejé caer “por azar” entre las manos de mi madre la lista de todas las palabras obsc. Que conocía(4). En lugar de que me ayudasen, que instruyesen, tuve derecho a un sermón moralizador.

      Así que objetivamente hablando tampoco es ninguna pequeñez el que, después de tales antecedentes, yo me declare vencido por su naturalidad, su gentileza y su amabilidad natural. Nunca antes me había expresado tan francamente ante un hombre, ni siquiera con Siegmund (Freud), cuyo nombre ha causado el error de escritura en la palabra vencido(5). Me he dejado analizar por él a temporadas (una vez durante 3, otra durante 4-5 semanas), durante años hemos viajado juntos cada verano; no podía abrirme completamente a él; sentía demasiado de ese “respeto púdico”, era demasiado grande para mí, demasiado parecido a un padre. El resultado fue que en Palermo, donde quería hacer ese famoso trabajo sobre la paranoia (Schreber) en común conmigo, en un súbito arrebato de rebeldía exploté la primera noche de trabajo, cuando quería dictarme algo le dije que eso no era un trabajo en común, simplemente dictarme. ¿Así que usted es así , dijo él, asombrado. ¿Evidentemente quiere quedarse con todo? , dijo, y desde entonces trabajó solo por las noches; no me dejó más que el trabajo de corrección –la amargura me oprimía la garganta- (Naturalmente, ahora sé lo que querían decir “trabajar solo por la noche” y “el nudo en la garganta”. Lo que yo quería era el amor de Freud)(6).

      Si tuviese talento como escritor liberaría mi corazón escribiendo sobres mis sufrimientos corporales y psíquicos –más o menos como lo estoy haciendo ahora-. (N.B. ¡No he sido sincero! Creo estar dotado para la escritura; recuerdo cuánto me hirió el juicio desfavorable manifestado sobre un trabajo y antes aún sobre un poema)(7).

      En cualquier caso aplazo por el momento la ejecución del proyecto de presentarme a usted “ab ovo”, de presentarle mi trayectoria. Empecemos primero por los asuntos actuales. Su carta ha llegado en un momento crítico. Después de una de las muchas, muchas malas noches, en las que me despierto sobresaltado casi sin aliento, la piel completamente helada, con dolores cardiacos, casi sin pulso (pero a veces con palpitaciones) y perdiendo toda confianza en el porvenir, en Groddeck, veo acercarse el fin. Su carta me ha incitado a un nuevo esfuerzo; me ha ayudado a desenmascararme, aunque no sea más que parcialmente, también ante mi mujer. De nuevo le he hablado de insatisfacción, de amor reprimido por su hija (que había debido se mi prometida. Además lo fue, hasta que una observación algo desaprobatoria de Freud me indujo a luchar con empeño contra este amor, a rechazar resueltamente a la joven).

      Entre nosotros esta clase de confesiones suelen acabar curiosamente con que me acerco de nuevo a ella, subyugado pro su bondad y su indulgencia. Sea esto, o sean los baños calientes que he vuelto a tomar, en cualquier caso desde entonces me quedo algo menos helado que antes por las noches, ante la proximidad de la muerte. También practico de nuevo con celo la gimnasia, los pataleos de vientre (¡hasta 40!)(8). Pero estoy lejos de sentirme bien. Voy a enumerarle los síntomas; el primero que me viene a la mente es mi inhibición para el trabajo. (Ocurrencias a este respecto; no debes superar al padre). En los años 1915/16, estuve de guarnición en una pequeña ciudad húngara (durante 1 año) sin nada que hacer, allí desarrollé una gran y “grandiosa” teoría del desarrollo genital en tanto que reacción de los animales al peligro de desecación, en el momento de la adaptación a la vida terrestre. Jamás me pude decidir a poner por escrito este valioso trabajo –el más importante hasta ahora-. Los datos correspondientes descansan, en el mayor desorden, en el fondo de los cajones de mi oficina(9). Cuento mi teoría de palabra con gusto y a menudo; una vez, no, dos veces, la he presentado ante Freud, Rank, Jones, Abraham, etc., la última vez, muy recientemente, en Hildesheim. Pero cuando quiero escribir me atacan dolores de espalda, naturalmente a causa de mi aorta, que según la radiografía está dilatada. Hace algunas semanas la artritis me inflamó la muñeca derecha; naturalmente esto también me ha molestado para escribir. En estos momentos la articulación está de nuevo bien.

      En la misma época desarrollé mis puntos de vista filosóficos ante Lou Salomé (no, todavía estábamos en 1914, en Munich), que se corresponden poco más o menos con los del Más allá... (10), aunque acaben de forma algo diferente. Se los conté en su momento a Anna Freud. Jamás he encontrado la valentía de sentarlos por escrito. Una y otra vez me he dejado arrastrar a escribir, en lugar de este trabajo esencial, pequeñas improvisaciones, para que no se me olvide del todo. Los médicos americanos que estudian ahora con Freud me han invitado a dar dos conferencias en Viena sobre la metapsicología. He aceptado; debo hablar el 6 de enero. Y aún ni una palabra escrita o preparada. Este síntoma (inhibición en el trabajo) va acompañado frecuentemente de la idea; no vale la pena. Es decir: el mundo no da tanto como para merecer estos “regalos” por mi parte; claramente del erotismo anal; no quiero soltar nada en tanto no se me dé algo como regalo. ¿Pero qué regalo? Sólo puede ser el niño que la mujer debe regalarme –o a la inversa, que yo quisiera parir par el mundo (para el padre, la madre)-.

      Lo peor es que aparentemente mi erotismo no quiere satisfacerse con estas explicaciones; yo quiero, el “Ello” quiere, no una interpretación analítica sino algo real: ¡una joven, un niño!

      (‘A porpos'(11): ¿no cree usted que la célebre expresión en relación con “Schreinach dem Kinde”(12) no es más que el retorno del deseo de gritar a un niño?).

      Ahora me doy cuenta de que con esta clase de fragmentos humorísticos con los que salpico mi carta copio sus Cartas a una amiga(13). ¿Es usted tal vez la amiga o bien su amistad es un sustituto homosexual para mí? Quizás le contaré primero mi sueño de hoy, difícil de describir pues era un sueño puramente “húngaro”; pues bien, canto alegremente, en este sueño, un aire popular húngaro, del que al despertar recuerdo particularmente dos estrofas; algo como (en traducción rápida) “Me dice el viejo judío, Toma a ésta de mi tienda, No necesito nada de tu tienda, Tampoco de ti viejo judío”. “Me dice Fay Gyula (hombre guapo y distinguido), Querida yo te compraré vestidos y cintas. No necesito tus vestidos y cintas, Sólo necesito a Fay”(14).

      (Traducido literalmente: “Me dice de nuevo el viejo judío, te doy el maquillaje rojo, no necesito maquillaje rojo, no necesito nada de ti viego judío. Me dice de nuevo Fay Gyula, ¿necesitas pañuelos?, ¿necesitas vestidos? Sólo necesito a Fay Gyula”)(15).

      Ideas que se me ocurren sobre esto: ayer, la noche de Navidad, en el círculo familiar más íntimo, comí “lujuriosamente”. A menudo he expresa el punto de vista de que era poco razonable hacer comidas tan fastuosas cuando no hay nadie de fuera. En ese momento, eché un vistazo a la cocina en la que los amigos y amigas de nuestras dos criadas estaban alegremente reunidos y cantaban. Estas dos mozas son hermanas. La más joven tiene 16 años, muy maja, ha venido a servir con nosotros directamente desde su aldea. Tiene los labios notablemente rojos (maquillaje: pero el color de sus labios es natural). La de más edad, la cocinera, no tiene en realidad más que 19-20 años. Tiene, como he comprobado en el curso de un examen médico, los senos notablemente firmes, duros y con enormes pezones que entraron en erección durante el examen.

      Interpretación: estas encantadoras muchachas no quieren tenerme, viejo judío. N.B., dije ayer a un amigo, que aunque más viejo que yo sigue teniendo todavía el pelo negro: “Tu vitalidad es verdaderamente asombrosa, mira qué viejo y entrecano estoy yo”. Encuentro, me decía a mí mismo, que me he hecho viejo para adaptarme a mi mujer, que es más vieja que yo. Mi amigo está casado con una lozana rubita.

      Interpretación: estas encantadoras muchachas no quieren tenerme, viejo judío. N.B., dije ayer a un amigo, que aunque más viejo que yo sigue teniendo todavía el pelo negro: “Tu vitalidad es verdaderamente asombrosa, mira qué viejo y entrecano estoy yo”. Encuentro, me decía a mí mismo, que me he hecho viejo para adaptarme a mi mujer, que es más vieja que yo. Mi amigo está casado con una lozana rubita.

       Anexo: en el sueño esta canción era de alguna manera “bisexual”. Me ha venido a la cabeza que esta Fay Gyula era al mismo tiempo una bonita señora Fay. Fay es un apellido. Pero al mismo tiempo la palabra “Fay” = dañar(16). No sé si mi corazón me ha hecho daño –psíquica o afectivamente-.

       Anexo 2°: ayer a veces tenía escrúpulos de conciencia por haber estado tan alegre aunque anteayer hubiera recibido la noticia del suicidio de un sobrino (por cierto, un inútil). Quería con todas sus fuerzas ser médico, incluso psicoanalista, lo que sin embargo yo intentaba impedir, conociendo sus defectos. ¿Fui culpable de su muerte? Puedo preguntármelo. Ahora, usted tiene razón cuando dice que mi angustia de muerte puede retrotraerse, al menos en parte, a un deseo de muerte contra la mujer. No hace mucho, en un sueño, me esforzaba con celo en tratarle médicamente una profunda herida en la cabeza, a la altura de la sien. No quiero dañarle(17), no le digo nada, o demasiado poco, de mis ideas de infidelidad; en su lugar, me daño con mi corazón. ¡Usted sabe bastante ahora! Sé también que de ordinario se lo cuenta todo a su mujer. Pero debo confesar que me siento no poco molesto ante ella. Además, como le he dicho, no es ninguna pequeñez superar mi soberbia de intelectual y presentarme no en posición de superioridad, de rival, sino de forma naif, infantil –se me ocurre la palabra “humble”(18)-.

      Ahora, ¡haga de esta carta lo que quiera!

      Suyo afectísimo

      Ferenczi

      Anexo 3°: mi escrupuloso carácter me ha obligado a mostrar esta carta a mi mujer. Así que aprovecho esta circunstancia para un tercer anexo. Quiero hablarle del papel dominante que juega, en mi caso, mi enorme sensibilidad al frío. Mientras le escribo esta carta hace en la habitación un poco más frío de lo habitual. (Por otro lado, no hace frío fuera, 4-5 grados sobre cero(19). Después de haber terminado la carta, estoy completamente helado, el pulso acelerado, los dolores en la espalda mucho más intensos –y en la cabeza-, sin duda como consecuencia de la isquemia gral.(20) de la piel y del incremento act.,(21) de la tensión. A menudo me he dicho que por la noche regreso a la poiquilotermia de los peces, por otra parte creo que esporádicamente todos los seres humanos lo hacen, por eso por la noche necesitan una mejor protección térmica. Pero yo suspendo toda producción de calor, quizás por medio de la inhibición respiratoria, incluso cuando estoy envuelto en 2-3 mantas de lana. -¿Es que quiero jugar al pez o es que quiero poner en acto mi teoría pez-genital que no pongo por escrito?- ¿Sufro quizás una uremia latente? No sé. Cuando ando me acaloro enseguida, aunque haga mucho frío.

      Mi mujer le saluda cordialmente.

      NOTAS:

      4.- Ver palabras obscenas, en Ferenczi, S. Psicoanálisis I . Espasa-Calpe, Madrid, 1981, pp. 135-147.

      5.- ‘Vencido' se escribe ‘besiegt', y así lo había escrito Ferenczi. Se trata de un doble lapsus, es sólo ahora, al escribir el nombre de Freud, cuando se confunde y no en la palabra ‘besiegt', ‘vencido'.

      6.- Antes de hacer esta confidencia a Groddeck, Ferenczi había discutido todo el asunto de Palermo con Freud; lo cual se refleja en su correspondencia.

      7.- Extracto del testimonio redactado por Zsófia, la hermana pequeña de Sandor, a petición de Michael Balint;

      (...) este es el poema que dedicó a mi madre cuando él tenía 24 años:

      An der Schwlle neuen Lebens

      grüße ich Dich, Mutter meine.

      Niemand andere, Du alleine,

      Du verstehst mich, wenn ich weine.

      Und ich wene heute innig

      Heße Trähnen, heiße Wahre

      Hingestreckt sind in der Bahre

      Vierundzwanzig meiner Jahre!

      No me acuerdo de más. Pero a menudo enviaba para mi madre desde Viena bellos poemas que recordaban a Heine. (...).

      8.- He traducido ‘Bauchtreten' como ‘pataleos de vientre'; es uno de los tratamientos particulares inventados por Groddeck. Consistían en hacer presión botando sobre las rodillas encima del vientre de la persona en cuestión.

      9.-Lo escribió años más tarde, ver Thalassa, ensayo sobre la teoría de la genitalidad ; en Ferenczi, S. Psicoanálisis III. Espasa-Calpe, Madrid, 1981, pp. 303-383.

      10.- Se trata de la obra de Freud, Más allá del principio del placer, en Freud, S. Obras completas, Orbis, Barcelona, 1988, pp. 2507-2541.

      11.- En francés en el original.

      12.- En alemán, gritar o clamar por un niño.

      13.- A finales de diciembre largo tiempo. Se trata de Das Buch vom Es. Psychoanlytische Briefe an eine Freundin. Internationaler Psychoanalytischer Verlag, Viena, Leipzig. Zürich. 1923, [El libro del Ello. Cartas psicoanlíticas a una amiga. Taurus, Madrid, 1973]. Le envía las cinco primeras cartas y Freud le responde diciéndole que le parecen encantadoras, animándole a continuar. Más adelante y debido a una crítica por parte de Freud, el ánimo de Groddeck y la intensidad de sus cartas decaerán, ya que en parte las escribía en función de lo que deseaba Freud. La pregunta que hace a continuación Ferenczi se podría aplicar a Grodeck.

      14.- Canción popular, no hay que olvidar que la canción es húngara, y Ferenczi la traduce al alemán para Groddeck de esta forma: “Sagt mir da der alte Jude. Nimm sie war von meiner Bude, Brauche nichts aus deiner Bude, Brauch dich auch nicht alter Jude”. “Sagt mir da der Fay Gyula, Ich kauf dir Liebste, Kleider, Bänder, Brauch von dir nicht Kleider, Bänder, Brauche Fay nur dich selber”.

      15.- La versión alemana de Ferenczi: “Sagt mir noch der alte Jude, Ich gebe dir rote Schminke, Brauche keine rote Schminke, Brauch dich auch nichtalter Jude. Sagt mir noch der Fay Gyula, Brauchst Du Tücher?, Brauchst Du Kleider?, Brauche nur Fay Gyula selber”.

      16.- En húngaro Fay se pronuncia como faj, que significa hacer daño.

      17.- En húngaro faj (Fay).

      18.- En francés o en inglés, humilde, modesto.

      19.- Probablemente se trate de la escala Réamur, más utilizada en la época.

      20.- Abreviatura de general.

      21.- Abreviatura de actual.

       Correspondencia 1921-1933. Sandor Ferenczi; Georg Groddeck. Colección del sillón de orejas. Colección del Lunar. 2003 Introducción Traducción y edición: Angel Gagigas.

    • Ferenczi a Georg Groddeck. Budapest, 27 de febrero de 1922.

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

       Budapest, 27 de febrero de 1922

       Querido Groddeck,

      ¿Cómo debo comenzar? Nos hemos quedado tanto tiempo sin noticias (por mi culpa) el uno del otro. La carta que en su momento escribí, su respuesta que he ojeado hoy: son todo cosas que están pasadas desde hace tiempo. Creo que más vale empezar por lo más fresco. Mi salud es sensiblemente mejor desde principios de enero. La visita a Viena, donde he pronunciado dos conferencias para los americanos y los ingleses, también estuvo perturbada por malestares, pero inmediatamente después tanto mi humor como mi estado físico mejoraron notablemente. No puedo explicárselo con exactitud. El Pr. Fr. ha tomado 1-2 horas para ocuparse de mi situación, se atiene a su opinión anteriormente expresada, a saber, que el elemento principal en mi caso sería mi odio contra él, quien (como en otro tiempo el padre) impidió mi matrimonio con la novia más joven (actualmente mi nuera)(1). Y, de esto, mis proyectos de asesinato contra él, que se expresan en las escenas  de fallecimiento nocturnas (enfriamientos, estertores). Estos síntomas estarían sobredeterminados por las reminiscencias de observación del coito parental. Debo confesar que esto me ha hecho el bien de poder hablar por una vez de estos arrebatos de odio ante al padre que tanto amé.

      Sin duda el estado cardiaco debe también su mejoría a la prosecución metódica de los “pataleos de vientre”, que mi mujer me aplica dos veces al día. Nosotros, mi mujer y yo, hacemos una intensa propaganda en Budapest de este procedimiento, así como de su Nasamecu(2). Ya he persuadido a algunas personas  de que pidan su libro a Hirzel. -El hecho es que ahora puedo escalar en un cuarto de hora sin acalorarme la abrupta montaña de Budapest, que tiene unos cien metros-. Hasta ahora no me he resfriado más por la noche; claro está, desde la estación fría estoy enteramente envuelto en lana (niño en pañales). Confieso para mi vergüenza que 1º) tomo siempre cada noche ¼ de S. Medinal, 2º) debo dilatarme la nariz con un alambre, 3º) atiborro mis conductos auditivos con algodón, para poder dormir. Como síntoma recién aparecido señalo los centelleos en los ojos, que se atenúan bajando la cabeza. Un método especial, que he inventado, para examinar el fondo del ojo me ha permitido descubrir, al lado de opacidades del cristalino, pequeños escotomos de la fovea centralis, que naturalmente he puesto en relación con los riñones. Intelectualmente también soy más capaz de hacer cosas. He terminado el trabajo sobre la parálisis, debe aparecer pronto(3). -Pero todavía no he empezado el gran trabajo sobre la historia de la evolución-.

      Sin embargo, aún quiero volver sobre cientos puntos de su ultima carta; usted pregunta: “¿a quién se dirige el enfriamiento; a otro o a usted mismo, a su propia sensibilidad?” Cuando reflexiono sobre ello debo admitir las dos posibilidades: renuncia a la sensibilidad propia en general, sobre todo a causa de un enfriamiento hacia otro. En estos últimos tiempos juego mucho con la idea del envejecimiento (que me hace “encanecer” de espanto).

      Usted ha adivinado con razón que hay algo en relación con la ciudad de la guarnición. La ciudad se llama Pápa (Papa); estaba en ella durante todo el tiempo escondido en el cuerpo paterno.

      No seguiré el análisis ahora; me reservo no obstante hasta que pueda torturarle con esto durante nuestro próximo encuentro.

      Iré con mucho gusto (así como mi mujer) a verle a partir de esta primavera. Desgraciadamente cuando no se está enfermo no se tiene el derecho de concederse vacaciones extra. Aunque no dejaremos perder la ocasión de pasar las próximas vacaciones de verano en Baden-Baden ¿pero cómo es allí el clima en el maravilloso mes de agosto? Sea como fuere, a mí, al congelado, no me detienen ni los mayores calores.

      Podríamos hacer juntos desde Baden-Baden el viaje a Berlín, para el congreso. Creo que se harán las cosas a lo grande. Habrá representaciones de nuevos países como India, Perú y Francia. ¡Todo esto suena muy bonito y prometedor!

      Por qué no prepara algo bonito para el congreso, pongamos por caso sus experiencias con el psan.(4) en las enfermedades del corazón y de los pulmones. Su teoría sobre la motivación psíquica de las descompensaciones causaría gran impresión.

      Ahora ya ha vuelto usted de la solitaria casa Zink a la bella villa Marienhöhe. Nuestros pensamientos van muy, muy a menudo hacia allí. Casi no nos podemos creer, mi mujer y yo, que no hayamos pasado más que una decena de días en su casa. La impresión de esta estancia era y es tan duradera que me parece como si nos conociésemos de la manera más íntima desde hace años. La intensidad de su amabilidad y la de la señora von Voigt se expresa mediante una extensidad temporal.

      No, es muy difícil expresar por carta todo esto. Tenemos que ir allí y volver a sentarnos, familiarmente, sobre la bella veranda y charlar.

      Así que término aquí y acabo con los más cordiales saludos de mi parte y de la de mi mujer para ustedes dos.

      ¡Mande pronto noticias!

      Su Ferenczi

       NOTAS:

      1.- En su noviazgo con Gizella, Ferenczi se enamoró de la hija de ésta, Elma. Salieron un tiempo pero por consejo de Freud, Ferenczi rompió esta relación y volvió con Gizella.

      2.- Groddeck, G. Nasamecu, natura sanat, medicus curat. Der gesunde und kranke Mensch gemeinverständlich dargestellt. Hirzel, Leipzig, 1913. En esta obra Groddeck expone el método de Schweninger que él mismo utilizó y que se basa en el masaje, la dieta y la hidroterapia.

      3.- Se trata de Psicoanálisis de las perturbaciones mentales de la parálisis general, en Ferenczi, S. Psicoanálisis III. Espasa-Calpe, Madrid, 1981, pp. 183-200.

      4.- Abreviatura de psicoanálisis.

       Correspondencia 1921-1933. Sandor Ferenczi; Georg Groddeck. Colección del sillón de orejas. Colección del Lunar. 2003 Introducción Traducción y edición: Angel Gagigas.

    • Ferenczi a Georg Groddeck. Budapest, 2 de mayo de 1922.

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

       Budapest, 2 de mayo de 1922

       Querido Groddeck,

      Nos tememos que se haya perdido la carta en que mi mujer preguntaba sobre la posibilidad de que su hija se alojara en su casa (en el mes de agosto). Pero también se hace esperar mucho la respuesta a una kilométrica carta mía. Así que me permito rogarle que haga un esfuerzo y venza las resistencias a responder. Tanto mas cuanto que también nosotros (mi mujer y yo) en cierta medida estamos pendiente de usted; teníamos la intención de pasar una parte del verano siendo sus huéspedes, es decir sus pacientes..

      Le ruego que tranquilice enseguida a su devoto amigo que saluda muy cordialmente a usted y a la señora v. Voigt.

      Ferenczi

       Correspondencia 1921-1933. Sandor Ferenczi; Georg Groddeck. Colección del sillón de orejas. Colección del Lunar. 2003 Introducción Traducción y edición: Angel Gagigas.

    • Ferenczi a Georg Groddeck. Budapest, 8 de mayo de 1922k.

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

      Budapest, 8 de mayo de 1922k

       Querido Groddeck,

      Nos tememos que se haya perdido la carta en que mi mujer preguntaba sobre la posibilidad de que su hija se alojara en su casa (en el mes de agosto). Pero también se hace esperar mucho la respuesta a una kilométrica carta mía. Así que me permito rogarle que haga un esfuerzo y venza las resistencias a responder. Tanto mas cuanto que también nosotros (mi mujer y yo) en cierta medida estamos pendiente de usted; teníamos la intención de pasar una parte del verano siendo sus huéspedes, es decir sus pacientes.

      Le ruego que tranquilice enseguida a su devoto amigo que saluda muy cordialmente a usted y a la señora v. Voigt.

      S. Ferenczi

       Correspondencia 1921-1933. Sandor Ferenczi; Georg Groddeck. Colección del sillón de orejas. Colección del Lunar. 2003 Introducción Traducción y edición: Angel Gagigas.

    • Ferenczi a Georg Groddeck. Budapest, 8 de julio de 1922.

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

       Budapest, 8 de julio de 1922

       Querido Groddeck,

      Es usted quien tiene la culpa de que no pueda recomendar a los míos ningún lugar de estancia y de cura mejor que Marienhöhe. La hija de mi mujer cuya llegada le había anunciado en mis anteriores cartas, llegará a partir del 1 de agosto. Mi cuñada, la señora de Otto Morando, acaba de escribirnos desde Hamburgo que cuenta con volver a vernos en Baden Baden. Sea tan amable de hacerle aprovechar sus acreditados cuidados también a ella; los necesita con mucha urgencia. A finales de agosto o principios de septiembre llego yo también a su casa con mi mujer, y permaneceremos allí hasta el congreso. Paso el mes de agosto con Rank en Seefeld, en el Tirol, tengo que llevar conmigo a una colega inglesa que no dispone de ningún otro momento. ¡Me alegra enormemente que volvamos a vernos y volvamos a oírnos!.

      Por favor escríbame (¡pero sin falta!) aunque sea solo una postal, a vuelta de correo, para que sepa que ha recibido esta carta.

      Saludo a la Sra. v. Voigt muy cordialmente; y mi mujer también.

      Su Ferenczi

       Correspondencia 1921-1933. Sandor Ferenczi; Georg Groddeck. Colección del sillón de orejas. Colección del Lunar. 2003 Introducción Traducción y edición: Angel Gagigas.

    • Ferenczi a Georg Groddeck. Budapest, 11 de Octubre de 1922.

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

      Budapest, 11 de octubre de 1922(1)

      11+10+19+22 = 62:2 =31

       Querido amigo,

      No me extraña que -como tú escribes- el resultado analítico a partir del material que la agitación de las emociones ha suscitado sea tan reducido. No creo en los autoanálisis. El ics(2) es lo bastante hábil como para inducir a error justo en los puntos más importantes. Forma parte de cualquier análisis un cierto grado de autoenajenación, que no es posible cuando se deja a gran parte de las capacidades psíquicas campar a sus anchas como instancia psíquica –y esto es lo que pasa en el autoanálisis, donde se quiere ser a la vez padre e hijo-. Claro que son posibles análisis parciales de esta forma, pero a lo sumo como profundización o ampliación de algo ya conocido. De esta manera no se alcanzan conocimientos esencialmente nuevos sobre uno mismo. Se necesita la “caldera de la transferencia”, que falta en el autoanálisis.

      Los análisis numéricos, aparentemente tan chocantes(3), admiten dos explicaciones: 1º) el ics busca en la biografía aquellos datos importantes que de una u otra forma casan aritméticamente con ese numero.2º) una vez que se ha hecho con tal numero puede empujar hasta esos puntos del calendario acontecimientos realmente importantes. -Simplemente no se tienen en cuenta otros acontecimientos, también importantes, a los que no se acomoda ese número-.

      En mi opinión, el análisis es un fenómeno social. Hacen falta (al menos) dos. Sólo es una repetición mejorada de la educación de otro tiempo, es decir la resolución de las relaciones afectivas con respecto a los padres. La objeción principal contra este aserto sería sin duda que el mismo Freud practica el autoanálisis. A esto se puede responder: 1º) no es más que un argumento de autoridad o un argumento ‘ad hominem’; 2º) conocemos el material del autoanálisis de Freud a partir de su Interpretación de los sueños(4); sabemos a qué extraordinaria profundidad ha podido penetrar en sí mismo; y sin embargo no tenemos ninguna posibilidad de juzgar sobre lo completo o lo uniforme de ese conocimiento de sí mismo; 3º) por ultimo, eventualmente se puede admitir la posibilidad del autoanálisis en el caso de individuos aislados sumamente escasos que pueden enjuiciarse ellos mismos, pero esto no modifica en nada el valor general de la regla que exige el análisis freudiano.

      Los siguientes hechos también demuestran que el autoanálisis de veras choca con la regla del “carácter social”: 1º) los enfermos mentales que debido a la transformación de su estructura psíquica se vuelven independientes de la sociedad (que se vuelven asociales) verdaderamente son capaces de analizarse, es decir, de vaciar el contenido de su ics, sin esfuerzo, sin partera; 2º) incluso alguien no analizado -o incorrectamente analizado- puede analizar a otro: bajo esta forma proyectada se analiza a sí mismo (de la misma manera que un paranoico no completamente demente); 3º) de modo similar mucha gente proyecta sus propios complejos en los descubrimientos científicos (lo he constatado también en mí mismo). -Está claro que existen innumerables vías por las que el autoanálisis puede derivar-.

      En consecuencia, alguien que (como tú) lleva a cabo un autoanálisis tan intenso, tiene que llevar a cabo, al menos posteriormente, un análisis en regla que le señale los puntos en los que tomaba una dirección errónea. Si no, continuará moviéndose en su circulo, quizás parcialmente vicioso, y entremezclando en su conocimiento lo que es verdad con los errores. El analista no necesita en absoluto capacidades extraordinarias; puede ser más tonto que el analizado y a pesar de todo descubrir en él cosas a las cuales éste estaba ciego.

      Te cuento todo esto para invitarte una vez más encarecidamente, a que vengas a Budapest para proseguir aquí tu análisis interrumpido. -Ya veremos si es compatible con el análisis simultáneo de mi persona, y en qué medida(5)-.

      Me alegra lo que piensas de mi gente de Budapest. Hoyos(6) es simpático, quiere “algo grande”, pero está muy confuso; abandonado a sí mismo está completamente desamparado.

      Saluda de nuestra parte a la señora Emmy y recibe también tú cordiales saludos por tu cumpleaños el 13.

      Tu Ferenczi

       Tras haber terminado la carta, creo que en lugar de carta he escrito un tratado científico y he olvidado reaccionar a muchas de tus observaciones.

      “Las trenzas entrelazadas” no son una mala imagen. Pero creo que no hace daño refrenar la imaginación demasiado abundante y la juvenil voluntad-de-descubrir-lo-nuevo a cualquier precio. Deja primero que se fortalezca un poco lo que hay de certero en la obra vital de Freud. Seria terrible que la estructura de los conocimientos, establecida siquiera un poquito a base de esfuerzo y dificultad, sufriese un fantástico trastorno debido a los descubrimientos científicos de Hattinberg(7). En ultimo termino, sin un orden en el pensar no se puede emprender el camino ni siquiera hacia una sombra de comprensión. De todas formas, existen también poetas y fundadores de religiones -estos no necesitan ningún conocimiento ordenado y a pesar de todo consiguen mucho (mezclado con otros tantos errores)-. No tenemos nada contra el hecho de que tal gente exista, admitimos incluso que  tenemos mucho que aprender de ellos. Pero por Dios, ¿por qué tienen que entrelazar en un nudo inextricable su manera de trabajar con la nuestra? Renunciamos al don profético y de buena gana se lo dejamos (sin envidia) a estos poetas, si bien hay excepciones (véase Freud) que se las componen muy bien para armonizar lo profético con lo critico.

      Por consiguiente, (aunque yo mismo revolucionario por naturaleza) estoy y sigo estando a favor del mantenimiento de las trenzas que tú denuncias. Ya llegará el momento de que esas trenzas se desanuden para centrarse alrededor de alguna otra cosa. ¡Un pequeño respiro para las ideas científicas! - Eso es lo que pido.

      Ahora unas palabras sobre mí. En Baden-Baden estábamos demasiado ocupados con mis riñones (en mi opinión de manera demasiado unilateral), y hemos desatendido demasiado los curiosos problemas respiratorios que desde entonces continúan como antes. (Regularmente cada noche: respiración a la manera peculiar de Cheyne-Stokes o muy superficial, con los fenómenos subsecuentes el día siguiente).

      Poco a poco mis horas se rellenan, pero por el momento sólo con pacientes que pagan en coronas; la inglesa anunciada aún no ha dado señales. Nos estremecemos leyendo las noticias de la caída de vuestra moneda. ¿Qué va a pasar?

      Tu F.

      NOTAS:

      1.- Ferenczi hace un juego de asociación de números, que tanto gustaban a Groddeck, como regalo para felicitarle por su cumpleaños, que es el 13 de octubre, inversión del resultado.

      2.- Abreviatura para inconsciente.

      3.- Galicismo que corresponde al que usa Ferenczi en el original, ‘frappante’.

      4.- La interpretación de los sueños, en Freud, S. Obras completas, Orbis, Barcelona, 1988, pp. 343-720.

      5.- Alusión a la idea del análisis mutuo, desarrollando por Groddeck y que Ferenczi analizará en su diario del año 1932.

      6.- Istvan Hoyos, psiquiatra húngaro, miembro fundador de la Asociación Psicoanalítica Húngara y su presidente tras la muerte de Ferenczi. Fue director de uno de los principales hospitales psiquiátricos húngaros y conocido por intentar aplicar la escucha analítica al tratamiento de las psicosis.

      7.- Hans von Hattinberg, psiquíatra alemán de Munich. Participó en el congreso de Berlín de 1922 y entabló polémica con Groddeck que se recoge el intercambio epistolar publicado en el libro Der Mensch und sein Es, Limes, Wiesbaden, 1970. Elaboró una teoría próxima a las ideas de Adler que tendía a privilegiar el aspecto biológico del erotismo a expensas de lo psicológico.

      Correspondencia 1921-1933. Sandor Ferenczi; Georg Groddeck. Colección del sillón de orejas. Colección del Lunar. 2003 Introducción Traducción y edición: Angel Gagigas.

    • Ferenczi a Georg Groddeck. Budapest, 11 de Diciembre de 1922.

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

      Budapest, 11 de diciembre de 1922.

       Querido Georg ,

       La contradicción entre nuestros puntos de vista comienza ya al entender la utilidad de la pelea en general. Tú encuentras la pelea como mínimo divertida, y esperas que vivamos mucho y por consiguiente peleemos mucho. Yo, al contrario, pienso que las discusiones no hacen progresar en absoluto la clarificación de los problemas. En general los oponentes se mantienen firmes en sus propias opiniones, son inaccesibles, no escuchan más que su propia voz. Incluso en el análisis, no discutir es un principio acreditado. Si uno no contradice una contradicción entonces esa declaración que se ha hecho, si es que es valida y eficaz, actuará ella misma a posteriori. Me parece que en la medida en que hemos intentado convencernos mutuamente con “argumentos” nos hemos extraviado sin razón en ese dominio tan extraño al psicoanálisis. Pero ya maese Freud repitió en una ocasión esta frase: “¡Los argumentos son mas baratos que las moras!” ¿No crees que haremos mejor en cesar el fuego y esperar mientras escuchamos mutuamente nuestros puntos de vista sobre algunos problemas psicológicos hasta que la acumulación de la experiencia o una mejor comprensión den la razón a uno o a otro? Creo haber probado que no viajo a lomos de principios sino que estoy siempre dispuesto a volver a aprender. Así que puedes confiar en que ningún dogma me impediría darte la razón si madurase en mí el convencimiento de algo que te dé la razón.

      Sin embargo, esta vez sustraigo una frase a la regla de la repulsa a la discusión. Escribes lo siguiente: “Creo que la diferencia entre nosotros dos es que tu te empeñas en querer comprender las cosas, y yo no”. Esta frase contiene una infinidad de equívocos. Si quieres decir que me empeño en comprender antes de tener derecho a ello entonces tengo que llevarte la contraria enérgicamente. Creo que pienso más o menos correctamente acerca de los límites de lo que podemos saber; creo también que soy muy riguroso en cuanto a juzgar las razones que me obligan a emitir un juicio, y como tu bien sabes estoy siempre dispuesto a aprender de nuevo. No niego sin embargo que mi interés va en el sentido de la voluntad de comprender, admitiendo que una compresión completa se encuentra a una distancia infinita y probablemente inaccesible. Pero tus intereses también van en esta dirección, con la diferencia de que tu pones siempre el acento en esta inaccesibilidad mientras que yo me contento con reconocerla de una vez por todas, pero a continuación no me dejo apartar de agrupar y ordenar los pequeños fragmentos accesibles cuyo conocimiento me agrada, y la experiencia muestra que este pasatiempo no es inútil. Si tienes razón caracterizando así tu método científico y tu modo de conocimiento, entonces deberías contentarte con enunciar esta única frase (sobre la inaccesibilidad de un saber sobre el Ello), lo que a fin de cuentas muchos filósofos ya han hecho. Pero no lo haces, te ocupas, exactamente como nosotros, los “sabios” menospreciados, de comprender a los hombres, las almas, los cuerpos, y curarlos con ayuda de esa comprensión. Así que tú trabajas con los mismos instrumentos que yo, a saber, la lógica. Así que es incorrecto por tu parte renegar de tu propio método de trabajo y hacer como si trabajases con algún daimón místico, impenetrable, o mas exactamente con un instrumento que nada tiene que ver con la lógica. Ni siquiera cuando intuyes algo inconscientemente puedes escapar de la lógica (de naturaleza totalmente diferente), la lógica del inconsciente. Admito que todo sabio trabaja a fondo con la imaginación, es decir, la lógica inconsciente, que él es originalmente poeta o artista. Pero no veo por qué no iba intentar tejer en una imagen del mundo el producto de sus fantasías, es decir compararlo con lo ya experimentado; en otras palabras: ordenar, medir, clasificar las experiencias tanto como pueda. El poeta también clasifica -aunque no sea más que con la ayuda de unidades de medida simbólicas (es decir, imprecisas)-. La voluntad de comprender poética, intuitiva, a pesar de todo es una voluntad de comprender. Solo puede hablar de voluntad de no comprender quien se ve como un aparato automático (como a fin de cuentas todos nosotros hacemos) pero así se prohíbe observar los procesos en si mismo y en su derredor. Pero eso no lo hace ningún ser “normal”; así que parece que al lado de otras pulsiones el hombre también posee la de tener que comprender y comprender el mundo. En cierto sentido, algo de esto se esconde ya en el animal -así que no es un “descubrimiento humano” que merezca desprecio. Entonces seamos honestos y no caigamos en el otro extremo: declarar totalmente invalida la lógica, sobrestimada hasta ahora. Si no, deberíamos renunciar no solo a la ciencia, no solo a toda tendencia consciente, sino también a la palabra y la escritura, los transmisores de los contenidos intelectuales conciente.

      Lo esencial de tu carta era el lamentable hecho de que tus vacaciones hayan sido anuladas por la llegada del enfermo grave. Pero antes de reanudar el trabajo a pesar de todo deberías hacer un viajecito -para reponerte- y no he renunciado todavía a la esperanza de verte con nosotros.

      Elma y Sarolta nos hablan mucho y muy bien de vosotros. Os envidiamos por esa atmósfera agradablemente infantil que sabes crear a tu alrededor. Aquí fuera, en el mundo, todo es prosaico.

      Felices Navidades y próspero Año Nuevo

      de vuestro Sandor Ferenczi

       ¡Yo también mando cordiales felicitaciones para el Año Nuevo! Elma llega dentro de unos días y nos podrá contar muchas cosas agradables de vosotros –lo que nos alegra de antemano-.

      Vuestra Gizella F.

       Espero que la próxima carta contendrá mas cosas personales por tu parte. Sería mucho más bonito que el fastidioso remedo de discusión. Por favor, escríbeme con todo detalle sobre tus asuntos de familia, sobre el sanatorio, sobre tus dificultades materiales, etc.

      Tu S.

       Correspondencia 1921-1933. Sandor Ferenczi; Georg Groddeck. Colección del sillón de orejas. Colección del Lunar. 2003 Introducción. Traducción y edición: Ángel Cágigas.

    • Ferenczi a Georg Groddeck. Budapest, 19 de Febrero de 1923.

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

      Budapest, 19 de febrero de 1923.

       Querido Groddeck,

       Si no recuerdo mal es justo hoy cuando abrís las puertas de Marienhöhe; al menos es lo que dices, me parece, en tu última carta a Elma. Con este motivo os expreso todas mis condolencias, aunque se por experiencia personal que al cabo de un cierto tiempo de vacaciones trabajar puede ser incluso agradable.

      En mi caso este placer no es muy grande y se limita a las 8-9 sesiones de análisis necesarias para ganarme el pan (y otros platos). En todo caso, son bastante interesantes. El resto del tiempo lo pasó estando enfermo; es decir desde que uno de mis pacientes (la señora del Dr. Rado, a quien conoces) cayó enferma de una anemia perniciosa progresiva(1) y murió en pleno análisis, después de la muerte de su amado-odiado padre. (Su marido, que hace un análisis en Berlín, no sabía y sigue sin saber nada de este análisis de su mujer). Además, la paciente estaba embarazada de 6-7 meses(2). Cuando no tenía más que 600.000 glóbulos rojos y presentaba un edema, los médicos le practicaron una cesárea, a la que no sobrevivió más que 2 días, y el niño 8. Inmediatamente antes de su fallecimiento me aparecieron de nuevo síntomas cardíacos (pulso intermitente) y recrudecimiento de los antiguos insomnios, accesos de apnea nocturna con resfriamiento, etc. -en una palabra, la voluntad de morir-. De todas formas, a pesar de ese estado he hecho un viaje a Kaschan (en otro tiempo Hungría, ahora Eslovaquia) donde he dado dos conferencias. A mi vuelta seguía enfermo, he probado los baños de cabeza, he vuelto a reanudar el acreditado método de las presiones en el vientre; incluso me he dejado llevar a las píldoras de quinina-estrictina.

      Pero al final estoy lo suficientemente repuesto como para hacer un poco de autoobservación y constatar un significativo paralelismo entre mi posición en el triangulo, siempre la misma, y mi estado de salud. El resultado ha sido una cierta mejoría y una cierta tranquilidad –por otra parte, de nuevo una teoría científica de la que no quiero privarte-.

      Creo que lo que se llama asma bronquial debería designarse simplemente como angsma(3) (naturalmente no es más que una broma). La angustia impide la expiración por las contracciones de las vías respiratorias: la compresión de los capilares pulmonares conduce a la congestión más o menos grave en la circulación pulmonar y a una isquemia en la circulación general, con complicaciones cardiacas.

      Pero la novedad no es esto. Lo nuevo es mi hipótesis de que la crisis epiléptica probablemente no provenga directamente del cerebro sino que se tiene que considerar como una crisis de asma particularmente intensa, al menos en lo que concierne a su mecanismo(4). Así que el pueblo tendría de nuevo razón al describirla, con toda lógica, como un espasmo cardiaco. Las funciones cerebrales solo se verían afectadas secundariamente. Según esto la sucesión de síntomas seria la siguiente: 1° espasmo respiratorio, 2° congestión pulmonar con edema pulmonar, 3° perdida de la conciencia, 4° convulsiones.

      Hasta aquí lo fisiológico. ¿Pero cual es el sentido de todo esto, cual es el contenido psíquico así representado? Podría (e incluso debería) estar fuertemente “sobredeterminado”? Pero al menos una de las principales condiciones de una crisis tal es (como lo suponía desde hace mucho tiempo) la puesta en escena, la representación del coito en el papel del pene. El cuerpo entero se convierte en un pene; entra en erección (se pone rígido y se llena de sangre). Se mueve arriba y abajo; tras la eyaculación (edema pulmonar) se reblandece.

      Las crisis de asma nocturnas se han de interpretar de la misma manera; sin duda también muchos estados asmáticos diurnos crónicos.

      El espasmo pulmonar produce la perdida de la conciencia que lleva al dominio de lo ics.

      Cordiales saludos de Sandor

      Casi he olvidado de sacar las consecuencias terapéuticas. Para atajar una crisis ep.(5) se podría aplicar en lugar de tu método de la comprensión de la nariz, que he usado, tu método de presión de las rodillas sobre el vientre.

      Correspondencia 1921-1933. Sandor Ferenczi; Georg Groddeck. Colección del sillón de orejas. Colección del Lunar. 2003 IntroducciónTraducción y edición: Ángel Cágigas.

      NOTAS:

      1.- Se trata de la misma enfermedad de la que moriría Ferenczi diez años más tarde; a este respecto son reveladoras las frases que siguen y que hablan de la “voluntad de morir”, lo que quizás podría explicar su propia muerte.

      2.- La muerte de este niño, cuya gestación se desarrollaba paralelamente al análisis de la madre, no podía dejar indiferente a Ferenczi que a menudo evocaba su deseo de tener un niño y sus fantasías de embarazo.

      3.- Neologismo de las palabras ‘angustia' y ‘asma', en alemán ‘Angst´ y ´Asthma.

      4.- En: A propósito de la crisis epiléptica, en Ferenczi, S. Psicoanálisis III Espasa Calpe. Madrid, 1984, pp. 167-174.

      5.- Abreviatura de epiléptica.

    • Ferenczi a Georg Groddeck. Budapest, 9 de junio de 1923.

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

      Budapest, 9 de junio de 1923.

       Querido Georg ,

      Esta vez debo presentar una extraña escusa por mi largo silencio, tenía demasiado que decir – y además algo muy penoso-. Empezaré directamente por ahí. Nuestro profesor Freud está enfermo. Casualmente ha descubierto que su paladar se estaba deshaciendo. Le han encontrado una “leucoplaquia”, es decir, un pólipo plano que penetraba toda la mitad izquierda trasera del paladar invadiendo el ángulo del maxilar superior. Los médicos y especialistas (de los que ni el profesor ni Rank han podido obtener un diagnóstico totalmente franco) concluyeron en seguida que era necesario operar. Se han extirpado (es decir, el prof. Hayer, un estomatolaringólogo célebre, ha extirpado) los pólipos; aunque dejó una parte sobre la mandíbula que trata por radioterapia. En Pentecostés yo estaba en Viena, encontré al profesor bastante fresco pero muy anémico; no hablaba de su caso de manera pesimista pero cuenta con el hecho de que los médicos le ocultan el diagnostico de epitelioma. Sin embargo espera un desenlace favorable. Mi evaluación del caso varía según mi humor. Por ejemplo hoy lo veo muy negro. -Te pido que no hables con nadie de este asunto (a excepción de la Sra. Emmy)-.

      En mi caso también ha crecido el bocio (probablemente substernal) y me causa dificultades nocturnas que me dejan todo lo más la suficiente energía para despachar mis nueve horas diarias de trabajo que necesito para ganarme el pan, para la literatura no me queda nada. Pero pronto voy a dejar de trabajar y a ocuparme seriamente de realizar algunos de los proyectos acariciados desde hace largo tiempo (proseguir la elaboración de la teoría de la genitalidad). Pero como mis otros asuntos en común con Rank hacen necesario permanecer durante un tiempo bastante largo en contacto personal con él, desgraciadamente tengo que renunciar a la agradable idea de volver a veros este año, más aún cuanto que después del tiempo que pase con Rank voy a encontrarme con el Prof. (probablemente en el sur del Tirol).

      Como esperaba ha recaído sobre mi la elección para hacer una reseña de tu libro-Ello. Me reservo este trabajo también para las vacaciones. Pero puedo decirte desde ahora que pienso presentar como un particular mérito tu forma de considerar las cosas, el hecho de que jamás ceses de subrayar, al lado del padre, la importancia exorbitante de la madre. Las observaciones más recientes conducen todas en esta dirección, en todo caso esto no está reñido con el punto de vista científico (que tú despreciadas) de que el desarrollo histórico de la noción de la importancia de los padres -en sucesión inversa- también se manifiesta en el psicoanálisis. Por lo demás poca cosa que decir de nosotros. Mi mujer está muy activa y de buen humor, como siempre. Elma se aburre un poco y se consuela con episódicos dolores de estómago. Sarolta se ha restablecido de sus dolores en los ojos que la atormentaban desde hacía bastante tiempo.

      Aquí los extranjeros son aún más raro que en Baden-Baden. El Congreso Internacional de Psicólogos me ha invitado a Oxford, pero ha olvidado adjuntar las libras esterlinas necesarias.

      Cordiales saludos de nosotros dos para ti y para la Sra. Emmy

      tu Sandor

       Correspondencia 1921-1933. Sandor Ferenczi; Georg Groddeck. Colección del sillón de orejas. Colección del Lunar. 2003 Introducción. Traducción y edición: Ángel Cágigas.

    • Ferenczi a Georg Groddeck. Klobenstein bei Bozen, 5-8-1923.

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

      Klobenstein bei Bozen, 5-8-1923

       Querido Georg ,

      Hemos recibido noticias del Profesor que no son del todo desfavorables si bien nuestra preocupación por él está lejos de haberse alejado. Voy a encontrarme con él a lo largo del verano cerca del lugar donde reside actualmente (Lavarone, Trentino), quizás me enteré entonces de algo más preciso.

      Teniendo en cuenta la actual situación política de Baden-Baden cada vez puede tenerse menos en cuenta como lugar para el congreso. Se habla de Salzburgo. Pero todo es aún muy inseguro(1).

      He aprovechado la estancia en el hermoso pero tórrido Klobenstein para poner por escrito toda la teoría genital. Será un libro de unas cien páginas.

      Creo que estarás satisfecho de mí, y del nuevo libro de Rank(2). Un trabajo técnico de ciencia política (en común con Rank) que estudia las intenciones de reparación similares a la que tú reclamas. Aquí doy una sesión al día a una americana que me he traído, si no yo no podría gastar tantas liras.

      Hoy me ha consultado un interesante anciano inglés, te lo mando. Espero que también llegue.

      Mi mujer se encuentra bien. Me ayuda con aplicación en mi trabajo de escritura. Desde el punto de vista de la salud me va mejor desde hace algún tiempo. Periódicamente tengo (y siento) "extrasístoles" en el corazón. Duermo mejor, pero no del todo bien.

      De aquí nos iremos a alguna parte en las montañas (los Dolomitas).

      Hablamos a menudo de Baden-Baden, de la Sra. Emmy, de ti y de todos los de allí a los que hemos tomado afecto, y os saludamos cordialmente.

      Tu Sandor

      Correspondencia 1921-1933. Sandor Ferenczi; Georg Groddeck. Colección del sillón de orejas. Colección del Lunar. 2003 Introducción. Traducción y edición: Ángel Cágigas.

      NOTA:

      1.- Efectivamente el congreso de 1924 tuvo lugar en Salzburgo. Freud no pudo asistir a al congreso de Salzburgo debido a su precaria salud, Groddeck tampoco asistió. El 21 de diciembre de 1924 Freud le escribió a éste: (...) Me irrita naturalmente, un rasgo de su carácter que de buen grado desearía cambiar, aunque sé muy bien que no llegaría muy lejos. Lamento que quiera alzar un muro entre usted y los demás leones que llenan la jaula del congreso. Es muy difícil ejercer el psicoanálisis en calidad de solitario; pues se trata de una empresa exquisitamente comunitaria. Y en cualquier caso sería mucho mejor que todos rugiéramos o aulláramos a coro y en armonía, en lugar de que cada cual se limite a gruñir en su rincón. Ya sabe usted cuánto aprecio su amistad, pero desearía también transferir una parte de ella a los demás. Eso no haría más que beneficiar la cuestión. (...).

      2.- Probablemente se refiera a su libro Thalassa, ensayo sobre la teoría de la genitalidad , en Ferenczi S. Psicoanálisis III, Espasa-Calpe, Madrid, 1981; así como al de Rank El Trauma del nacimiento . Paidós, Barcelona, 1985, y al que hacen en común Entwicklungsziele der Psychoanalyse. [Desarrollos del psicoanálisis] Internationaler Psychoanalytischer Verlag, Viena, 1924.

    • Ferenczi a Georg Groddeck. Budapest, 8-10-1923.

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

      Budapest, 8-10-1923

       Querido Georg,

      Acabo de darme cuenta de que la proximidad de tu aniversario me da una buena ocasión de devolverte las felicitaciones que me mandaste por mis 50 años. No es preciso que te desee una larga vida pues sólo con que quieras puedes vivir eternamente; lo mismo para tu salud, la felicidad y todas las cosas que nosotros mortales ansiamos tan a menudo en vano. Así que me doy por satisfecho con testimoniarte en sumo grado mi alegría porque a tu Ello le plazca conservarte en tan buena forma y con tan buen humor. Nos alegramos también de saberte junto a otro Ello tan simpático que bien podría tener algún mérito en el hecho de que estés y sigas estando justo como estás.

      Desgraciadamente tengo que contarte una contrariedad sobre el Profesor. Se ha tenido que volver a aplazar la operación radical, probablemente se hará uno de estos días. Las perspectivas inmediatas deberían ser favorables. He visitado al Profesor hace algunos días en Viena y lo encontrado sereno y dispuesto.

      He comenzado las correcciones de la teoría de la genitalidad y del trabajo en común con Rank(1).

      Con afectuoso saludo para vosotros dos

      tu Sandor

      El Profesor ha hablado de ti muy amistosamente. De todas formas quizá sea mejor que no l e escribas hasta después de la operación

      Correspondencia 1921-1933. Sandor Ferenczi; Georg Groddeck. Colección del sillón de orejas. Colección del Lunar. 2003 Introducción. Traducción y edición: Ángel Cágigas.

       NOTA:

      1.- Se refiere a Thalassa y Entwicklungsziele der Psychoanalyse. [ Desarrollos del psicoanálisis].

    • Ferenczi a Georg Groddeck. Budapest, 25-10-1923.

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

      Budapest, 25-10-1923

       Querido Georg,

      En lo referente al estado del Profesor puedo comentarte lo siguiente. Le han hecho una operación preliminar (ligadura de la carótida externa). Tres o cuatro días más tarde le han vuelto a seccionar un tercio del maxilar derecho y un segmento de la mandíbula. Enseguida le han puesto en su lugar una prótesis y le han recubierto el hueco con un trozo de piel trasplantado. La segunda operación ha durado tres horas. El Profesor ha soportado y soporta todo esto heroicamente. Tras algunos días febriles se ha restablecido y podría abandonar la clínica a finales de semana para regresar a su casa. Parece que va bien. El fragmento extraído muestra que se ha arrancado toda la parte enferma. Todos esperamos lo mejor.

      Estoy profundamente sumido en el trabajo. Para poder vivir decentemente debo trabajar 10 horas. Pero la cosa va bien encarrilada y me interesa cómo hace 17 años, cuando comencé a practicar el análisis.

      Pensamos a menudo en vosotros, sobre todo en esos duros combates de vuestra patria que tanto sentimos. El odio a los franceses es intenso en nuestro país, pero la alta política parece querer entenderse con ese pueblo de bandidos.

      Danos de nuevo algo divertido para leer.

      Con afectuosos saludos a la Sra. Emmy y para ti

      Tu Sandor

      Correspondencia 1921-1933. Sandor Ferenczi; Georg Groddeck. Colección del sillón de orejas. Colección del Lunar. 2003 Introducción. Traducción y edición: Ángel Cágigas.

    • Ferenczi a Georg Groddeck. Budapest, 30 de junio de 1924.

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

      Budapest, 30 de junio de 1924

       Querido Georg,

      Seguramente ahora me toca a mí escribirte. No te he escrito durante mucho tiempo pues no sabía cómo organizar mi verano. Tenía a la vista la invitación americana, pero se marchitó hasta no ser más que una "posibilidad ulterior".(1) Ahora queremos pasar el mes de junio en una casa de huéspedes cerca de Budapest (trabajo a media jornada). A continuación probablemente iremos a Suiza para regresar finalmente por Baden-Baden donde queremos quedarnos al menos 2 semanas.

      El Congreso de Salzburgo en efecto fue decepcionante; pero finalmente las cosas han transcurrido relativamente en calma.

      El pasado domingo estuve en Viena. El Prof. Freud está en condiciones de trabajar. Ningún rastro de recaída, pero subalimentado y débil. Se va a ir algún sitio de la región de Semmering (en los próximos días).

      Me alegraría mucho que tu amigo Roeder(2) se decidiera a llamar mi atención sobre los errores más groseros de la "teoría gen".(3)

      Me satisface tu elasticidad(4), y espero que me convenzas personalmente en verano. A mí me va regular. Durante estas vacaciones me gustaría redactar: 1.- nuevos puntos de vista y nuevas posibilidades de ayuda en la técnica activa, 2.- el lazo entre la práctica analítica y la teoría genital.

      Gizella, Elma, Sarolta y Zsuka están bien y os saludan cordialmente. Hablamos mucho de la Sra. Emmy y le seguimos teniendo una simpatía inquebrantable. Saludos de tu

      Sandor

      NOTAS:

      1.- Finalmente realizó este viaje en 1926

      2 .-Roeder von Diersburg, amigo y paciente de Groddeck que se dedicaba a la filosofía.

      3 .-Se refiere a su teoría de la genitalidad

      4.- Alude a la idea de Groddeck que desarrolló en elasticidad de la técnica psicoanalítica, en Ferenczi S. Psicoanálisis IV, Espasa-Calpe, Madrid, 1984, pp. 59-72.

    • Ferenczi a Georg Groddeck. Budapest, el 18 de abril de 1925.

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

      Budapest, el 18 de abril de 1925

       Querido Georg ,

      Todos aquéllos a los que he dados tus recuerdos te devuelven tu amabilidad de todo corazón.

      De mi hay poco nuevo que decir. Mi práctica aumenta en la medida en que el número de americanos que vienen a verme crece, lenta pero regularmente. Bien es cierto que los casos de neurosis me parecen mucho más interesantes que los análisis de los llamados sanos o de los discípulos. Pero pese a todo me dan ocasión de aprender algo nuevo, lo que constituye el mayor placer de mi vida, de otra forma monótona y fatigosa. Una de mis últimas sorpresas es constatar la enorme importancia del prepucio, descuidada hasta ahora. Me gustaría poner sobre la mesa estas cosas en el Congreso de Hamburgo, así que no te las cuento aquí; te pido no mencionar este tema a nadie por el momento; ¿por qué? -un día te lo diré personalmente-.

      El asunto con Rank ha tomado un mal cariz en estos últimos tiempos. Ha regresado de América como general vencido encontrando su puesto en Viena ocupado por otros. El hecho de que recientemente hayamos escrito un libro juntos(1) ha provocado muchas habladurías sobre mis relaciones con el Profesor (con el que siempre estoy a buenas). Rank está profundamente deprimido. Berlín(2) está 'en vogue'.

      Una de mis americanas tiene un conocido que creo que tendría un sitio en Marienhöhe. Ya le he escrito. ¿Cómo va el Señor v. Bakonys? No me ha escrito aunque me lo había prometido. ¿Podrías alojar en tu casa a un publicista húngaro que sufre una enfermedad renal? Si es así dime cuál es el precio mínimo por día.

      Islandia parece haberse malogrado ya que no decís nada concreto al respecto. Un viaje así debe prepararse con mucha antelación.

      Nuestros meses de vacaciones son agosto y septiembre, el Congreso será la cesura. Durante el primer mes de vacaciones trabajaré a medio gas, durante el segundo absolutamente nada.

      Mis recuerdos más cordiales para la Sra. Emmy y para ti

      De tu Sandor.

       Correspondencia 1921-1933. Sandor Ferenczi; Georg Groddeck. Colección del sillón de orejas. Colección del Lunar. 2003 Introducción. Traducción y edición: Ángel Cágigas.

      NOTAS:

      1.- Se trata de Entwicklungsziele der Psychoanalyse. [Desarrollos del psicoanálisis]. Los capítulos 1,3 y 5 los escribió Ferenczi y los capítulos 2 y 4 Rank.

      2.- Se refiere así a Abraham.

    • Ferenczi a Georg Groddeck. Sorrento, hotel Vittoria, 13 de septiembre de 1925.

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

      Sorrento, hotel Vittoria, 13 de septiembre de 1925

       Querido amigos,

      ¡Qué sorpresa cuando al abrir El arca(1) esta mañana mi nombre nos ha saltado a la vista a los dos! Y cuál no fue mi orgullo al ver que en mi cumpleaños te da a tí querido -¿cómo llamarte? Georg no debo, Pat no quiero(2)- amigo la ocasión de comunicar tantas cosas inteligentes a tus lectores. Una querría cumplir años todos los días, resulta algo tan bonito. Después de mucho ir y venir hemos aterrizado en Sorrento, a pesar del mal tiempo aún no lamentamos nuestra elección. Cada día pensamos en vosotros con afecto y reconocimiento, y nos alegramos de que el dos de octubre nos reunamos de nuevo, aunque no sea más que por un día, pero luego nos volveremos a ver en Budapest. ¡es maravilloso!

      Os abraza

      Vuestra Gizella

       A mí no me han nombrado en El arca pero me alegro de volver a escribiros. Es decir, que casi me he olvidado de escribir, tan lejos me queda ahora todo lo que tenga que ver con el saber. Llevo una existencia completamente animal, me baño varias veces al día, ya en salado ya sin salar, como y bebo aunque la verdad muy moderadamente, cosa que en vista de lo que cuesta me cuesta no poco esfuerzo; además duermo bastante bien y por el momento sin problemas; las otras funciones también marchan bien.

      Se me acaba de ocurrir que todo esto es mentira ya que ayer leí algo de Freud y he encontrado, creo, un bonito suplemento a la explicación de la función del juicio(3).

      Con mis mejores deseos y esperando que nos volvamos a ver pronto

      Vuestro Sandor

       Después de tu partida he oído en varias ocasiones juicios muy favorables referentes a tu conferencia de Hamburgo.

       Correspondencia 1921-1933. Sandor Ferenczi; Georg Groddeck. Colección del sillón de orejas. Colección del Lunar. 2003 Introducción. Traducción y edición: Ángel Cágigas.

      NOTAS:

      1.- Die Arche, publicación quincenal que apareció entre 1925 y 1927, Groddeck la editada y la escribía casi íntegramente.

      2.- Pat era el sobrenombre de Georg, derivado de Patrick Marchand, un amigo de sus padres y su padrino; por otro lado el autor de las cartas que componen El libro del Ello firma como Patrick Troll.

      3.- Se trata de La negación, en Freud, S. Obras completas, Orbis, Barcelona, 1988, pp. 2884-2886; escrito en el verano de 1924.

    • Ferenczi a Georg Groddeck. Budapest, 6 de diciembre de 1925.

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

      Budapest, 6 de diciembre de 1925

       Querido Amigo,

      Anteayer llegó una carta de Freud en la que me habla de los importantes problemas que le ha causado la operación, en sí mínima. Por eso no estaba en condiciones de hablar contigo más de una hora(1). Aparte de eso, estaba cansado y perturbado en su actividad. Escribe que siente por ti una simpatía personal, que aprecia tu descubrimiento de la influencia psicoanalítica sobre lo orgánico, menciona tus indicaciones sobre el “Ello” en el proceso orgánico; pero esta menos contento con tu manera de poner tus ideas en práctica.

      Con nosotros no pasa nada esencialmente nuevo. En Navidad probablemente vayamos a Viena, donde debo discutir con Rado(2) y algunos otros sobre la composición del número conmemorativo de la revista(3). Mi estado de salud y de ánimo “fluctuat nec mergitur”. En conjunto, más bien mejor.

      Kovács(4) parece sufrir más que antes. No puede andar más de diez minutos seguidos sin tener una crisis dolorosa. Creo que le volverás a ver pronto.

      Mi trabajo me satisface. Creo que en mi la técnica se cristaliza sola poco a poco, y con ella la comprensión del psiquismo sano y enfermo.

      Recibo pocas alegrías por parte de mis colegas, a decir verdad tampoco nada particularmente penoso. Por mi parte más bien indiferencia.

      En los asuntos familiares me esfuerzo por dentro y por fuera por aclarar algo. Admito que debo dar el primer paso identificando y reconociendo como tales ciertas cosas indispensables que toda mujer tiene en cuenta por las razones psíquicas más profundas. Estoy pensando, naturalmente, en las necesidades “narcisistas” de las mujeres.

      Lástima que vivas tan lejos; ha sido muy bonito tener un amigo cerca.

      En realidad, el aire de Baden-Baden es de una forma u otra más provechoso para nuestra intimidad.

       Saludos de mi parte a la querida Emke, tu compañera fiel en tu casa, como en tu lucha. Nos ha dejado una fuerte impresión aquí.

       Tu Sandor

      NOTAS:

      1.- En noviembre de 1925 Groddeck le hizo una visita a Freud; éste estaba transido pues había sufrido una operación el día anterior.

      2.- Se trata del antes mencionado Sandor Rado

      3.- Se refiere a International Zeitschrift für Psychoanalyse.

      4.- Frederic Kovács, marido de la psicoanalista discípula de Ferenczi, Vilma Kovács, hizo una cura en el sanatorio de Groddeck a primeros de 1927 de la que se conservan sus impresiones.

      Correspondencia 1921-1933. Sandor Ferenczi; Georg Groddeck. Colección del sillón de orejas. Colección del Lunar. 2003 Introducción Traducción y edición: Ángel Cágigas.

    • Ferenczi a Georg Groddeck. Budapest, 7 de enero de 1926.

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

      Budapest, 7 de enero de 1926

       ¡Querido Georg, querida Emke!

      Durante este tiempo he ido a vuestro país para representar al Profesor en el entierro de Abraham. En Berlín un amigo de A.(1) (un analista) me dijo más o menos que A. casi había estado esquivando cualquier influencia analítica y que por así decir se había expuesto voluntariamente a los golpes mortales de la cirugía. Ya medio agonizante fue laparatomizado, al parecer fue completamente inútil, la placa ventral se abrió durante un acceso de tos (peritonitis).

      En Berlín era muy querido. Eitingon, que ocupa su puesto, no podrá reemplazarle más que en el plano de la organización. El Profesor ha expresado el deseo de que me mude a Berlín; algunos de los berlineses más jóvenes (Simmel, Alexander) parecen aprobar esta idea. Estos planes no se acomodan del todo a mi pasividad.

      Aquí no hay nada de particular. En Navidad estuvimos en Viena, donde me sorprendió la noticia de la muerte de A. Mi mujer partió para Budapest y Zúrich, yo hacía Berlín.

      Estuvo bien que esta vez nos hayamos podido volver a ver también en otoño. Pero seguro que no os escapareis este año de mi visita de verano -no os librareis de nosotros tan fácilmente-.

      Sarolta está aquí. Psíquica y corporalmente tiene mucho mejor aspecto que en Roma; evidentemente su situación con el “avvocato” es insoportable. No quiere aceptar vuestra invitación y no tiene dinero. Nada le gustaría más que ir allí pero no se siente en condiciones de concederse ese placer.

      Tampoco Kovács puede o quiere concederse esa larga ausencia de su casa y de sus asuntos. Quizá se contente con encontrar en Viena una ayuda analítica con el Doctor Deutsch.

      Trabajó mis casos con aplicación, aprendo siempre más. Pero la elaboración de proyectos siempre se ve obstaculizada por el displacer.

      Nos alegramos mucho de que estuvieseis a gusto aquí y contamos con que esta prueba o incite a repetir.

      Gracias por vuestro telegrama de año nuevo

      vuestro Sandor

       NOTA:

      1 .- Se refiere a Abraham

      Correspondencia 1921-1933. Sandor Ferenczi; Georg Groddeck. Colección del sillón de orejas. Colección del Lunar. 2003 Introducción Traducción y edición: Ángel Cágigas.

    • Ferenczi a Georg Groddeck. Budapest, 26 de junio de 1926.

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

      Budapest, 26 de junio de 1926

       Querido Amigo,

      Hace mucho tiempo que no te he escrito. Entretanto he estado sometido a fuertes influencias que querían hacerme optar por renunciar al viaje a América y mudarme a Viena para hacerme cargo de la presidencia. El Prof. Freud estaba mucho más por lo de Viena y contra América. He vacilado mucho tiempo pero finalmente me he decidido a llevar adelante el proyecto americano. No tengo ninguna posibilidad de ganar allí mucho dinero, sin embargo espero consolidar así mis relaciones con el extranjero. No sé qué pasará después. Queremos pasar en todo caso por Baden-Baden al ir hacia París y al puerto francés donde embarquemos. Nos alegramos mucho de la perspectiva de estar con vosotros. Nuestra llegada a vuestra casa debería rondar finales de agosto o más probablemente principios de septiembre.

      Vivimos ahora, hasta mediados de agosto, en una villa-pensión cerca de Budapest (Dirección: Budapest I Martonhegut 45, villa Montana)

      Tenemos un tiempo miserable pero a pesar de todo es mucho más agradable aquí que en el sombrío apartamento de Nagydiofa u, 3.

      Cordiales saludos de nosotros dos para ti y la querida Emke

      Tu Sandor.

       Correspondencia 1921-1933. Sandor Ferenczi; Georg Groddeck. Colección del sillón de orejas. Colección del Lunar. 2003 Introducción Traducción y edición: Ángel Cágigas.

    • Ferenczi a Georg Groddeck. Budapest, 27 -7-1926.

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

      Budapest, 27-7-1926

       Querido Georg,

      Cada vez es más probable que nos quedemos unos 8 días en Semmering, después otro tanto en Múnich, donde espero tener una profunda conversación con la señora Lou Salomé, y algunos días en los paisajes de montaña. Así que deberíamos estar en vuestra casa hacia el 6-8 de sept. y quedarnos allí unos 8-10 días. La etapa siguiente, hasta el puerto, es aún incierta (Hamburgo o Cherburgo) y depende de las circunstancias polit. en París(1)

       Saludos cordiales para todos

      de los Ferenczi

       NOTA:

      1 .- Hace alusión a la agitación que rodeó la caída del franco y a la candidatura de Poincaré a la presidencia apoyado por la gran banca y el capital tras el fracaso del gobierno de izquierdas.

       Correspondencia 1921-1933. Sandor Ferenczi; Georg Groddeck. Colección del sillón de orejas. Colección del Lunar. 2003 Introducción Traducción y edición: Ángel Cágigas.

    • Ferenczi a Georg Groddeck. Múnich, 30 de agosto de 1926.

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

      Múnich, 30 de agosto de 1926

       Queridos amigos,

      Hemos festejado el cumpleaños de Gizella aquí, en Múnich, donde nos hemos encontrado con la Señora Lou Salomé. Antes hemos pasado una semana en Semmering, en casa del Prof. Freud. Probablemente nos llevaremos a la Sra. Salomé con nosotros a Baden-Baden, será nuestra invitada; se quedará allí 2-3 días. ¿Cuando llegaremos a vuestra casa? Aún no lo sabemos, probablemente a partir de este jueves. De todas formas os telegrafiaremos. Nos alegramos de que nos volvamos a ver pronto. Por favor, avisad también a mi cuñada, si aun reside allí.

      Afectuosamente

      Vuestros Sandor y Gizella

       P. D. En la medida de lo posible os rogamos reservéis las habitaciones en Marienhöhe para Salomé y nosotros; si no hay sitio para la Señora Salomé queremos alojarla lo más cerca posible.

      Correspondencia 1921-1933. Sandor Ferenczi; Georg Groddeck. Colección del sillón de orejas. Colección del Lunar. 2003 Introducción Traducción y edición: Ángel Cágigas.

    • Ferenczi a Georg Groddeck. Por el 13 de octubre de 1926.

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

      Por el 13 de octubre de 1926

       Querido Georg Groddeck,

      Te felicito de corazón por tu 60 cumpleaños. Al revisar con esta ocasión la historia de nuestra amistad recuerdo que comenzó sobre un terreno impersonal puramente científico, en forma de una correspondencia entre tú, Freud y yo, sobre la posibilidad de aplicar el psicoanálisis a la medicina orgánica. Después he aprendido a conocerte, como hombre y como médico, pues yo mismo sufro orgánicamente, y no pasa un año sin unas semanas de reposo, tranquilidad y conversaciones íntimas en tu cálido hogar de Baden-Baden. Subsisten entre nosotros acusadas diferencias sobre el método científico que empleamos; pero poniendo buena voluntad siempre hemos conseguido superar esas diferencias formales y armonizar nuestras opiniones en lo esencial. He aprendido mucho del despreocupado coraje con el que “has tomado por medio del cuerpo” el psicomorfismo de lo orgánico. Pero permíteme jactarme de haber tenido alguna influencia sobre tu evolución. En cualquier caso, el psicoanálisis te es deudor de importantes impulsos; los mejores de entre nuestra profesión lo saben muy bien, aun cuando la literatura, como una gran madrasta, maltrate un poco tus derechos de prioridad. Como no pareces dar gran valor a las cuestiones de prioridad esta diligencia no te trastornara demasiado. Puedes estar seguro del reconocimiento de pacientes y amigos.

      Esperando el próximo jubileo, cordiales saludos

      de tu Sandor Ferenczi

       Correspondencia 1921-1933. Sandor Ferenczi; Georg Groddeck. Colección del sillón de orejas. Colección del Lunar. 2003 Introducción Traducción y edición: Ángel Cágigas.

    • Ferenczi a Georg Groddeck. Budapest, 6 de marzo de 1927.

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

      Budapest, 6 de marzo de 1927

       Queridos amigos,

      para empezar algunas noticia.

      1° Hace algunas semanas Freud no se sintió bien; problemas cardíacos. El Dr. Levy de Budapest y el Prof. Brown (Viena) le enviaron al Cottage-Sanatorium, donde según lo que nos ha escrito se ha restablecido. El Dr. Levy dice que los problemas no son graves.

      2° mis antiguos discípulos y pacientes de América me han invitado a través de la New School for Social Research de allí a pronunciar una serie de conferencias. En principio he aceptado y si es posible encontrar un número suficiente de sesiones privadas haré (o más exactamente haremos) la travesía a últimos de septiembre y nos quedaremos allá todo el otoño, el invierno y la primavera. En septiembre pasaremos por Baden-Baden, y esta vez sin pacientes. Nos gustará mucho alojarnos de nuevo en vuestra casa; al menos durante un corto período.

      3° Mi salud fluctuaba hasta fecha reciente. Por el momento parece que he encontrado la dosis correcta de conocimiento de mí mismo y de terapia.

      ¡y ahora lo vuestro!

      Hacednos saber por fin algo de vosotros. Sabemos algunas cosas por El arca pero esto no nos basta -ni de lejos-. Casi en cada número de El arca encuentro algo interesante -y también aquí y allá pequeños dardos contra los analistas de mi género y contra las pequeñas demostraciones activas-.

      ¿Qué hacen la Srta. Collins y la Sra. Inman? El Dr. Inman me escribió por Año Nuevo, pero no mencionó a su mujer.

      ¿Y qué tal vais? ¿Habéis ido ya a la cabaña del bosque?

      Adjunto las simientes de flores de California que mi mujer os había prometido. Espero que florezcan bien delante de la cabaña.

      Y tras esto: cordiales saludos y afectuosos abrazos (o a la inversa).

      De vuestro sandor

       Correspondencia 1921-1933. Sandor Ferenczi; Georg Groddeck. Colección del sillón de orejas. Colección del Lunar. 2003 Introducción Traducción y edición: Ángel Cágigas.

    • Ferenczi a Georg Groddeck. Nueva York, 26 abril de 1927.

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

      Nueva York, 26 abril de 1927

       Querido George y querida Emmy,

      Gizella ha ido a los Ángeles, de visita a casa de su hermana; está ausente desde hace casi 2 semanas. A mediados de mayo habré acabado con el trabajo ordinario aquí, no tendré más que los últimos compromisos que cumplir, viaje a Washington, etc.; el 2 de junio saldremos de aquí para hacer ruta -navegar- (paquebote New York de la línea Hamburgo-América) hacía Londres donde llegaremos sobre el 10 de junio y, tras una corta estancia en París, pensamos llegar a Baden-Baden hacia el 20-25 de junio, en caso de que tuvieseis sitio para nosotros.

      Mi intención es descansar unas 3 semanas, después de continuar el trabajo en vuestra casa de Baden-Baden.

      Me alegro infinitamente de que nos volvamos a ver y de presentarme ante usted al término de esta campaña americana auténticamente salvaje.

      Georg, en mis conferencias no dejó de citarte y de alabarte como el representante del psicoanálisis 'in organicis'.

      Habría diferentes cosas que decir de mi estado personal -para esto espero a llegar allí-. En conjunto: regular.

      Beneficio global de mi estancia: Los ingresos de 2 a 2,5 veces superiores a lo que gano en casa, muchos "honores" y varios servicios rendidos a la causa del psicoanálisis. -Para esto, un enorme trabajo, muy fatigoso-.

      A última hora aún intento reunir un poco de dinero para la editorial. Dudo mucho del resultado.

      ¡Cordiales saludos! Aspiro casi con nostalgia a la calma que encontraré a vuestro lado

      Sandor

       Correspondencia 1921-1933. Sandor Ferenczi; Georg Groddeck. Colección del sillón de orejas. Colección del Lunar. 2003 Introducción Traducción y edición: Ángel Cágigas.

    • Ferenczi a Georg Groddeck. 25 de octubre de 1927.

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

      25 de octubre de 1927

       Queridos Pat y Patin,

      Nos hemos alegrado mucho de tener noticias vuestras. Siempre emana un espíritu de bella armonía y de alegría -a pesar de los muchos golpes de la vida-. Pero no me quejo gran cosa, no obstante la alternativa Viena-Budapest, que no está aún totalmente zanjada y no deja que se establezca una atmósfera tranquila. Tampoco la situación social y política en nuestro país está completamente consolidaba todavía, aunque las condiciones sean considerablemente mejores después de nuestra ausencia. Hay algo trágico cuando al cabo de 50 años durante los cuales uno piensa y se siente en su patria como en su casa se discute su pertenencia a la comunidad nacional(1). Sin esto, me decidiría sin duda por Budapest.

      Trabajó poco en este momento -5-6 horas al día-; sin embargo en contra de lo esperado no hago nada durante mis horas libres. Holgazaneo.

      Es gracioso cómo me siento repentina y completamente despegado de América. Ahora todo no es más que un sueño.

      De vez en cuando querido Pat, te envió un enfermo. Pero tú sabes cuán raro es "¡que lleguen!".

      O saludo a los dos muy cordialmente.

      Sandor

       NOTA:

      1 .- Alusión al aumento del antisemitismo en Hungría bajo el régimen del almirante Horthy.

      Correspondencia 1921-1933. Sandor Ferenczi; Georg Groddeck. Colección del sillón de orejas. Colección del Lunar. 2003 Introducción Traducción y edición: Ángel Cágigas.

    • Ferenczi a Georg Groddeck. 27 de julio de 1928.

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

      27 de julio de 1928

       Queridos amigos,

      ¡Como agradecer toda vuestra gentileza! La mejor manera, ciertamente, es declararme incapaz de mostrarme digno de vuestra amistad; al menos me falta para esto toda espontaneidad expresiva. Dejemos esto.

      Celebrar las fiestas, dar y recibir con gracia, es una especialidad de Marienhöhe. Aquí, en Budapest, todo ha sido de otra forma. Hubo una comida formal en un restaurante, sin verdadero ambiente. Los miembros de nuestro grupo no alcanzaron a decirme una palabra amable, o a sacar una de mí. Me alegré de que acabase.(1)

      El caso particularmente difícil de una persona que no podía seguirme a Alemania ha sido el principal obstáculo para que os podamos visitar esta vez. Es posible que haya habido al lado de esto la sorda intuición de esa "muda" que está empezando a la que aludes y cuya evolución quizá no quiero perturbar. Creo que mi evolución tampoco se estanca y sigue abierta a la cuestión de si en este momento nuestras concepciones coinciden en todos los puntos. Pero sea como fuere, como seres humanos estaremos siempre próximos el uno del otro. Creo que reconocemos mutuamente la honestidad de nuestras intenciones.

      Nuestro plan para el otoño es provisionalmente España. ¿No estaría bien adaptar nuestros respectivos planes de alguna manera, o quizás piensas, querido Georg, que el aislamiento es por el momento preferible? A veces pienso en ir a poner en orden, en algún sitio en calma y soledad, ciertas cosas que me preocupan.

      Las líneas de la querida Emke testimonian su entusiasmo y su indestructible alegría que tanto nos gustan. Por un instante, con la lectura de su carta, ha surgido ante nosotros, vívida, la dulce imagen de vuestra casa y de la cabaña.

      Cordiales saludos de los dos para vosotros y para todos los buenos amigos,

      Vuestro Sandor

       NOTA:

      1.- Probablemente se trata de la fiesta del 55 cumpleaños de Ferenczi, había nacido el 7 de junio de 1873.

      Correspondencia 1921-1933. Sandor Ferenczi; Georg Groddeck. Colección del sillón de orejas. Colección del Lunar. 2003 Introducción Traducción y edición: Ángel Cágigas.

    • Ferenczi a Georg Groddeck. Granada, 17 de octubre de 1928.

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

      Granada, 17 de octubre de 1928

       Queridos amigos,

      Ni siquiera hemos podido felicitar a Pat por su cumpleaños -¡no sabíamos dónde estabais!-. Así que, ¡que todo vaya bien el futuro!. Ojalá el Doctor conserve el eterno frescor de su juventud para alegría de todos sus allegados. Espero con interés y curiosidad los resultados de sus nuevos desarrollos.

      Descansó en España. Teneís que venir alguna vez: la atmósfera, los colores, la gente, las antigüedades, son incomparables. El traductor madrileño de Freud quiere que de una conferencia en el viaje de vuelta. Hablaré en francés; el traducirá al español.

      Aparte de esto los médicos son medio breuerianos o medios junguianos, sin haber sido jamás freudianos.

      El 5 salgo para Budapest.

      Cordialmente vuestro Sandor

        Correspondencia 1921-1933. Sandor Ferenczi; Georg Groddeck. Colección del sillón de orejas. Colección del Lunar. 2003 Introducción Traducción y edición: Ángel Cágigas.

    • Ferenczi a Georg Groddeck. Budapest, 12 de febrero de 1929.

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

      Budapest, 12 de febrero de 1929

       Querido amigo,

      en la carta que te adjunto encontrarás la explicación de mi telegrama de ayer. Suscribiendo completamente las líneas de las líneas de la Sra. v. Tesrys, es decir rogándote satisfacer en lo posible el deseo que ellos expresaron, añado además que la Sra. v. T., dama extremadamente inteligente y de gran altura moral, viuda del Director de nuestro Museo de Historia del Arte, es una excelente periodista. (escribe para Frankfurter Zeitung, Pester Lloyd, New York Times, etc).

      A mí me va regular. Acabo con mis síntomas y sintomitas de diversas formas -tan pronto así como asá-. En conjunto: regular. Hago netos progresos en la comprensión intuitiva de la esencia de las neurosis -la terapia también mejor esencialmente-. Quizás un día me anime a comunicar también a otros estas ideas. Tengo pocas noticias de la vida de la Asociación. La semana pasada pasé un día en Viena. El Prof. va mucho mejor desde el reajuste su prótesis en Berlín. De nuevo le satisface trabajar.

      ¿Qué tal en Inglaterra?(1) ¿y en Berlín ?

      Por favor escríbenos en cuanto puedas. Pensamos muy muy a menudo en vosotros

      NOTA:

      1.- Groddeck había dado en Londres una conferencia en el marco del Congress for Sex Research sobre el tema de las afecciones orgánicas como forma de expresión de la sexualidad.

      tu Sandor

       Correspondencia 1921-1933. Sandor Ferenczi; Georg Groddeck. Colección del sillón de orejas. Colección del Lunar. 2003 Introducción Traducción y edición: Ángel Cágigas.

    • Ferenczi a Georg Groddeck. Baden-Baden, 13-6-1929.

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

      Baden-Baden, 13-6-1929

      Querido Sándor,

      El azar, o más exactamente mi librero, me ha hecho saber de tu audaz salto de lo psíquico a lo orgánico(1), y ahora no sé cómo arreglármelas contigo. Quizás encuentres una salida, lo que estaría bien para los dos.

      En primer lugar, no se trata de un salto audaz; te he llevado a estas ideas muy suave y prudentemente. Tal prudencia era necesaria pues tu mismo me habías contado cómo actuaste con mis primeras comunicaciones a Freud. Si quería obtener un resultado contigo tenía que actuar con suavidad.

      A continuación reivindico mi propiedad. Ciertamente jamás he tenido este descubrimiento por una propiedad mía. Para esto tendría que anular mi saber en lo que concierne al pensamiento de personas fallecidas hace mucho tiempo, y no lo habría conseguido pues mucho de lo que sé proviene de ahí(2). Pero a pesar de todo sigue siendo de mi propiedad pues lo he adquirido con largos años de trabajo.

      Si nos referimos a los términos, ciertamente puedes decir que te las has arreglado hábilmente en tu artículo, pues ni la teoría genital ni ese desgraciado nombre de Bioanálisis puede reclamarlo nadie. Pero no así lo que hay entremedio.

      Reconozco que no es fácil batirse en retirada en tal asunto. Pero es necesario. ¡Por favor, reflexiona! Nosotros no vamos a Oxford.(3).

      Con nuestra vieja amistad y los saludos más cordiales

      de los dos para ti y los tuyos

       NOTAS:

      1.- Se trata de Masculino y femenino, en Ferenczi S. Psicoanálisis IV, Espasa-Calpe, Madrid, 1984, pp. 73-83.

      2.- Entre estas fuentes cabría destacar el nombre de Schweninger o el de Goethe, principalmente.

      3.- El 11° Congreso Internacional de Psicoanálisis se celebró en Oxford en agosto de 1929. Ferenczi leyó un artículo titulado Principio de relajación y neocatarsis, en Ferenczi S. Psicoanálisis IV, Espasa-Calpe, Madrid, 1984, pp. 91-108; donde admitía la prioridad de Groddeck en las ideas que exponía; además le envió un telegrama reconciliatorio que no se ha conservado.

       Correspondencia 1921-1933. Sandor Ferenczi; Georg Groddeck. Colección del sillón de orejas. Colección del Lunar. 2003 Introducción Traducción y edición: Ángel Cágigas.

    • Ferenczi a Georg Groddeck. St Moritz, Hotel Schweizerhoft, 7-7-1929.

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

      St Moritz, Hotel Schweizerhoft, 7-7-1929

       Querido amigo,

      Esta fecha me da la ocasión de confirmaros a tí y a Emke mis cariñosos e inalterable sentimientos.

      Mi telegrama y la petición de un pronto esclarecimiento se refieren al parágrafo que -por intermedio de tu librero- te ha hecho recordar tus derechos de propiedad. Te agradecería que me dieras una respuesta. Por otro lado, también te ruego comunicarme en detalle todos los reproches para encontrarme en posición de examinar el material y -si mi conciencia me lo impone y en la medida en que me lo imponga- darte satisfacción.

      Trabajo aquí, en lugar de en Budapest, huyendo del recuerdo del calor tropical húngaro del pasado año; en su lugar encuentro este frío desmesurado pero también mucho sol.

      Con saludos cordiales de casa a casa

      tu Sandor

      Correspondencia 1921-1933. Sandor Ferenczi; Georg Groddeck. Colección del sillón de orejas. Colección del Lunar. 2003 Introducción Traducción y edición: Ángel Cágigas.

    • Ferenczi a Georg Groddeck. St Moritz, Hotel Schweizerhoft, 16-08-1929.

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

      St Moritz, Hotel Schweizerhoft, 16-08-1929

       Querido amigo,

      Has interrumpido la continuación de nuestra discusión referente a ciertos malentendidos entre nosotros que aún me son completamente incomprensibles; no obstante esto no constituye para mí un obstáculo a la prosecución de nuestras relaciones amistosas.

      Hoy llego con una pregunta, o más bien una petición. Estoy aquí en St Moritz (Hotel Schweizerhoft) desde julio, como de costumbre acompañado de pacientes y discípulos que no quería tratar en Budapest con todo el calor. Pero demasiada altitud no me sienta bien. Los estados cardiacos provocan más a menudo que antes problemas respiratorios de madrugada, etc. Naturalmente, sueño con volver a vuestra casa para restablecerme. Así que querría preguntarte sí tienes para nosotros un sitio donde (como otras veces) también pueda trabajar. Si es posible, querría alojar también a una de mis discípulas, a la que conoces (Sebern), en vuestra casa, pues se encuentra en una fase crítica.

      Confío en que me dirás con la franqueza que te es habitual si este plan os conviene, o si preferís que trabaje en otro sitio en vez del sanatorio, lo que también aceptaría, aunque esto no me fuese tan cómodo como lo otro.

      Con cordiales saludos de Gizella y mío, para ti y para Emke

      tu viejo Sandor Ferenczi

      Correspondencia 1921-1933. Sandor Ferenczi; Georg Groddeck. Colección del sillón de orejas. Colección del Lunar. 2003 Introducción Traducción y edición: Ángel Cágigas.

    • Ferenczi a Georg Groddeck. 28 de octubre de 1929.

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

      28 de octubre de 1929

       Querido Pat, querida Emke,

      Una vez más, ¡muchas gracias por todo! Este año fue para mí una verdadera "relajación", -¡gracias a vosotros!-.

      El viaje fue aceptable -incluso el ad.(1) se esforzó en ser lo menos desagradable posible-. Hemos llegado sin tropiezos. La familia nos esperaba en casa. Se sentía el hogar. Todo el mundo ha pedido noticias vuestras, en particular Zsuka(2). Elma llega en 2-3 días.

      Me temo que los pacientes (los antiguos) me van a desbordar, prácticamente ninguno quiere interrumpir. Ni hablar de aceptar otros nuevos.

      En cuanto a los asuntos de la Asociación, intentaré pasárselos a los más jóvenes.

      Saluda de nuestra parte a la cabaña, la casa y a todos los habitantes de vuestra ínsula.

      Con boca, manos y besos

      Sandor

      NOTA:

      1.- Abreviatura de aduanero.

      2.- Zsuka, diminutivo de Zsófia, la hermana menor de Sandor

       Correspondencia 1921-1933. Sandor Ferenczi; Georg Groddeck. Colección del sillón de orejas. Colección del Lunar. 2003 Introducción Traducción y edición: Ángel Cágigas.

    • Ferenczi a Georg Groddeck. Budapest, 15 de junio de 1930.

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

      Budapest, 15 de junio de 1930

       Querido Pat, querida Patin,

      El escritor de cartas más perezoso del mundo se ha decidido sin embargo a dar un signo de vida. ¡Ah, sí al menos fuese verdad ese asunto de la transmisión del pensamiento! Entonces estaríais informados de todo, sabríais también cuán a menudo pensamos en vosotros, hablamos de vosotros.

      Un breve resumen informativo sobre el año pasado o qué está pasando (quoad me): casi siempre malas noches con dolores de cabeza y problemas respiratorios; sin embargo, después de innumerables tentativas creo que he ideado un medio de aliviarme -de manera que ahora voy un poco mejor-.

      Y ahora, la noticia propiamente dicha: hemos adquirido una villa de planta y piso, con jardín, al otro lado del río, sobre la colina de Ofen(1), nos mudaremos allí a final de mes. Así que nos convertiremos en propietarios al mismo tiempo que vosotros. Alquilaremos un segundo apartamento en el primer piso. Tenía un buen precio (unos 70.000 marcos), pero las modificaciones necesarias cuestan bastante (unos 30.000 marcos). Estoy contento de tener aire puro y el sol que tanto añoraba aquí. Aunque quizás hubiera podido aguantar aun durante un tiempo. En cuanto al desarrollo intelectual, el año ha sido muy fructífero. Mis ideas comienzan a cristalizar alrededor de ciertos temas; al fin, saldrá un libro, en todo caso comprendo muchas más cosas que antes. No cogeremos vacaciones hasta octubre; quizás podríamos encontrarnos en alguna parte -¿o finalmente iremos a vuestra casa?- Nos alegramos siempre que vemos la letra de Emke. Nadie escribe en forma tan afectuosa y vivaz. Con vieja y fiel amistad

      vuestro Sandor

      P.D. Acabo de regresar de casa de los Kovacs. El Sr. K, no va muy bien, sus síntomas le atormentan de nuevo. Le he aconsejado dirigirse una vez más a ti y me he ofrecido a escribirte, es decir a preguntarte (según su deseo) si aconsejarías proseguir el tratamiento. Naturalmente, se lo que tienes por costumbre responder en estas circunstancias (venga usted si quiere), pero se lo prometí y por eso te lo escribo. -Pienso que la estancia en tu casa le hará bien. Por favor, tómale otra vez bajo tu cuidado e infórmame a vuelta de correo si hay sitio para él y cuándo-.

      Cordialmente

      S.

      NOTA:

      1.- Ofen es el nombre en alemán de Buda. La villa de la que habla es Naphegy (Montesol), sita en la calle Lisznyai, perpendicular a la calle Orvos, donde vivían Vilma y Frederic Kovács. A diez minutos está la calle Mészáros, donde acababa de abrirse la primera consulta psicoanalítica a cargo de Michael y Alice Balint.

       Correspondencia 1921-1933. Sandor Ferenczi; Georg Groddeck. Colección del sillón de orejas. Colección del Lunar. 2003 Introducción Traducción y edición: Ángel Cágigas.

    • Ferenczi a Georg Groddeck. Budapest, 21-12-1930.

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

      Budapest, 21-12-1930

       Querido Pat y querida Emke,

      Aprovechó mis ganas de escribir, que casi siempre se me pasan rápidamente, para haceros llegar mis felicitaciones de Navidad. Los vívidos y detallados informes de Emke sobre vuestras casas y sus habitantes mantiene la continuidad, tan brutalmente interrumpida por nuestra repentina partida. Es como si tomásemos parte personalmente en todas las fiestas de cumpleaños que celebráis en vuestra casa, como si escuchásemos devotamente las interesantes conferencias de Pat, como si oyésemos los entusiastas e "increíbles" relatos, graciosamente burlones, de Emke. Espero que las respuestas de mi mujer os compensen ampliamente de mi obstinado silencio.

      El viaje a Viena me ha sentado bien; ha puesto de manifiesto que las diferencias de opinión no son profundas; por contra encontré una oposición sin tapujos en comparación con discusiones anteriores. Estoy profundamente sumido en el trabajo, incluso diría que hasta el cuello; las confirmaciones se amontonan y se consolidan pero el agotamiento después del trabajo realizado me impide aún formularlo por escrito; y aún no he aprendido a dormir; una mejoría sobre esto no se acusa más que en estos últimos tiempos.

      El interés por la asociación que languidecía desde hacía mucho tiempo despierto un poco. Los planes sobre mi presidencia, al venir del lado de la autoridad, comienzan a interesarme.

      Me alegra oír que los berlineses están reconquistados al punto de querer escucharte, querido Pat. Me alegraría que pudieses darme alguna información sobre los conflictos personales, un poco embrollado según se dice, entre los berlineses.

      Tengo que consagrar a la paciente principal, la "reina", cuatro, a veces casi cinco horas cada día. Fatigoso, pero gratificante. Creo que pronto, o en todo caso en un tiempo no demasiado lejano, podré por fin decir lo que significa terminar un análisis. Los otros pacientes también "actúan" animadamente y confirman cada día lo que he escrito sobre la necesidad de restablecer en sus derechos a la traumatogénesis. En todo caso, el análisis, en la forma que toma en mi obra, exige mucho más sacrificio de uno mismo del que estamos habituados hasta ahora.

      Pero basta de lección. Hoy es domingo, sol, un frio sano, el pequeño jardín un desierto para los pinzones, mirlos, urracas, cuervos y gorriones, atraídos por el buen alimento que cuelga por todas partes. En días como éste, yo mismo ceso de lamentarme de mis desgracias y mi primer paso para salir de ese humor es justamente esta carta.

      A la espera de vuestras noticias, que espero alegres, os mando mis saludos

      vuestro Sandor.

      Correspondencia 1921-1933. Sandor Ferenczi; Georg Groddeck. Colección del sillón de orejas. Colección del Lunar. 2003 Introducción Traducción y edición: Ángel Cágigas.

    • Ferenczi a Georg Groddeck. Capri, Hotel Quisiana, 10-10-1931.

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

      Capri, Hotel Quisiana, 10-10-1931

      Querido amigo,

      Los más afectuosos saludos desde este amable país. Lástima que no pueda felicitarte aquí, en un baño de sol y mar. Cuando hayáis reunido muchas libras, no dejéis de hacer una estancia aquí! Es tan bello! -y no más caro que Alemania-.

      Me esfuerzo sinceramente en reponerme después de todo esta importante fatiga intelectual y psíquica.

      Esta vez, la primera desde hace años, estoy de vacaciones sin pacientes. Quoad ciencia: me atormenta el problema del trauma; las escisiones, incluso las mismas atomizaciones de la personalidad, ofrecen la ocasión para un juego de resolución de enigmas, estimulante pero complicado. Se acerca uno peligrosamente al problema de la muerte (los enfermos mentales son verdaderamente gente medio muerta).

      Gizella también quiere felicitarte. Así que acabó con mis recuerdos para ti, Emke y todos los amigos

      vuestro Sandor

       Correspondencia 1921-1933. Sandor Ferenczi; Georg Groddeck. Colección del sillón de orejas. Colección del Lunar. 2003 Introducción Traducción y edición: Ángel Cágigas.

    • Ferenczi a Georg Groddeck. Capri, 21 de octubre de 1931.

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

      Capri, 21 de octubre de 1931

      Querido Pat,

      Acabo de saber por Sarolta que no os podéis decidir en cuanto al lugar para vuestra temporada de invierno.

      En mi opinión no hay más que dos lugares a considerar: Palermo y Argel. Desde el punto de vista climático, este último es quizás aún mejor, pero el viaje por mar es demasiado largo con mal tiempo. En Palermo seguramente hará muy bueno, excepción hecha de algún día de siroco. En Palermo, como en Argel, hay buenos hoteles con cuarto de baño. En Palermo un vasto interior ofrece posibilidades para diversas excursiones; los automóviles van por todas partes. Villa Igila es muy cara. Cuando estuve en Palermo con el Profesor Freud nos alojamos en el Hotel de Francia y tuvimos un cuarto de baño en buen estado de funcionamiento; quedamos muy satisfechos. El precio es poco más de la mitad de Hotel Villa Igila. Capri está fuera de cuestión. La isla es bella pero se ve enseguida y el clima no es seguro. Nos hemos helado aquí durante días, sin calefacción. Pero los días de buen tiempo son en verdad incomparablemente bellos aquí. Me alegro al pensar que puedas pasearte por los jardines de Palermo mientras que nosotros, en el resto Europa, tendremos frío. Estoy convencido de que es el único sitio ideal para ti. He oído que Taormina es maravillosamente bella pero menos estimulante que Palermo, demasiado pequeña para una estancia prolongada. Pero el lugar podría convenirte para un descanso completo. Jamás he estado allí.

      Me gustaría saber lo antes posible que decidís.

      Entretanto, recibid los cordiales saludos de vuestro

      Sandor

       El 31 de octubre estaremos ya en casa

      Correspondencia 1921-1933. Sandor Ferenczi; Georg Groddeck. Colección del sillón de orejas. Colección del Lunar. 2003 Introducción Traducción y edición: Ángel Cágigas.

    • Ferenczi a Georg Groddeck. Budapest, 3 de noviembre de 1931.

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

      Budapest, 3 de noviembre de 1931

       Querido Pat,

      Sólo algunas líneas sobre tu plan para el invierno. Nos cuentan maravillas sobre la calma, el calor y la frescura del clima invernal en Meran (ahora Italia). La belleza de la naturaleza allí está ligada a un alto nivel de cultura en cuanto a la cocina y al alojamiento, cuartos de baño y calefacción central en todas partes. Alguien nos ha dicho que incluso durante estas últimas semanas de octubre, cuando hay temporal en toda Europa, la temperatura era suave y agradable en Meran.

      Nos alegramos de tu mejoría.

      Hoy empiezo a trabajar.

      Recuerdos de todos nosotros

      Tu Sandor

      Correspondencia 1921-1933. Sandor Ferenczi; Georg Groddeck. Colección del sillón de orejas. Colección del Lunar. 2003 Introducción Traducción y edición: Ángel Cágigas.

    • Ferenczi a Georg Groddeck. Budapest, 3 de marzo de 1932.

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

      Budapest, 3 de marzo de 1932

      Queridos amigos,

      Muchas gracias por vuestras detalladas noticias que esta vez, gracias a Dios, suenan agradablemente: el espíritu inquebrantablemente optimista de Emke o el de Pat, que triunfa sobre toda tendencia a la enfermedad.

      En lo que a mí se refiere no puedo contarlo en una palabra. Psíquicamente, relativamente bien, intelectualmente, unas veces muy activo, otras extremadamente fatigado. Las cosas de las que se ocupa mi espíritu no están aún lo bastante maduras cómo para poder comunicarlas. Mi imaginación "científica" que sin embargo está bien "disciplinada" (Freud), me conduce a excursiones más allá del inconsciente, hasta lo llamado metafísico, al menos en la medida en que se refleja con una relativa regularidad en las producciones de los pacientes. A partir del sueño parece abrirse una vía hacia una comprensión más profunda de la escisión de la personalidad, incluso en la psicosis. Los progresos técnicos los debo a las indicaciones que los pacientes me dan sobre sus propias resistencias.

      Aquí la última novedad es la apertura de un dispensario psicoanalítico en el que la familia Kovács colabora con celo. Se ha aplazado el congreso hasta finales de agosto pero creo que ni siquiera entonces se podrá celebrar.

      Debo confesar francamente que te envidio de vez en cuando, querido Pat, por estar enfermo; que agradable debe ser descansar en vuestra cabaña y vuestro jardín. Espero que estas líneas bastarán para que nos recordéis. Espero que recibamos pronto noticias agradables.

      Financieramente mi situación tan poco es particularmente boyante, no ganó más que poco más de la mitad de mis ingresos de años pasados. Pero a la vista del derrumbamiento general todo esto no es tan grave.

      Con nuestro afecto y nuestros mejores deseos

      vuestro Sandor

      Correspondencia 1921-1933. Sandor Ferenczi; Georg Groddeck. Colección del sillón de orejas. Colección del Lunar. 2003 Introducción Traducción y edición: Ángel Cágigas.

    • Ferenczi a Georg Groddeck. Budapest, 20 de marzo de 1933.

      Sandor Ferenczi a Georg Groddeck

      Budapest, 20 de marzo de 1933

      Querido amigo y querida amiga,

      Evidentemente no se puede pecar impunemente a lo largo de tantos años. Mi malestar en Baden- Baden era el comienzo de una anemia bastante peligrosa que casi me vence en Francia, de suerte que sólo a duras penas he podido arrastrarme hasta casa antes de lo previsto. Desde entonces trabajo a medio gas y me alimentan con hígado subcutáneamente. Desde entonces mi estado es satisfactorio, con ligeras variaciones. La causa psíquica del derrumbamiento, junto con el agotamiento, ha sido la decepción con respecto a Freud, que ya conoces. Desde entonces la correspondencia entre nosotros se ha interrumpido, aunque ambos nos esforzamos en salvar lo que pueda salvarse. Pienso que finalmente esto debería acabar más o menos bien. Estoy, como sabes, lleno de ideas, pero las ganas de ponerlas por escrito son igual a cero. Un descanso breve y total debería devolverme algunas fuerzas. ¿Pero dónde ir en estos tiempos de depresión en que vivimos?

      Admiro tu perseverancia y tu entusiasmo para conservar tu entereza a pesar de la enfermedad y las dificultades. Tu nuevo libro(1), cuyo contenido me era relativamente conocido, suscita un gran interés en todos a los que se lo he dado a leer. Empiezo a pensar que tu fuerza de voluntad superará todas las dificultades.

      P.D. "La señora Condesa" ya no está conmigo. Mi mujer se porta bien y me cuida fielmente. Sarolta está aquí en este momento; esta semana y la próxima es cuando lo operan de catarata en los dos ojos. Es extraordinariamente valiente. Emma hace sus pruebas como oficinista en el consulado americano. Magda está 'all right' desde que fue operada del apéndice.

      Añadir aun que esta carta es la primera desde hace mucho tiempo que me enlaza de nuevo al mundo exterior, seguramente una señal de la amistad inquebrantable entre nosotros, acabo agradeciéndoos por anticipado vuestras noticias.

      vuestro viejo Sandor

      NOTA:

      1 .- Groddeck había publicado Der Mensch als Symbols [El ser humano como símbolo], Internartionaler Psychoanalytischer Verlag, Viena, 1933.

      Correspondencia 1921-1933. Sandor Ferenczi; Georg Groddeck. Colección del sillón de orejas. Colección del Lunar. 2003 Introducción Traducción y edición: Ángel Cágigas.

  • Correspondencia Ferenczi-Putman.

    • De Ferenczi a Putman. 22 de Octubre de 1909.

      Sandor Ferenczi a Putman

      (Octubre 22, 1909)

      Budapest, VII, Ersébet-Korut 54

      22/X. 1909

      Estimado Profesor,

      Disculpe mi presunción, si digo que debo “abrear” el sentimiento de gratitud despertado por su amistosa hospitalidad en la “Casa de campo Putman.”(1) Estoy ahora intentando encontrar unas simples palabras para agradecerle por todo lo que hicieron por nosotros que fuimos gratamente considerados durante nuestra estadía en America. Por favor, exprese mis agradecimientos a todas las mujeres de su familia, tanto como a Mr. Charles Putman,(2) y de mis mejores saludos a los jóvenes. Será interesante para la Sra. Putman saber que mi amigo el Dr. Thuolt (el juez en Budapest) es en realidad un pariente de un amigo húngaro de la familia Putman.

      Con sinceros saludos reiterados,

      Suyo por siempre,

      Ferenczi

      NOTAS:

      1.- Ferenczi con Freud y Jung habían visitado la casa de campo de Putman en Adirondad en Septiembre de 1909, después de las Conferencias en la Clark.

      2.- Charles Pickering Putman, M.D. (1844-1914), hermano de James Jackson Putman, y uno de los primeros especialitas en pediatría de America.

      Extracto de: Hale, Nathan G. Bernays Heller, Judith James Jackson Putman and psychoanalysis: letters between Putman and Sigmund Freud, Ernest Jones, William James, Sandor Ferenczi and Morton Prince, 1877-1917 .- Cambridge; Harvard University Press; 1971. 384 p. 23 cm.

       

      Ferenczi to Putman.

      (October 22, 1909)

      Budapest, VII, Ersébet-Korut 54

      22/X. 1909

      Dear Professor

      Forgive my presumption, if I say that I must “abreact” the feeling of gratitude aroused by your friendly hospitality at “Putman´s Camp.”(1) I am now tryng to do this by very simple words of thanks for everything you did for us which so greatly enhanced our stay in America. Please espress my thanks to all the ladies of your household as well as to Mr. Charles Putmam,(2) and give my best greetings to the young people. It will interest Mrs. Putman to learn that my friend Dr. Thuolt (the judge in Budapest) is actually a relative of that Hungarian friend of the Putman family.

      With repeated sincere greetings,

      Yours ever,

      Ferenczi

      NOTAS:

      1.- Ferenczi with Freud and Jung had visited Putman Camp in the Adirondad in September 1909, after the Clark Conference.

      2.- Charles Pickering Putman, M.D. (1844-1914), brother of James Jackson Putman, and one of America´s first specialists in pediatrics.

      Extracto de: Hale, Nathan G. Bernays Heller, Judith James Jackson Putman and psychoanalysis: letters between Putman and Sigmund Freud, Ernest Jones, William James, Sandor Ferenczi and Morton Prince, 1877-1917 .- Cambridge; Harvard University Press; 1971. 384 p. 23 cm.

       

    • De Ferenczi a Putman. 27 de Noviembre de 1909.

      Sandor Ferenczi a Putman

      (Noviembre 27, 1909)

      Budapest, VII, Ersébet-Korut 54

      d. 27 Noviembre, 1909

      Estimado Profesor,

      Gracias de corazón por su detallada carta(1): me alegra mucho saber hasta que punto es su interés en las nuevas direcciones en psicología y sicoterapia. Los innumerables problemas que aparecen especialmente cuando uno toma un psicoanálisis por primera vez desafortunadamente no pueden ser tratados adecuadamente dentro de los límites estrechos de la correspondencia. Sin embargo, le aseguro a Ud., desde mis propio caso, que con el aumento de la experiencia llega a ser mucho más simple de lo que parecía ser al principio. Otros problemas igualmente difíciles se presentan inevitablemente; el conocimiento definitivo y completo nunca puede ser logrado.

      En cuanto a los casos de impotencia, Ud., encontrará cierta información en el artículo que adjunto y que le estoy enviando(2). En mi opinión, es mucho mejor no influenciar al paciente de ninguna manera durante el análisis. De esta manera una le ayuda a obtener un completo insight de su inconsciente y a mirar los aspectos más oscuros sin ningún remordimiento de conciencia. Por supuesto esto no implica que el pueda permitirse la expresión ilimitada de los impulsos que ha reprimido previamente. El paciente debe ser informado de que debe reconocer lo que a él se le ha negado hasta ahora, y para que luego, las, razones prácticas sean concientemente rechazadas. Freud lo pone de esta manera: la condena consciente debe tomar el lugar de la represión.

      Parte de la libido luego encontrará su propia forma de satisfacción erótica natural. La parte que no puede ser satisfecha será verificada por la conciencia (esta clase de resolución por medio del pensamiento consciente es de hecho también una forma de sublimación), por otra parte, el paciente entonces buscará y encontrará por instinto los objetos de los cuales él puede derivar placer sublimado. Es difícil hacer reglas generales; pues los métodos de sublimación diferencian en cada caso.

      En principio creo que es importante hacer una estricta distinción entre la sublimación y la represión. Si un paciente que no ha tenido un análisis o no lo ha completado es persuadido a superar la compulsividad de un síntoma como por “esfuerzo de voluntad”, uno le hace aquello qué él habría hecho instintivamente el mismo, es decir, el síntoma es reprimido un poco más. Pero esto no es una cura, porque se lo que sea que se haya reprimido llegará a ser manifiesto en otra forma. Las curas por “re-educación” y sugestión (sin análisis) ocultan los síntomas los que entonces son reemplazados por otros.

      El análisis mismo, creo, es la primera y más importante cosa. Si ha alcanzado cierta profundidad, las formas y significados de la sublimación siempre surgirán para la discusión. Pero éstos no deben ser forzados en un paciente.

      Todo esto es solo mi opinión personal, y no puedo saber definitivamente si el profesor Freud estaría de acuerdo conmigo sobre cada punto: sin embargo, creo que este punto de vista está de acuerdo con el espíritu de sus xxxxxx ando (Las conversaciones que he tenido con él sobre estos temas refuerzan esta opinión).

      Con sinceros saludos a usted y a su familia con quien me he reunido.

      Suyo sinceramente,

      Dr. Ferenczi

      P. D. El Segundo volumen de Jung´s Assoz. Stud. Aun no ha aparecido(3)

      NOTAS:

      1.- Desaparecido.

      2.- Ver Ferenczi, “Analytische Deutung und Behandlung der psychosexuellen xxxxxxxxxx des Mannes” (Analytic Interpretation and Treatment of Psychosexual xxxxxxxx Psychiatrisch- neurologische Wochenserift, 10 (1908), 289-301, 305-309.

      3.- Ver C. C. Jung, Diagnostiche Assoziationsstudien: Beitrage zur experimentation Psychopathologie. (Studies in Word Association: Experimentos en el Diagnostico de las Condiciones Psicopatologicas), 2 Bd. (Leipzig: J. A. Barth, 1910).

       

      Extracto de: Hale, Nathan G. Bernays Heller, Judith James Jackson Putman and psychoanalysis: letters between Putman and Sigmund Freud, Ernest Jones, William James, Sandor Ferenczi and Morton Prince, 1877-1917 .- Cambridge; Harvard University Press; 1971. 384 p. 23 cm.

       

      Ferenczi to Putman.

      (November 27, 1909)

      Budapest, VII, Ersébet-Korut 54

      d. 27 November, 1909

      Dear Professor,

      Thank you heartily for your detailed letter:(1)I am happy to learn how great your interest is in the new directions in psychology and psychotherapy. The countless problems which obtrude especially when one first takes up psychoanalysis unfortunately can´t be dealt with adequatel within the narrow limits of correspondence. However, I assure you from my own cases, that with increasing experience much becomes simpler than it seemed to be at the outset. Inevitably other equally difficult problems arise; definitive and all-embracing knowledge never can be attained.

      As for cases of impotence, you will find some information in the article I enclose and in the one I have sent already.(2)In my opinion, it is much better not to influence the patient in any way during the analysis. In this way one helps him to obtain a complete insight into his unconscious and to look at the darker aspects without any pangs of conscience. Of course that does not imply that the impulses he has previously repressed can be allowed unlimited expression. The patient should be told that he ought to acknowledge what he has denied up to now, and then, for appropriate, practical reasons consciously reject it. Freud puts it this way: conscious condemnation should take the place of repression.

      Part of the libido then will find its own way to natural erotic satisfaction. The part which cannot be satisfied will be checked by consciousness (this kind of resolution by means of conscious thought is in fact also a form of sublimation), on the other hand, the patient then instinctively will look for and find objects from which he can derive sublimated pleasure. It is difficult to make general rules; methods of sublimation differ in each case.

      In principle I believe that it is important to make a strict distinction between sublimation and repression. If a patient who has not had an analysis or has not completed an analysis is persuaded to overcome the compulsiveness of a symptom by an “effort of will”, one does to him what he would have done instinctively him self, i.e., the symptom is repressed a bit more. But that is not a cure, because whatever has been repressed will become manifest in another form. Cures by “re-education” and suggestion (with out analysis) suppress the symptoms which then are replaced by new ones.

      The analysis itself, I believe, is the first and most important thing. If it has reached a certain depth, ways and means of sublimation always will come up for discussion. But these must not be forced on a patient.

      All this is only my personal opinion, and I cannot know definitely whether Professor Freud agrees whith me on every point: however, I believe these views accord with the spirit of his xxxxxx ings. (The conversations I have had with him on these subjects reinforce this opinion).

      With sincere greetings to you and those your family whom I have met.

      Yours most sincerely,

      Dr. Ferenczi

      P. S. The second volume of Jung´s Assoz. Stud. Hás not yet appeared(3)

      NOTAS:

      1.- Ferenczi with Freud and Jung had visited Putman Camp in the Adirondad in September 1909, after the Clark Conference.

      2.- Charles Pickering Putman, M.D. (1844-1914), brother of James Jackson Putman, and one of America´s first specialists in pediatrics.

      3.- See C. C. Jung, Diagnostiche Assoziationsstudien: Beitrage zur experimentation Psychopathologie. (Studies in Word Association: Experiments in the Diagnoistic xx Psychopathological Conditions), 2 Bd. (Leipzig: J. A. Barth, 1910).

       

      Extracto de: Hale, Nathan G. Bernays Heller, Judith James Jackson Putman and psychoanalysis: letters between Putman and Sigmund Freud, Ernest Jones, William James, Sandor Ferenczi and Morton Prince, 1877-1917 .- Cambridge; Harvard University Press; 1971. 384 p. 23 cm.

       

    • Ferenczi a Putman. 1 de Febrero de 1910.

      Sandor Ferenczi a Putman

      (Febrero 1, 1910)

      Budapest, VII, Erzsébet-Korut xx

      Den Feb. 1, 1910

      Estimado Profesor,

      Las fotografías que tan amablemente me ha enviado son un agradable recuerdo de nuestra estadía en America y más particularmente de xxx: visita al acogedor Campo Putman. Gracias sinceramente por su amabilidad.

      Estoy igualmente agradecido a Ud., por la gentil referencia de mi nombre en su artículo en el Journal of Abnormal Psychology, (1) que vi el día de antes de ayer donde el Profesor Freud. Le estaría muy agradecido si usted pudiera enviarme una reimpresión. Al Profesor. Freud le hablamos mucho de América, y le mencionamos con frecuencia la amistosa recepción que Ud., nos brindó no sólo a mi personalmente sino también al psicoanálisis. Parece que la lucha no será menos intensa en América que acá. Sin embargo, la participación de hombres importantes como usted y Stanley Hall(2)frenará los ataques imprudentes y acríticos de nuestros enemigos.

      Usted probablemente ya debe haber oído que este año el Congreso Psicoanalítico probablemente ocurrirá en Nuremberg el 30-31de marzo(3). Esperamos un importante contingente de América. Con muchos saludos a Ud., y los miembros de su familia, como siempre atentamente,

      Ferenczi

      NOTAS:

      1.- Putman, “Impresiones Personales de Sigmund Freud y su Obra, Con Especial Referencias a sus Recientes Exposiciones en la Universidad Clark,” Journal of Abnormal Psychology, 4 (December 1909-January 1910), 294; Ad Psa, 2.

      2.- Granville Stanley Hall (1844-1924), presidente de la Universidad Clark.

      3.- Ver Ferenczi a Putman, Abril 1, 1910.

       

      Extracto de: Hale, Nathan G. Bernays Heller, Judith James Jackson Putman and psychoanalysis: letters between Putman and Sigmund Freud, Ernest Jones, William James, Sandor Ferenczi and Morton Prince, 1877-1917 .- Cambridge; Harvard University Press; 1971. 384 p. 23 cm.

       

      (February 1, 1910)

      Budapest, VII, Erzsébet-Korut xx

      Den Feb. 1, 1910

      Dear Professor,

      The photographs which you so kindly sent me are a pleasent reminder of our stay in America and more particularly of xxx: visit to the hospitable Putman Camp. Thank you sincerely for your kindness.

      I am equally grateful to you for gracious mentioning my name in your article in the Journal of Abnormal Psychology, (1) which I saw the day before yesterday at Prof. Freud´s. I would be greatly obliged to you if you could send me a reprint. At Prof. Freud´s there was much talk of America, and we frequently mentioned the friendly reception which you accorded not only us personally but also to psychoanalysis. It seems that the fight will be no less hot in America than here. However, the participation of important men such as you and Stanley Hall(2) will restrain the injudicious and uncritical attacks of our enemies.

      You probably already have heard that this year´s Psychoanalytic Congress probably will take place in Nuremburg on March 30-31.(3) We hope for a sizeable contingent from America.

      With many greetings to you and the members of your family, I am, as ever, faithfully yours,

      Ferenczi

      NOTAS:

      1.- Putman, “Personal Impressions of Sigmund Freud and His Work, With Special Reference to His Recent Lectures at Clark University,” Journal of Abnormal Psychology, 4 (December 1909-January 1910), 294; Ad Psa, 2.

      2.- Granville Stanley Hall (1844-1924), president of Clark University.

      3.- See Ferenczi to Putman, April 1, 1910.

       

      Extracto de: Hale, Nathan G. Bernays Heller, Judith James Jackson Putman and psychoanalysis: letters between Putman and Sigmund Freud, Ernest Jones, William James, Sandor Ferenczi and Morton Prince, 1877-1917 .- Cambridge; Harvard University Press; 1971. 384 p. 23 cm.

       

    • Ferenczi a Putman. 8 de marzo de 1910.

      Sandor Ferenczi a Putman

      (Marzo 8, 1910)

      Budapest, VII, Erzsébet-Korut 54

      Den 8 Marz 1910

      Estimado Profesor,

      Usted sería lo suficientemente gentil para escribirme una segunda carta antes de que yo haya contestado la primera.(1)Le agradezco cordialmente por los dos así como por su gentileza de mencionarme en su articulo(2). He aprendido ya de esto del profesor. Freud y estoy esperando con mucho interés la reimpresión que usted me prometió enviar. Encuentro sus dudas sobre el éxito de la terapia en realidad injustificada. Hemos aprendido por medio del análisis a entender y ayudar incomparablemente más que antes. Además, si uno se toma el tiempo, (y terminar una cura a menudo requiere uno a dos años, aunque en casos más leves se pueden mejorar considerablemente en alrededor de cuatro meses), uno puede justificadamente despedir a los pacientes como “curado”. Leves retrocesos son posibles, pero son fáciles de eliminar. Pero no se puede negar que hay casos en los cuales en cierta etapa, por ejemplo, en la transferencia, la cura hace frente a dificultades insuperables. Algunas veces las circunstancias externas causan una interrupción indeseable; en ciertos casos los rasgos psicóticos emergen detrás la neurosis, por ejemplo, tendencias paranoicas, que apenas se pueden influenciar terapéuticamente. Pero éstas son las irritantes excepciones. En su mayoría, de hecho en muchas, y de un modo práctico, todo puede realizarse sólo si uno es paciente y persistente. La fase más difícil es siempre la resolución de la transferencia. Uno puede cometer muchos errores antes de aprender las tácticas apropiadas. El conocimiento debe ser pagado por –yo ahora tengo dos pacientes en tratamiento por más de un año, uno de ellos, un hombre impotente, que no ha traído nada mas que resistencias desde octubre. No había signos de ninguna mejoría. En las dos o tres semanas él finalmente ha abandonado sus resistencias y tiene erecciones. En la práctica del psicoanálisis uno debe ir acostumbrándose a tales intervalos del tiempo.

      Con sinceros agradecimientos y muchos saludos a su respetada familia.

      Suyo por siempre.

      Dr. Ferenczi

      NOTAS:

      1.- Ambas cartas están desaparecidas.

      Las cartas de Putman estan desparecidas. A requerimiento de Freud, Ferenczi había presentado un plan para la organización de la Asociacion Psicoanalitica Internacional. Ver Jones, La vida y obra de Sigmund Freud, 2 vols. (New York: Basic Books, 1955), II, 66-72, y Ferenczi, “Referat uber die Notwendigkeit eines engeren Zusammenschulusses der Anhanger der Freudschen Lehre und Vorschlage zur Grundung einer standigen Miembros de la Escuela Frediana y Propositos para la Fundacion de una Organizacion Internacional Permanente), Zentralblatt, 1 (1910), 131: in Ferenczi, Final Contributions to the Problems and Methods of Psychoanalysis (New York: Basic Books, 1955), 299-307.

      2.- Ver n. 1, carta precedente.

       

      Extracto de: Hale, Nathan G. Bernays Heller, Judith James Jackson Putman and psychoanalysis: letters between Putman and Sigmund Freud, Ernest Jones, William James, Sandor Ferenczi and Morton Prince, 1877-1917 .- Cambridge; Harvard University Press; 1971. 384 p. 23 cm.

       

      Ferenczi to Putman.

      (March 8, 1910)

      Budapest, VII, Erzsébet-Korut 54

      Den 8 Marz 1910

      Dear Professor,

      You were kind enough to write me a second letter even before I had answered the first(1). I thank you warmly for both of them as well as for graciously mentioning me in your article.(2) I have already learned of this from Prof. Freud and look forward with much interest to the reprint you promised to send. I find your doubts about the success of therapy in reality unwarranted. We have learned by means of analysis both to understand and to help incomparably more than before. In addition, if one takes the time, (and to complete a cure often requires one to two years, although lighter cases can be considerably improved in there to four months), one can justifiably dismiss patients as “cured”. Slight setbacks are possible, but are easy to remove. But it can not be denied that there are cases in which at a certain stage, for exaple, in the transference, the cure faces insuperable difficulties. Sometimes external circumstances cause an undesirable interruption; in certain cases psychotic traits emerge from behind the neurosis, for example, paranoid tendencies, which hardly can be influenced therapeutically. But these are the exasperating exceptions. For the most part very much indeed, and in a practical way, everything can be accomplished if one is only patient and persistent. The most difficult phase is always the resolution of the transference. One makes many mistakes before learning the proper tactics. Knowledge must be paid for -I now have had two patients in treatment for more than a year, one of them, an impotent man, has brought me nothing but resistances since October. There was no trace of any improvement. In the last two or three weeks he is at last giving up his resistances and he has erections. In the practice of psychoanalysis one must get accustomed to such time intervals.

      With hearty thanks and many greetings to your honored family.

      Yours ever

      Dr. Ferenczi

      NOTAS:

      1.- Both letters are missing.

      Putman´s letter is missing. At Freud´s requet, Ferenczi had presented plans for organizing the International Psychoanalytic Association. See Jones, The Life and Work of Singmund Freud, 2 vols. (New York: Basic Books, 1955), II, 66-72, and Ferenczi, “Referat uber die Notwendigkeit eines engeren Zusammenschulusses der Anhanger der Freudschen Lehre und Vorschlage zur Grundung einer standigen Members of the Fraudian School and Proposals for Founding a Permanent International Organization), Zentralblatt, 1 (1910), 131: in Ferenczi, Final Contributions to the Problems and Methods of Psychoanalysis (New York: Basic Books, 1955), 299-307.

      2.- See n. 1, preceding letter.

       

      Extracto de: Hale, Nathan G. Bernays Heller, Judith James Jackson Putman and psychoanalysis: letters between Putman and Sigmund Freud, Ernest Jones, William James, Sandor Ferenczi and Morton Prince, 1877-1917 .- Cambridge; Harvard University Press; 1971. 384 p. 23 cm.

       

    • Ferenczi a Putman. 1 de abril de 1910.

      Sandor Ferenczi a Putman

      (Abril 1, 1910)

      Budapest, Erzébet-Korut.xx

      Den I April 1910

      Estimado Profesor

      Acabo de volver del Segundo Congreso Psicoanalítico que se realizó ayer y el día anterior en Nuremberg, y he encontrado su carta.(1) Me he apresurado en agradecerle por ella, así como por los dos ejemplares del Journal of Abnormal Psychology.(2) Es para nosotros los analistas un placer después de todos los ataques (los cuales sufrimos pacientemente y consideramos inevitable pero no por ello agradable) finalmente encontrar el reconocimiento de un hombre al cual el amor a la verdad es mas potente que cualquier resistencia preconcebida. Estoy convencido que su ejemplo hará que otros consideren todas estas materias para ellos mismos, y quienquiera que haga esto querrá unírsenos. Los hechos no pueden ser negados.

      Le debo especiales agradecimientos por la forma en que Ud., se refirió a mí y para favorable curso que predijo para mi futuro científico.(3) Sea como fuerte, la alegría de haber estado en el origen de esta joven ciencia joven no nos puede ser arrebatada. Aun estoy lleno de mis impresiones del Congreso. Había cerca de 60 (55?) participantes. Freud abrió el Congreso con unas muy instructivas observaciones sobre el futuro del psicoanálisis(4). Abraham (Berlín), Meader (Zurich), Honegger (Zurich), hablaron sobre el análisis del fetichistas y paranoicos. Marczinowsky (Kiel) habló sobre el papel de la disociación de la conciencia en las neurosis; Lowenfeld sobre hipnosis (según él esto se debería mantener en conjunción con el análisis). Stegmann (Dresden) discutió la forma en la cual los internistas podrían utilizar el psicoanálisis. Adler (Viena) habló sobre Hermafroditismo psicosexual; Jung (quién vino directamente desde América a donde él había ido respondiendo un urgente llamado de un paciente) describió su impresiones. (5) Yo formule mis razones para mi propuesta de fundar una Organización Internacional.(6). Este fue aceptada después de de una animada discusión junto con mis propuesta de hacer de Zurich la oficina central y de Jung, su presidente. Nosotros podemos desde ahora en adelante llamarnos la Asociación Psicoanalítica Internacional, que hasta el momento consta de las Asociaciones de Viena, Zurich, Berlín y Budapest. Probablemente también habrá pronto una sucursal en Munich. ¿Podría uno o más de tales grupos ser posibles en América? Sería espléndido si usted pudiera considerar esto con Jung Una vez más mi sincero agradecimiento por todas sus gentilezas.

      Sinceramente suyo,

      Ferenczi

      NOTAS:

      1.- Las cartas de Putman´ estan desaparecidas. At Freud´s request, Ferenci had presented plans for organizing the International Psychoanalytic Association. See Jones. The Life and Work of Sigmund Freud, 2 vols. (New York: Basic Books, 1955), II, 66-72, and Ferenczi, “Referat uber die Notwendigkeit eines engeren Zusammenschlusses der Anhanger der Freudschen Lehre und Vorschlage zur Grundung einer standigen Members of the Freudian School and Proposals for Founding a Permanent International Organization), Zentralblatt, 1 (1910), 131; in Ferenczi, Final Contributions to the Problems and Methods of Psychoanalysis (New York: Basic Book, 1955), 299-307.

      2.- Putman, “Personal Impressions of Sigmund Freud and His Work,” in two parts Journal of Abnormal Psychology, 4 (December 1909-January 1910), 293-310, and (February-March 1910), 372-379; Ad Psa, 1-30.

      3.- Ver respectivamente p. 294 en el Journal of Abnormal Psychology and p. 2 in Ad Psa in n. 2 arriba.

      4.- Freud, “Die zukunftigen Chancen der psychoanalytischen Therapie” (Las perspectivas futuras de la Terapia Psicoanalitica), Zentralblatt, 1 (1910), 1-9; SE, XI, 139- 151.

      5.- De esta lista, los siguinetes son los mas conocidos: Karl Abraham (1877-1925). Fundador de la Sociedad Psicoanalitica de Berlín; Alphonse Maeder (1882- ), psiquiatra y psicoanalista suizo; Leopold Lowenfeld (1847-1924), neurologo de Munich; Alfred Adler (1870-1937). Psicoanalista vienes que dejoe l movimeinto en 1911 y fundo la Psicologia Individual.

      6.- See n. I above.

      Extracto de: Hale, Nathan G. Bernays Heller, Judith James Jackson Putman and psychoanalysis: letters between Putman and Sigmund Freud, Ernest Jones, William James, Sandor Ferenczi and Morton Prince, 1877-1917 .- Cambridge; Harvard University Press; 1971. 384 p. 23 cm.

       

      Ferenczi to Putman.

      (April 1, 1910)

      Budapest, Erzébet-Korut.xx

      Den I April 1910

      Dear Professor,

      I have just returned from the second Psychoanalytic Congress which met yesterday and the day before in Nuremburg, to find your letter.(1)I hasten to thank you for it, as well as for the two issues of  the Journal of Abnormal Psychology(2) It is for us analysts a pleasure after all the attacks (which we suffer patiently and consider inevitable but no means enjoy) finally to meet with recognition from a man whose love of truth is more powerful than any preconceived resistances. I am convinced that your example will cause others to examine all these matters for themselves, and whoever does this must join us. Facts cannot be denied.

      I owe you special thanks for the way you referred to me and for the favorable course you predicted for my scientific future.(3)Be that as it may, the joy of having stood at the cradle of this young science cannot be taken from us. I am still full of my impressions of the Congress. There were about 60 (55?) participants. Freud oponed the Congress with most instructive observations on the future of psychoanalysis.(4)Abraham (Berlin), Meader (Zurich), Honegger (Zurich), reported on analyses of fetiishists and paranoiacs. Marczinowsky (Kiel) spoke on the role of dissociations of consciousness in neurosis; Lowenfeld on hypnosis (according to him this should be retained in conjunction with analysis). Stegmann (Dresden) discussed the way in wich general practitioners could utilize psychoanalysis. Adler (Vienna) talked on psychosexual Hermaphroditism; Jung (who came direcly from America where he had to make a hurried call on a patient) described his impressions.(5)I gave the reasons for my proposal to found an International organization.(6)This was accepted after lively discussion together with my proposals to make Zurich its headquarters and Jung, its president. We shall from now on be called the International Psychoanalytic Association, wich at the moment consists of Associations in Vienna, Zurich, Berlin and Budapest. Probably there will also be a branch in Munich shortly. Would not one or more such groups be possible in America? It would be splendid if you could take this up with Jung. Again my hearty thanks for all your kindness.

      Yours sincerely,

      Ferenczi

      NOTAS:

      1.- Putman´s letter is missing. At Freud´s request, Ferenci had presented plans for organizing the International Psychoanalytic Association. See Jones. The Life and Work of Sigmund Freud, 2 vols. (New York: Basic Books, 1955), II, 66-72, and Ferenczi, “Referat uber die Notwendigkeit eines engeren Zusammenschlusses der Anhanger der Freudschen Lehre und Vorschlage zur Grundung einer standigen Members of the Freudian School and Proposals for Founding a Permanent International Organization), Zentralblatt, 1 (1910), 131; in Ferenczi, Final Contributions to the Problems and Methods of Psychoanalysis (New York: Basic Book, 1955), 299-307.

      2.- Putman, “Personal Impressions of Sigmund Freud and His Work,” in two parts Journal of Abnormal Psychology, 4 (December 1909-January 1910), 293-310, and (February-March 1910), 372-379; Ad Psa, 1-30.

      3.- See respectively p. 294 in the Journal of Abnormal Psychology and p. 2 in Ad Psa in n. 2 above.

      4.- Freud, “Die zukunftigen Chancen der psychoanalytischen Therapie” (The Future Prospects of Psycho-Analytic Therapy), Zentralblatt, 1 (1910), 1-9; SE, XI, 139- 151.

      5.- Of those listed, the following were the best known: Karl Abraham (1877-1925). Founder of the Berlin Psychoanalytic Socicty; Alphonse Maeder (1882- ), Swis psychiatrist and psychotherapist; Leopold Lowenfeld (1847-1924), Munich neurologist; Alfred Adler (1870-1937). Viennese psychoanalyst, who left the movement in 1911 and founded Individual Psychology.

      6.- See n. I above.

      Extracto de: Hale, Nathan G. Bernays Heller, Judith James Jackson Putman and psychoanalysis: letters between Putman and Sigmund Freud, Ernest Jones, William James, Sandor Ferenczi and Morton Prince, 1877-1917 .- Cambridge; Harvard University Press; 1971. 384 p. 23 cm.

       

    • Ferenczi a Putman. 16 de diciembre de 1910.

      Sandor Ferenczi a Putman

      (Diciembre 16, 1910)

      Budapest, VII, Erzsébet-Korut 54

      16. XII. 1910

      Estimado Profesor,

      Por favor acepte mis sinceros agradecimientos por enviarme sus artículos. Los he leído todos con gran placer y he aprendido mucho de ellos. El hermoso y calidamente sincero obituario que usted publicó sobre el Profesor James(1)fue muy sugestivo para mi, no sólo debido a su especial contenido sino también porque, mientras que lo leía, recordé los hermosos días pasados con Ud., en la selva virgen de Adirondacks en su casa de verano.

      Con mi sincero respeto y muchos saludos a todos los miembros de su familia a quienes conocí, Feliz Navidad y Feliz Año Nuevo;

      Suyo,

      Ferenczi

      NOTA:

      1.- “William James”, Atlantic Monthly, 106 (December 1910), 835-848.

      Extracto de: Hale, Nathan G. Bernays Heller, Judith James Jackson Putman and psychoanalysis: letters between Putman and Sigmund Freud, Ernest Jones, William James, Sandor Ferenczi and Morton Prince, 1877-1917 .- Cambridge; Harvard University Press; 1971. 384 p. 23 cm.

       

      Ferenczi to Putman.

      (December 16, 1910)

      Budapest, VII, Erzsébet-Korut 54

      16. XII. 1910

      Dear Professor,

      Please accept my sincerest thanks for sending me your articles. I have read them all with great pleasure and have learned much from them. The beautiful and warmly sincere obituary wich you published about Professor James(1)was most interesting to me, not only because of its special content but also because, while reading it, I remembered the beautiful days spent with you in the primeval forests of the Adirondacks at your summer home.

      With my sincere regards and many greetings to all those members of your family whom I met, Merry Christmas and Happy New Year;

      Yours,

      Ferenczi

      NOTA:

      1.- “William James”,  Atlantic Monthly, 106 (December 1910), 835-848.

      Extracto de: Hale, Nathan G. Bernays Heller, Judith James Jackson Putman and psychoanalysis: letters between Putman and Sigmund Freud, Ernest Jones, William James, Sandor Ferenczi and Morton Prince, 1877-1917 .- Cambridge; Harvard University Press; 1971. 384 p. 23 cm.

       

    • Ferenczi a Putman. 9 de abril de 1912.

      Sandor Ferenczi a Putman

      (Abril 9, 1912)

      Dr. Ferenczi

      Budapest, Hungary

      Estimado Dr. Ferenczi:

      Puede usted decirme, sin demasiados problemas, sobre la situación y la inteligencia del Dr. Jeno Kollarits(1), quién ha escrito recientemente en “Charakter und Nervositat”? Yo entiendo que él dice:

      “Ich muss ganz entschieden behaupten, dass heute die Freudsche Psychoanalyse zu den Hilfsbedingungen der Nervositat gerechnet werden muss, und es wird, wie es scheint, der Zeit noch arger werden, wenn erst die Methode noch mehr verbreitet sein wird. Ein Gemut, das grundlich psychoanalysiert wird, ertragt diesen brutalen Angriff nicht ohne Erschutterungen. Wir kennen alle schon Falle, dic diesem Verfahren zum Opfer gefallen sind. Solche Patienten verabschieden sich ohne Heilung und mit gesteigerter Nervostat von ihrem Psychoanalytiker. Ich kenne ein junges Madchen, bei der die Psychoanalyse eine starke geschlechtliche Erregung hervorbrachte. Solche Falle sind eine neue Abart der Unfallsneurose"(2).

      Por supuesto todos reconocemos que hay ciertos peligros en cada tratamiento lo que es bastante importante como para situarlo en primera línea. También ha sido esa mi experiencia -y, supongo, la de Ud.- que un tratamiento imperfecto del psicoanálisis puede tener malos efectos. He pensado a veces en publicar mis propios fracasos sobre este punto de vista. A pesar de esto, me imagino que estos infortunados resultados son decididamente excepcionales, y uno quisiera saber si el Dr. Kollarits, por ejemplo, puede decir algo mejor.

      Suyo sinceramente,

      Ferenczi

      NOTAS:

      1.- Jeno Kollaritz (1870-1940), neurologist in Budapest. See Charakter und Nervositat (Berlin: Springer, 1912), p. 192.

      2.- “I must asser categorically that today Freudian psychoanalysis has to be included among the treatments used for nervousness, and it seems to me that in time this unfortunatel will increase, as the method spreads. A personality that undergoes a thorough psychoanalysis cannot stand such a brutal attack without shout. We all national cases which have become victims if this method. These patients leave their analyst without being healed and with increased nervousness. I know a young girt in new species of traumatic neurosis.”

      Extracto de: Hale, Nathan G. Bernays Heller, Judith James Jackson Putman and psychoanalysis: letters between Putman and Sigmund Freud, Ernest Jones, William James, Sandor Ferenczi and Morton Prince, 1877-1917 .- Cambridge; Harvard University Press; 1971. 384 p. 23 cm.

       

      Ferenczi to Putman.

      (April 9, 1912)

      Dr. Ferenczi

      Budapest, Hungary

      Dear Dr. Ferenczi:

      Can you tell me, without too much trouble, about the standing and intelligence of Dr. Jeno Kollarits,(1) who has written recently on “Charakter und Nervositat”? I notice that he says:

      “Ich muss ganz entschieden behaupten, dass heute die Freudsche Psychoanalyse zu den Hilfsbedingungen der Nervositat gerechnet werden muss, und es wird, wie es scheint, der Zeit noch arger werden, wenn erst die Methode noch mehr verbreitet sein wird. Ein Gemut, das grundlich psychoanalysiert wird, ertragt diesen brutalen Angriff nicht ohne Erschutterungen. Wir kennen alle schon Falle, dic diesem Verfahren zum Opfer gefallen sind. Solche Patienten verabschieden sich ohne Heilung und mit gesteigerter Nervostat von ihrem Psychoanalytiker. Ich kenne ein junges Madchen, bei der die Psychoanalyse eine starke geschlechtliche Erregung hervorbrachte. Solche Falle sind eine neue Abart der Unfallsneurose.”(2)

      Of course we all recognize that there are dangers in every treatment which is important enough to be placed in the front rank. It has also my experience -and, I suppose, yours-that an imperfect treatment by psychoanalysis may have bad effects. I have thought sometimes of publishng my own failures from this standpoint. In spite of this, I imagine that these unfortunate results are decidedly exceptional, and one would like to know whether Dr. Kollarits, for example, can claim better ones.

      Yours sincerely,

      Ferenczi

      NOTAS:

      1.- Jeno Kollaritz (1870-1940), neurologist in Budapest. See Charakter und Nervositat (Berlin: Springer, 1912), p. 192.

      2.- “I must asser categorically that today Freudian psychoanalysis has to be included among the treatments used for nervousness, and it seems to me that in time this unfortunatel will increase, as the method spreads. A personality that undergoes a thorough psychoanalysis cannot stand such a brutal attack without shout. We all national cases which have become victims if this method. These patients leave their analyst without being healed and with increased nervousness. I know a young girt in new species of traumatic neurosis.”.

      Extracto de: Hale, Nathan G. Bernays Heller, Judith James Jackson Putman and psychoanalysis: letters between Putman and Sigmund Freud, Ernest Jones, William James, Sandor Ferenczi and Morton Prince, 1877-1917 .- Cambridge; Harvard University Press; 1971. 384 p. 23 cm.

       

    • Ferenczi a Putman. 29 de abril de 1912.

      Sandor Ferenczi a Putman

       (Abril 29, 1912)

      Budapest, VII, Erzsébet-Korut 51

      29. IV. 1912

       Estimado Profesor:

      Muchas gracias por enviarme sus artículos. Todos ellos se prestan para producir una profunda impresión sobre sus opositores, no sólo debido a la lógica de las argumentaciones y la elegancia del estilo, sino también porque su nombre y trayectoria personal constituyen un significativo testimonio ad hominem. Ellos le darán una pausa incluso a Allen Starr(1). (a propósito, he sabido del Profesor Freud que él incluso no conoce a Allen Starr.).

      Por lo que concierne a los comentarios de Kollarits” (2),yo puedo aclarárselo en pocas palabras. Sé con certeza que Kollarits no tiene conocimiento de la literatura psicoanalítica, a excepción de mi ensayo húngaro y quizás Las cinco conferencias de Freud(3). El nunca se ha hecho un análisis. La fuente de su actitud hacia la etiología de las neurosis puede fácilmente entenderse en base de sus ingenuas declaraciones sobre el tema; él cree que todo que sus pacientes dicen y toman sus declaraciones para ser establecidas como de hecho. Su jefe, Profesor Jendrassik(4), una persona no inteligente, sino extremadamente vanidosa, cuyos complejos lo hacen hipócrita, ha escrito un libro; a él le gustan las paradojas y por lo tanto considera al psicoanálisis como paradójico. Él está lidiando con un complejo sexual y por lo tanto está siempre intentando descubrir la inmoralidad en el análisis. (Hace poco tiempo se casó con la amante de un aristócrata rico, pese a que por este hecho él perdió toda respetabilidad social. No lo culpo por esto, pero es necesario saber de estos detalles para entender su tipo.) Kollarits mismo, un intelecto limitado, es tuberculoso, y, si es posible, aun mas vanidoso que Jendrassik y está sin una pizca de independencia en su producciones. Pienso que conozco un caso a el cual él parece referirse. Una joven de veinticuatro años que fue tratada por mí por dos meses tuvo que interrumpir el tratamiento de acuerdo con el dictamen de Jendrassik durante la fase de la transferencia (el hermano, quien no deseaba continuar apoyando más a la hermana a pesar de su prosperidad, arregló esta interrupción a través de Jendrassik.). Tal malintencionada intromisión en pacientes a medio analizar es el material en el cual Kollarits basa sus declaraciones autoritarias y parcialmente mentirosas. El Profesor Freud tiene razón, la mentira y el engaño hace mucho tiempo han encontrado un camino a través del océano a Europa(5).

      Yo he hecho una cuestión de principio no contestar a tales ataques y creo que ésta es la mejor táctica. Uno no puede contar con ninguna clase de discusión provechosa con gente como esta.

      Ése es todo lo que puedo contestar a su pregunta. Considero todos estos errores pueden atribuirse a circunstancias exteriores o a mi propia ineptitud, pero no se pueden culpar de ellos al método.

      Con mis mejores deseos, suyo,

      Dr. S. Ferenczi

      NOTAS:

      1.- Moses Allen Starr (1854-1932). New York neurologist, had denounced Freud before the section on neurology of the New York Academy of Medicine, April 4; see Putman to Freud, Jung 4, 1912, and Freud to Putman, June 25, 1912.

      2.- See preceding letter.

      3.- Freud, “Five Lectures on Psychoanalysis”, delievered at Clark University in September 1909. See Uber Psychoanalyse (Leipzig and Vienna: F. Deuticke, 1910), and “The Origin and Development of Psychoanalysis,” trans. Harry Woodburn Chase, American Journal of Psychology, 21 (April 1910), 181-218; SE, XI, 2-55.

      4.- Erno Jendrassik (1858-1921), neuropathologist in Budapest.

      5.- Luge und Schwindel haben langst den We uber den Ozean nach Europa gefunden

      Extracto de: Hale, Nathan G. Bernays Heller, Judith James Jackson Putman and psychoanalysis: letters between Putman and Sigmund Freud, Ernest Jones, William James, Sandor Ferenczi and Morton Prince, 1877-1917 .- Cambridge; Harvard University Press; 1971. 384 p. 23 cm.

       

      Ferenczi to Putman.

       (April 29, 1912)

      Budapest, VII, Erzsébet-Korut 51

      29. IV. 1912

       Dear Professor:

      Thank you very much for sending me your articles. They are all fitted to make a deep impression on your opponents, not only because of the logic of the arguments and the dignity of the style, but also because your name and previous record constitute a significant argument ad hominem. They will give pause even to Allen Starr(1). (By the way, I learned from Professor Freud that he does not even know Allen Starr.).

      As far as Kollarits”(2), comments are concerned, I can enlighten you in a few words. I know for certain that Kollarits has no knowledge of psychoanalytic literature, except for my  Hungarian essays and perhaps Freud´s Five lectures(3). He himself has never done analysis. The source of his attitude toward the etiology of the neuroses can easily be guessed on the basis of his naive pronouncements on the subject; he believes everything his patients say and takes their utterances to be statements of fact. His chief. Professor Jendrassik(4), a not unintelligent, but extremely vain person, whose own complexes render him hypocritical, had the book written; he likes paradoxes and therefore considers psychoanalysis to be paradoxical. He is struggling with a sexual complex and therefore is always trying to ferret out immorality in analysis. (A short time ago he married the mistress of a rich aristocrat, in spite of the fact that thereby he lost all social respectability. I do not blame him for this, but it is necessary to know these details in order to understand his kind.) Kollarits himself, a limited intellect., is tubercular, and, if possible, still vainer than Jendrassik, and is without a grain of independence in his make-up. I think I know one case to which he seems to refer. A twenty-four year old girl who was treated by me for two months had to interrupt treatment on the advice of Jendrassik during the phase of transference (the brother, who did not want to support the sister any longer in spite of his prosperity, arranged for this interruption through Jendrassik.) Such evil-minded delving into half-analyzed patients is the material on wich Kollarits bases his authoritarian and partially lying statements. Professor Freud is quite right; lying and deceit have long ago found a path across the ocean to Europe(5).

      I have made it a matter of principle not to reply to such attacks and believe that this is the best tactic. One cannot count on any kind of fruitful discussion with people like that.

      That is all I can reply to your question. I consider all these failures to be brought about by outward circumstances or my own ineptitude but they are not to be blamed on the method.

      With best regards, yours,

      Dr. S. Ferenczi

      NOTAS:

      1.- Moses Allen Starr (1854-1932). New York neurologist, had denounced Freud before the section on neurology of the New York Academy of Medicine, April 4; see Putman to Freud, Jung 4, 1912, and Freud to Putman, June 25, 1912.

      2.- See preceding letter.

      3.- Freud, “Five Lectures on Psychoanalysis”, delievered at Clark University in September 1909. See Uber Psychoanalyse (Leipzig and Vienna: F. Deuticke, 1910), and “The Origin and Development of Psychoanalysis,” trans. Harry Woodburn Chase, American Journal of Psychology, 21 (April 1910), 181-218; SE, XI, 2-55.

      4.- Erno Jendrassik (1858-1921), neuropathologist in Budapest.

      5.- Luge und Schwindel haben langst den We uber den Ozean nach Europa gefunden.

      Extracto de: Hale, Nathan G. Bernays Heller, Judith James Jackson Putman and psychoanalysis: letters between Putman and Sigmund Freud, Ernest Jones, William James, Sandor Ferenczi and Morton Prince, 1877-1917 .- Cambridge; Harvard University Press; 1971. 384 p. 23 cm.

       

    • Ferenczi a Putman. 6 de septiembre de 1912.

      Sandor Ferenczi a Putman

       (Septiembre 6, 1912)

      Hotel Regina, Vienna

      Vienna, 6. 9. 1912

      Estimado Profesor,

      Cuando me permití criticar su fino artículo filosófico(1),lo hice, y me he convencido de que Ud., estimado profesor, no mal interpretaría mi atrevimiento. Asumí que usted podría considerar xxxxxx toda la expresión de lo que siento cuando veo mi propia posición atacada por un hombre de una reputación como la suya.

      Por lo tanto le pedí al redactor del Imago que me dejé saber cuándo podría aparecer mi crítica con el fin de que yo pudiera enviarle una copia del mismo antes de su publicación. Ahora se que las pruebas ya le han sido enviadas, y puedo solo asegurarle en esta tardía letra que era esta muy inconfortable sensación de no poder estar de acuerdo con sus opiniones, siempre tan importante para mi, lo cual era el motivo de mis comentarios.

      Le estoy escribiendo a Boston, aun cuando me imagino que usted todavía está en su hermoso y cómodo en el Adirondacks, cuyos recuerdos son tan estimados para mí. Por favor, estimado profesor, da mis saludos respetuosos a todos los miembros de su casa que conocí.

      Sinceramente suyo,

      S. Ferenczi

      NOTA:

      1.- Ferenczi, “Philosophic und Psychoanalyse. (Bemerkungen zu cinem Aufsatze xxx H. Professor Dr. James J. Putman von der Harvard Universitat, Boston, USA (Philosophy and Psychoanalysis (Comments on a Paper of James J. Putman of Harvard), Imago, 1 (December 1912), 519-526; in Ferenczi, Final Contributions, pp 326-334, and Putman, “Antwort auf dic Erwiderung des Herrn Dr. Ferenczi” (A Rejoinder to Dr. Ferenczi´s Reply), Imago, 1 (December 1912), 527-530

       Extracto de: Hale, Nathan G. Bernays Heller, Judith James Jackson Putman and psychoanalysis: letters between Putman and Sigmund Freud, Ernest Jones, William James, Sandor Ferenczi and Morton Prince, 1877-1917 .- Cambridge; Harvard University Press; 1971. 384 p. 23 cm.

       

      Ferenczi to Putnam.

       (September 6, 1912)

      Hotel Regina, Vienna

      Vienna, 6. 9. 1912

       Dear Professor,

      When I allowed myself to criticize your fine philosophical article(1), I did so, convinced that you, dear professor, would not misunderstand my presumption. I assumed you would consider it xxxxxx all expression of what I felt when I saw my own position attacked by a man of such reputation as yourself.

      Therefore I asked the editor of Imago to let me know when my critique would appear in order that I might send you a copy of it before it was published. I now learn that the galleys already have been sent to you, and I can only assure you in this tardy letter that it was this very uncomfortable feeling of being unable to agree with your opinions, always so important to me, which was the motive for my comments.

      I am writing to you to Boston, even though I imagine that you are still in your beautiful and comfortable camp in the Adirondacks, the memory of which is so dear to me. Please, dear professor, give my respectful greetings to all the menbers of your household whom I met.

      Yours most sincerely,

      S. Ferenczi

      NOTA:

      1.- Ferenczi, “Philosophic und Psychoanalyse. (Bemerkungen zu cinem Aufsatze xxx H. Professor Dr. James J. Putnam von der Harvard Universitat, Boston, USA (Philosophy and Psychoanalysis (Comments on a Paper of James J. Putnam of Harvard), Imago, 1 (December 1912), 519-526; in Ferenczi, Final Contributions, pp 326-334, and Putnam, “Antwort auf dic Erwiderung des Herrn Dr. Ferenczi” (A Rejoinder to Dr. Ferenczi´s Reply), Imago, 1 (December 1912), 527-530

      Extracto de: Hale, Nathan G. Bernays Heller, Judith James Jackson Putman and psychoanalysis: letters between Putman and Sigmund Freud, Ernest Jones, William James, Sandor Ferenczi and Morton Prince, 1877-1917 .- Cambridge; Harvard University Press; 1971. 384 p. 23 cm.

       

    • Ferenczi a Putman. 17 de octubre de 1912.

      Sandor Ferenczi a Putman

       (Octubre 17, 1912)

      Budapest, VII, Erzsébet-Korut 54

      17. X. 1912

       Estimado Profesor,

      Por favor acepte mis calurosos agradecimientos por su excesivamente gentil carta. Ella puso punto final a mi preocupación de que mi respuesta pudo haber deteriorado nuestra relación(1). Al mismo permítame agradecerle por su fino artículo en el cual usted me mencionó tan honorablemente(2). También espero que este desacuerdo que nos ha separado en este único punto desaparecerá con el tiempo. Incluso si esto no sucede, nosotros aun tenemos muchos otros puntos de contacto científico donde nuestros objetivos son los mismos. Nuevamente, mis sinceros agradecimientos y saludos.

      Suyo siempre,

      Ferenczi

      NOTA:

      1.- See preceding letter. Putnam´s letter is missing.

      2.- Putnam called Ferenczi “one of the best and most experinced workers in the field”. See “Comments on Sex Issues from the Freudian Standpoint.” Read before the section in Neurology of the New York Academy of Medicine, April 4, 1912. New York Medical Journal, 95 (June 15, 1912), 1251; Ad Psa, 136.

       Extracto de: Hale, Nathan G. Bernays Heller, Judith James Jackson Putman and psychoanalysis: letters between Putman and Sigmund Freud, Ernest Jones, William James, Sandor Ferenczi and Morton Prince, 1877-1917 .- Cambridge; Harvard University Press; 1971. 384 p. 23 cm.

       

      Ferenczi to Putnam.

       (October 17, 1912)

      Budapest, VII, Erzsébet-Korut 54

      17. X. 1912

       Dear Professor,

      Please accept my hearty thanks for your exceedingly kind letter. It put a final end to my worry that my reply might have impaired our pleasant personal relationshp(1). At the same time let me thank you for the fine article in which you mentioned me so honorably(2).

      I too hope that the disagreement which separates us on this one point will disappear in time. Even if it does not, we still have so many other points of scientific contact where our goals are the same. Again, my sincerest thanks and greetings.

      Yours ever,

      Ferenczi

      NOTAS:

      1.- See preceding letter. Putnam´s letter is missing.

      2.- Putnam called Ferenczi “one of the best and most experinced workers in the field”. See “Comments on Sex Issues from the Freudian Standpoint.” Read before the section in Neurology of the New York Academy of Medicine, April 4, 1912. New York Medical Journal, 95 (June 15, 1912), 1251; Ad Psa, 136.

      Extracto de: Hale, Nathan G. Bernays Heller, Judith James Jackson Putman and psychoanalysis: letters between Putman and Sigmund Freud, Ernest Jones, William James, Sandor Ferenczi and Morton Prince, 1877-1917 .- Cambridge; Harvard University Press; 1971. 384 p. 23 cm.

       

    • Extracto de: Hale, Nathan G. Bernays Heller, Judith James Jackson Putnam and psychoanalysis: letters between Putnam and Sigmund Freud, Ernest Jones, William James, Sandor Ferenczi and Morton Prince, 1877-1917 .- Cambridge; Harvard University Press; 1971. 384 p. 23 cm.

  • Correspondencia Cartas Varias.

    • Margaretha Honegger a Michael Balint. 25 de enero de 1968.

      Margaretha Honegger a Michael Balint. 25 de enero de 1968

      25 de enero de 1968.

      Querido Doctor Balint:

      Le envío adjunta las copias que pidió de las cartas de Ferenczi que se encontraban en la sucesión Groddeck

      Las cartas de Groddeck a Ferenczi ya no existen, a excepción de una copia que le adjunto. La Sra., Ferenczi le escribió sobre este tema en 1936 a la Sra., Groddeck : "Desafortunadamente no puedo satisfacer su demanda de enviarle las cartas de Pat a Sandor. El era, como tú sabes, un 'desordenado', un niño absolutamente desordenado, que no vivía más que el hoy y en gozar la vida. Es así que una vez que leía la carta, igual si le daba mucho placer la destruía, así que no tengo ninguna en mi poder"(1). En cuanto a su entera disposición para ampliar las informaciones.

      Con mis saludos cordiales

      M. Honegger.

      Ferenczi – Groddeck. Correspondance (1921-1933). Editorial PAYOT. (1982) Paris, France. Traducción Interna Indepsi. 2000.

      NOTA:

      1.- De acuerdo con las cartas de Ferenczi y Groddeck publicadas aquí, es posible suponer que los responsables de Groddeck tuvieron que considerar bien ciertos aspectos de la vida íntima de Ferenczi, especialmente de su vida sentimental. No cabe ninguna duda, de que su mujer y sus hijas no debían tomar conocimientos de una forma que no les estaba destinada. Es muy probable que las hayan destruido intencionalmente.

    • Una Carta de Freud sobre su último encuentro con Ferenczi.

      Una Carta de Freud sobre su último encuentro con Ferenczi.

       El día 2 de septiembre Sigmund Freud y Sandor Ferenczi se reunieron por última vez. La carta a su hija Anna que publicamos testimonia la versión de Freud de dicho encuentro y da cuenta del doloroso alejamiento de los dos hombres.

      Antes del congreso XIIª Congreso Psicoanalítico Internacional que tuvo lugar del 4 al 7 de septiembre 1932, de Wiesbaden, Ferenczi viajó para encontrarse con Freud y presentarle su comunicación, la que finalmente se titularía Confusión de lengua entre los adultos y el niño. De acuerdo con las anotaciones de Ingeborg Meyer Palmedo, el inicio del congreso estaba fijado para el 4 de septiembre, pero la “primera sesión científica” empezaba desde el “sábado 3 de septiembre a las 21h” con la comunicación de Ferenczi.

      Esta opción de presentar antes del inicio del congreso podría haber resultado de las diferencias de opinión entre Jones, Eitingon, Brill y Ophuijsen sobre el tema de saber si se podía bloquear completamente la comunicación de Ferenczi.

      El encuentro fue mal. La atmósfera fue explosiva desde el comienzo. De la frialdad de Ferenczi y la tristeza y actitud crítica de Freud testimonia la carta. Freud rechazó el trabajo e instó a Ferenczi a renunciar a su presentación y de abstenerse a publicarlo durante cierto tiempo, con la esperanza de que rectificara.

      Recuérdese que las primeras divergencias entre Freud y Ferenczi no afectaban aparentemente en un primer tiempo, más que a problemas técnicos, pero se habían extendido visiblemente desde mayo 1929 a los aspectos teóricos.

      Los dos grandes analistas no volvieron a encontrarse. Ferenczi murió el 22 de mayo de 1933. Padecía una anemia perniciosa de la que Freud se enteró a principio de octubre de 1932.

      Según nos informan las notas de la edición, Anna se encontraba en Wiesbaden con motivo del mencionado congreso. A. Brill, el psicoanalista de Nueva York a quién se alude en la carta, había visitado a Freud los días 23 y 24 de agosto y luego se había ido a Budapest con Radó; después de su retorno, habían informado a Freud, el 28 de agosto, del estado de Ferenczi y de sus nuevas vías.

      La traducción que presentamos se ha hecho de la edición francesa:

      Correspondance 1904-1938, de Anna et Sigmund Freud, edición y postfacio de Ingeborg Meyer–Palmedo, traducido al francés por Olivier Mannoni, prefacio de Elisabeth Roudinesco, Fayard, 2012, 666 pp(1).

      Srta Anna Freud

      Hotel Rose

      Wiesbaden

      Al[emania]

      [Plötzleinsdorf,] 3 de septiembre 1932

      VIENA, IXº, BERGGASSE 19.

      Pr. Dr. Freud

      Mi querida Anna,

      Los Ferenczi ciertamente vinieron antes de las 4hrs. Ella amable como siempre, él de una frialdad glacial. Sin más preámbulo o saludo, espetó: “os quiero leer mi comunicación”. Es lo que hizo y yo escuché con espanto. Ha realizado una regresión completa hacia puntos de vista etiológicos en los cuales yo creí hace 35 años antes de apartarme de ellos: que las causas habituales de las neurosis son los burdos sueños sexuales de la infancia, lo dice casi con las mismas palabras que yo en aquella época. Nada sobre la técnica con la que consigue este material, en medio de todo esto comentarios sobre la hostilidad de los pac.[ientes], la necesidad de aceptar su crítica y de reconocer los errores delante de ellos. Las conclusiones que extrae son confusas, sofisticadas hasta el punto de perder la visión de conjunto. Todo propiamente estúpido, o al menos da esta impresión ya que es poco sincero e incompleto. Pero bueno, tú ya has oído la comunicación en tiempo real y has podido juzgar por ti misma.

      En medio de esta lectura llegó Brill [,] que leyó posteriormente lo que no había oído. La comunicación me pareció anodina, solamente puede molestarle, pero esto estropeará el ambiente del primer día.

      No planteé más que dos preguntas. La primera, dije, los oyentes la plantearán también: por qué medio llega a estos fenómenos de alteración que nosotros no vemos en absoluto. En sus respuestas, se evadía y se detenía; interrogado sobre sus objeciones al Edipo, etc., explicó que las informaciones transmitidas por Brill eran el fruto de una mala comprensión, reconoció ciertas divergencias de su concepción, que sin embargo yo no pude comprender. Brill me susurró: “He is not sincere” [No es sincero]. Lo mismo que con Rank aunque mucho más triste.

      Mi segunda pregunta fue saber por qué motivo quería leerme su comunicación. Ahí de nuevo la respuesta fue poco amable; se deducía que a pesar de todo quería ser presidente. Le dije que me abstenía de ejercer influencia alguna sobre el voto. Mi único motivo en contra era, le dije, que en ese caso tú podías descargarte del peso de tu cargo. Pero creo que su comunicación va a levantar a la gente en contra de él.

      Los próximos días van a ser tranquilos. La partida de tarot de esta noche también se ha anulado. Eva estaba indispuesta, Ruth ha instaurado una situación delicada precisamente antes de decidirse a marchar. Lün está muy difícil. La tía está ahora (durante la mañana) en tu propiedad. Mi otorrinolaringólogo me liberará la semana próxima. Los días aquí son como una ironía, teniendo en cuenta la próxima despedida de la belleza italiana. Procura hacerte la vida tan agradable como puedas en W.[iesbaden] y no tomes como importante ni con seriedad nada de lo que ocurra.

      De todo corazón

      Papá

      (Traducción del francés de Antònia LLairó)

      REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

      Dupont, J. (2000), “Introduction to Correspondence of Sigmund Freud and Sándor Ferenczi Volume 3, 1920-1933”, The Correspondence of Sigmund Freud and Sándor Ferenczi, Volume 3, 1920-1933, xvii-xliv, Harvard, Belknap Press of Harvard University Press.

      Freud, A. y Freud, S. (2012), Correspondance 1904-1938, d'Anna et Sigmund Freud, edición y postfacio de Ingeborg Meyer-Palmedo, traducido al francés por Olivier Mannoni, prefacio d' Elisabeth Roudinesco, Fayar.

      2013 TEMAS DE PSICOANÁLISIS. Núm. 6 –  Julio 2013

      http://www.temasdepsicoanalisis.org/una-carta-de-freud-sobre-su-ultimo-encuentro-con-ferenczi/

      NOTA:

      1.- Para la redacción de esta nota introductoria hemos utilizado las excelentes notas de Ingeborg Meyer- Palmedo a la mencionada edición, así como el prólogo de J. Dupont (2000) al tercer tomo de la correspondencia entre Freud y Ferenczi.

  • Correspondencia Freud-Ferenczi cartas 1929-1931.

    • Ferenczi-Freud 25-12-29.

      Ferenczi – Freud 25-XII-29

      Budapest, 25 de diciembre de 1929

      Querido Señor Profesor,

      Confieso que mi intención de responderle debe luchar con resistencias. El hábito consolidado de estar solo y arreglarlo todo por sí mismo tiene por consecuencia que la maquinaria chirríe un poco cuando busca comunicar de nuevo. Por razones quizá puramente personales, o incluso condicionadas por complejos, o eventualmente en el deseo de preocuparlo, etc., puede ser que haya reprimido no pocas cosas para las cuales creí no pode esperar ni aprobación de su parte, ni verdadera comprensión; y quizá puede ser que mis dudas al respecto hayan sido en parte exageradas. Sea lo que sea, ahora que el hielo está roto, lo voy a hacer parte de lo esencial de lo qué de mí.

      La alusión a mi vejez prematura, tal como la puedo establecer representando aún solo una vez los hechos (preguntándole a mi mujer, a quien se lo conté una vez) no se produjo textualmente así, ni de una sola vez, como le escribí; se trata de una adición de muchos dichos aislados en el tiempo que usted sostuvo respecto de mí. Una vez, fue un señalamiento ciertamente dictado por la compasión concerniente a mi apariencia, una respuesta hecha a mi señalamiento de estar canoso. “Usted decolora, soy yo el que encanezco”, me dijo en ese entonces. Sería vano precisar con una exactitud paranoica lo que fue dicho, incluso pensado; que alcance con decir que me lo tomé muy en serio -manifiestamente empujado también por mis propias representaciones angustiantes respecto del hecho de volverme viejo antes de terminar con mis cosas. No conozco otra ocasión en donde hubiera tomado de su boca otra cosa peyorativa respecto mío.

      Haber renunciado en muchas oportunidades a la dignidad del cargo de presidente me ha hecho mal, como lo supone usted bien; me pareció también que el último renunciamiento en París -sobre todo después de la visita de Brill a Berchtesgaden- no estaba ya motivado políticamente: todo parecía estar en orden con América (Brill); dirigir a Jones me parecía inútil, incluso en varios aspectos algo dañino. Lo lamento, pero no puedo ver en Jones sino un hombre sin escrúpulos, peligroso, que no desdeña para nada las armas de la difamación y al que habría que tratar con más severidad; sería mejor liberar al grupo británico de su tiranía, que asfixia todo movimiento de independencia que no tenga su aprobación.

      Si reconozco sinceramente el dolor de haber sido apartado, de manera manifiestamente definitiva, también, con la misma honestidad, puedo decirle que superé ese dolor, en la medida en que un tal sobrepaso sea posible (¡créame!). Como cada vez que alguna cosa ha sido superada (renunciamiento a la carrera universitaria, a la dirección del instituto de Berlín, etc.), me siento liberado en una cierta medida de cuidados superfluos, y mi interés se volvió hacia cosas mucho más importantes: mi verdadera disposición, es a la búsqueda y, liberado de toda ambición personal, me sumergí con una curiosidad redoblada en el estudio de mis casos. Busqué considerar las cosas, por así decirlo, ingenuamente, sin ningún prejuicio teórico, o al menos sin una opinión demasiado rígida, y las experiencias se han acumulado en una cierta dirección; la que evoqué en mi exposición de Oxford.

      Resumido lo más posible, vea lo que puedo decirle:

      1) En todos los casos que llegué a penetrar bastante profundamente, encontré la base traumático-histérica de la enfermedad.

      2) Ahí donde tuvimos éxito, el paciente y yo, el efecto terapéutico fue mucho más significativo. En muchas ocasiones debí llamar a “casos ya curados”, para un tratamiento complementario.

      3) El punto de vista crítico que poco a poco se ha formado en mí al mismo tiempo es éste: el psicoanálisis practica de manera demasiado unilateral el análisis de la neurosis obsesiva y el análisis del carácter, es decir, la psicología del Yo, descuidando la base orgánico-histérica del análisis; la causa de esto es la sobreestimación del fantasma –y la subestimación de la realidad traumática en la patogénesis. No sé si usted podrá caracterizar esto como una “dirección opositiva”. No creo que algo así esté justificado. Se trata solamente de una tendencia al reequilibramiento fundada en la experiencia, de una orientación unilateral que no se ahorra el desarrollo de ningún dominio científico. Casi todo lo que la psicología del yo moderna ha actualizado, también puedo confirmarlo: esos estudios han facilitado y hecho progresar extraordinariamente la comprensión de los procesos patológicos; sin embargo, a esas investigaciones que yo mismo practico en cada caso, no las pongo en el centro de mi interés técnico y teórico.

      4) Las experiencias adquiridas recientemente (incluso si en su esencia representan un retorno a lo antiguo) tienen también, naturalmente, un efecto retroactivo sobre algunas particularidades de la técnica. Algunas medidas demasiado duras deben ser atenuadas, sin perder completamente de vista la intención educativa secundaria.

      Me reconforta su fuerza moral inalterada, que le permite consagrarse a sus pacientes y a su obra siendo que sufre de dificultades físicas. Tampoco yo tengo satisfacción más grande que el trabajo, por lo que le estoy, y permanezco, inmutablemente agradecido.

      Muchos saludos cordiales para usted, Anna, su esposa y Minna, para este Nuevo Año.

      Su Ferenczi

      Traducciones por Marcos Esnal

      Fuente: Sigmund Freud- Sándor Ferenczi, Correspondance 1920-1933, Ed. Calmann-Lévy, París, 2000.

      Publicada en: https://delderechoreves.com.ar/2015/07/08/correspondencia-entre-freud-y-ferenczi/

    • Freud-Ferenczi 11-I-30.

      Freud-Ferenczi 11-I-30

      Viena, IX, Berggasse 19

      11 de enero de 1930

       

      Querido Amigo.

      Mi irritación se esfumó. Esa reacción se vuelve cada vez más rara en mí, con esta motivación: ya no vale la pena. Mi concepción del estado de cosas entre nosotros permanece igual; de la misma manera, su carta no revela ningún conocimiento de los signos sobre los cuales ella se apoya. Usted es seguramente de una naturaleza tan franca que, por actos fallidos, comunica siempre lo que quiere esconder.

      Veo dos, enormes, en su carta del 5 de enero. Yo le había propuesto un intercambio. Anna debía ir una vez a Budapest, y usted, en contrapartida, hacerme -o hacernos- una visita. En su respuesta, usted toma ávidamente la primera parte de la propuesta y de la segunda, para mí más importante, no dice una palabra. (Y, evidentemente, no puedo repetir aquel anhelo, de las amabilidades forzadas sabemos bien que no tienen ningún valor.) Luego, más adelante en su carta pone: “Espero también, en ocasión de mi respuesta, poder volver sobre las impresiones que produjo en mí el libro del Señor Profesor (El malestar…)”. Eso suena, naturalmente, como si no me escribiese a mí, sino quizá a Anna, y revela un distanciamiento cuya extensión incluso probablemente lo sorprendería.

      En cartas anteriores pasó de largo una cantidad de chistes y amabilidades que escribí, y se entregó a una “objetividad” que, al menos en nuestra relación, es “nueva”. Comprendo que el comportamiento de los analistas en relación a usted, desde Nueva York a los golpes bajos de Jones en el Congreso, hayan sido cosas que lo amargaron. Si no le di la razón expresamente contra este último, es solamente porque no tengo ningún interés en alimentar el conflicto sino más bien en dejarlo de lado. Lo que no comprendo en usted, ahora, es por qué su sentimiento debió tornarse contra mí, en la estima del cual usted nunca amainó. Si evalúo las señales, tengo que pensar que algo de las cosas prácticas tiene su parte en esto. Así, por ejemplo, me lamento de burlarme de que Rickman, actualmente paciente suyo, me haya tratado como si fuese su abuelo, con un desprecio mal disimulado, porque yo no había encontrado la verdad en su análisis, siendo que ella no podía hallarse sino en la continuación del mismo. Lo mismo que con Blumenthal, quien me importa poco y a quien eché por aburrido; me figuraba que un día usted me escribiría: “Blumenthal vino, él es así o asá”, o: “él no vino”. Es muy posible que con los dos pacientes, quizás con todos, usted practique el análisis mejor que yo, y no tengo nada en contra de eso. Estoy saturado del análisis en tanto terapia, verdaderamente harto, ¿y quién podría hacerlo mejor que yo, sino usted?

      Ahora, escuche; si puede explicar algo, no son los problemas que hay. Hay otra cosa menos personal que querría que tome muy en cuenta. Usted sabe que Viena-Budapest-Berlín forman el nudo de la IPA, la que con otra actitud de Brill estaba lista para despegarse de su periferia. Pero, mientras Viena y Berlín mantienen relaciones más personales y numerosas, usted deja a Budapest hundirse en un aislamiento en el que salimos todos perdiendo. Así nos vuelve más difícil su elección para la presidencia luego del próximo congreso.

      Sé que Anna le ha escrito y continuará haciéndolo. Ella es la mediadora más apropiada, quien puede contribuir a la solución de este pequeño trastorno bien superfluo.

      Con un saludo cordial

      Su

      Freud

      Traducciones por Marcos Esnal

      Fuente: Sigmund Freud- Sándor Ferenczi, Correspondance 1920-1933, Ed. Calmann-Lévy, París, 2000.

      Publicado en :

      https://delderechoreves.com.ar/2015/07/10/freud-ferenczi-lacan-y-perrier-una-vuelta-por-la-confusion-de-lenguas-i/

    • Ferenczi-Freud 17-1-30.

      Ferenczi-Freud  17-1-30

      Budapest, 17 de enero de 1930

      Querido Amigo,

      Vea, ¡comienzo otra vez con un acto fallido! Recién releí su carta, me instalé para escribirle, y voilà: en lugar de “Profesor”, veo de pronto el Amigo, aquí sobre el papel, negro sobre blanco. Eso trasformó inmediatamente, de cabo a rabo, el humor bien deprimido en el que me encontraba desde que había recibido su carta; y simplemente decidí dejar al acto fallido su valor de signo de mis verdaderos sentimientos.

      Dicho esto, en la relación entre Ud., y yo se trata (al menos en mí) de una amalgama de diversos conflictos de sentimientos y disposiciones. Al principio, usted fue mi maestro adorado y mi modelo inalcanzable, a través del cual alimentaba sentimientos, no siempre sin mezcla, se sabe, de aprendiz. Después usted se volvió en mi analista, pero las circunstancias desfavorables no permitieron llevar mi análisis a su término. Lo que particularmente lamenté es que usted no haya, en el curso del análisis, sacado a la luz en mí y conducido a la abreacción, sentimientos y fantasmas negativos, que en parte no eran sino del orden de la transferencia. Sabemos que ningún analizante puede llegar ahí sin ayuda, incluso tampoco yo con mi experiencia de numerosos años con otros. Un auto-análisis muy laborioso fue necesario para eso, el que efectué metódicamente después. Bien entendido, eso implicaba también que cambiara mi posición un poco infantil contra el reconocimiento del hecho de que no debía contar también totalmente con su benevolencia, es decir, no sobreestimar mi importancia para usted.

      Pequeños acontecimientos de nuestros viajes comunes suscitaron en mí, de su lado también, una cierta inhibición, sobre todo la severidad con la cual castigó mi comportamiento, recalcitrante, en el caso del libro sobre Schreber. Aún hoy me pregunto: ¿la ternura y la indulgencia de parte del detentor de la autoridad no habrían sido entonces más justas? Por otro lado, entiendo que Ud., quisiera viajar con un sano y no un neurótico. Pero ¿cree usted que existen personas sin dificultades?

      He seguido el curso de mis asociaciones, comenzando por los viejos lamentos, de alguna forma. Podemos pasar ahora a las autocríticas y a las confesiones. Una consideración ciertamente exagerada por su salud hizo que durante bastante tiempo no lo hiciera partícipe de ciertas dudas que comencé a alimentar a propósito del carácter unilateral del desarrollo del psicoanálisis. Desde hace años, me ocuparon las ideas que finalmente se expresaron en voz alta en la conferencia de Oxford. ¡Eso fue, resueltamente, un error! En lugar de una franca explicación, una reserva desagradable -eso fue seguramente infantil, quizá incluso tonto de mi parte. Parece que no estimé como lo merece su capacidad de soportar la crítica.

      Así, por ejemplo, no comparto su punto de vista según el cual la andadura terapéutica sería un proceso desdeñable o sin importancia, del cual no haría falta ocuparse, por la sencilla razón de que no nos resulta interesante. También yo, muy seguido, me he sentido “verdaderamente harto” con relación a esto, pero he superado esa tendencia, y estoy feliz de poder decirle que es precisamente ahí donde toda una serie de preguntas se reposicionaron bajo otra luz, más viva; ¡quizá incluso el problema de la represión!

      Sin duda tiene razón cuando dice que desde Nueva York y París me retiré un poco de los dominios de trabajo que nos son comunes: un movimiento del humor concerniente al comportamiento de Brill y Jones; lo que Ud., llama el “desdén” de nuestros conflictos eran las causas de esto.

      Lo más simple sería interrumpir aquí esta carta y decirle: llego el sábado que viene, etc. -lamentablemente debo atender todavía unas semanas, porque un caso muy difícil me retiene en Budapest. Espero que me haga la confianza de no ver en esto una excusa.

      Retomé el análisis de Rickman y Blumenthal en noviembre. En relación a este último, me esfuerzo para probar la más grande indulgencia –hasta aquí con el resultado de que asimila poco a poco una enorme cantidad de lo que aprendió con Ud. De mí, nada aprendió todavía y mientras tanto comienza a abandonar espontáneamente sus rituales obsesivos. El caso no me parece desesperado.

      Considere esta carta como el comienzo de una correspondencia de nuevo animada, espero. Abordaré en la próxima los problemas que restan por tratarse.

      Agradeciéndole su gentileza y sus afectuosas atenciones:

      Su

      Ferenczi

      Traducciones por Marcos Esnal

      Fuente: Sigmund Freud- Sándor Ferenczi, Correspondance 1920-1933, Ed. Calmann-Lévy, París, 2000.

      Publicado en: https://delderechoreves.com.ar/2015/07/10/freud-ferenczi-lacan-y-perrier-una-vuelta-por-la-confusion-de-lenguas-i/

    • Freud-Ferenczi 20-I-30.

      Freud-Ferenczi 20-1-30

      Viena, IX, Berggasse 19

      20 de enero de 1930

      ¡Querido amigo! (sin lapsus)

      Su linda carta me ha vuelto a confirmar en la certeza de que el desacuerdo entre nosotros no durará mucho. Quedan tan pocos rastros de irritación en mí, que incluso me divertí con algunos pasajes de su confesión, después de haber superado la primera reacción: una cosa como ésta no es posible entre nosotros. Por ejemplo, cuando me reprocha haber descuidado en su análisis las reacciones negativas previsibles. Olvida usted que ese análisis ocurrió hace quince años y que en esa época no estábamos tan seguros de que esas reacciones eran previsibles en todos los casos. Al menos yo no lo estaba. ¿Cuánto tiempo ese análisis hubiera debido durar antes de que sentimientos hostiles pudieran imponerse en nuestra excelente relación, un hecho que Ud., mismo toma en cuenta?

      No, tengo más bien la impresión de que usted -probablemente a continuación de la humillación supuesta luego de la elección del presidente- reactivó los restos de su neurosis de antaño, y que es por eso que se volvió tan susceptible a los malos procederes de los “hermanos”, después de haber, tan brillantemente, corregido su complejo fraternal como dirigente del grupo de Budapest. Pero, en el fondo, los dos somos demasiado viejos para este tipo de infantilismos -espero que su espíritu juvenil no se ensombrecerá por esta asimilación. En la realidad, debemos contentarnos modestamente con constatar que aun las diferencias teóricas que existen entre nosotros no van más lejos que lo que es inevitable entre dos trabajadores diferentes e independientes cuando no practican un intercambio de ideas permanente, influenciándose así mutuamente.

      Por otro lado, voy a darle la razón respecto a que mi paciencia con los neuróticos se agota en el análisis y que, en la vida, tengo una tendencia a la intolerancia respecto de ellos. Antaño, en particular -hace de esto una quincena de años-, vivía en la esperanza de que se podía contar con una suerte de adiestramiento de las reacciones fuera de las normas, que no habían sido elaboradas directamente. Respecto de eso, me comporté como ese hombre poco potente que, después del primer coito en la noche de bodas, dice a su joven mujer: “ya está, ahora la conociste; después, es siempre igual”.

      Constato que por la referencia a nuestro análisis usted me ha repuesto en el rol del analista, que jamás hubiera retomado frente a un amigo experimentado. Ciertamente, hubiese querido verlo de nuevo y hablarle, pero no para recuperar lo que antes faltó. Dejaría con ganas a su auto-análisis el cuidado de terminar con eso. Ud., despertó de nuevo mi curiosidad por su conferencia de Oxford; no la conozco sino por la corta nota en el informe del congreso.

      Esto será todo por hoy; reciba los saludos cordiales de su viejo Freud

      Traducciones por Marcos Esnal

      Fuente: Sigmund Freud- Sándor Ferenczi, Correspondance 1920-1933, Ed. Calmann-Lévy, París, 2000.

      Publicado en:

      https://delderechoreves.com.ar/2015/07/10/freud-ferenczi-lacan-y-perrier-una-vuelta-por-la-confusion-de-lenguas-

    • Ferenczi-Freud 05-12-31.

      Carta Ferenczi-Freud 5-12-31

      Carta 1206

      Budapest, 5-12-31

       

      Querido Sr. Profesor:

      No crea para nada que los días pasados en Viena no tuvieron en mí la menor influencia. El largo silencio de mi parte es la expresión de la importancia de nuestras conversaciones; un examen tan profundo hecho por primera vez de las diferencias entre nuestros puntos de vista, o al menos de la técnica aplicada por nosotros, necesita tiempo para ser bien aprovechada. En el principio como en el modo de tratamiento estamos bien de acuerdo; tanto como usted apunto a apartarme de peligros inútiles y evitables; se trata solamente de una diferencia en el ritmo de las comunicaciones indispensables y en nuestra concepción del deber que tiene la ciencia de comunicarlo todo, incluso lo que implica un riesgo (cuando es verdadero), en la esperanza de que de la verdad no podrá finalmente nacer sino algo bueno. La investigación debe entonces ante todo apuntar a descubrir si las cosas que observé son verdaderas, y si la interpretación que hago de ellas es justa. Por esto me someto a una objetividad tan rigurosa como posible, en particular después de las objeciones que vienen de una fuente tan importante. El tiempo es todavía poco para poder formular algo definitivo concerniente a este trabajo de revisión. Pero la honestidad me obliga a decir que no me siento obligado, hasta el presente a cambiar algo esencial de lo que dije. En ningún caso eso significa una voluntad de atenerse obstinadamente a lo que me es personal (ya que, como los otros, no estoy enteramente libre de tales tendencias); en todo caso me esfuerzo por mantener en jaque ese tipo de móviles puramente personales (sentimiento de ofensa, rebelión infantil, etc.). También es posible que no pocas cosas de las que yo vislumbro actualmente en los análisis tengan también un valor objetivo.

      Espero que siga bien. Estuve muy feliz de encontrarlo en tan buena forma durante mi estadía en Viena.

      Saludándolo cordialmente

      Su Ferenczi

      Traducciones por Marcos Esnal

      Fuente: Sigmund Freud- Sándor Ferenczi, Correspondance 1920-1933, Ed. Calmann-Lévy, París, 2000.

      Publicado en:  https://delderechoreves.com.ar/2015/07/08/correspondencia-entre-freud-y-ferenczi/

    • Ferenczi-Freud 13-XII-31.

      Freud-Ferenczi 13-XII-31

      Carta 1207

      Viena, 13-12-31

      Querido amigo,

      Su carta me gustó, como siempre, pero su contenido menos. Si hasta el presente usted, no pudo resolverse a cambiar algo de sus posiciones, es muy improbable que lo haga más tarde. Pero esencialmente es su problema; mi opinión, de que usted, no ha tomado una vía fecunda, es un asunto privado que no tiene por qué perturbarlo.

      Al contrario, veo que la diferencia entre nosotros toma toda su agudeza desde una pequeña cosa, un detalle de la técnica que bien merece una discusión. Usted no ha hecho un secreto del hecho de abrazar a sus pacientes y de que se deja abrazar por ellas; esto yo lo escuché decir por mis pacientes (vía Clara Thompson). Entonces, si usted quiere hacer un informe detallado relativo a su técnica y sus resultados, dos caminos se le abren. O usted habla de eso o bien lo silencia. Usted piensa y sabe bien que esta última elección no es digna. Lo que se hace en materia de técnica se lo debe sostener públicamente. Igualmente, más temprano que tarde, ambas vías convergerán. Incluso si usted mismo no habla eso se sabrá rápidamente; a pesar de no haberme hecho Usted, parte de la cuestión, yo ya lo sabía.

      Dicho esto, ciertamente no soy yo el que por prudencia o miramientos por las convenciones burguesas, proscribiría tales pequeñas satisfacciones eróticas. Se que incluso en el tiempo del Canto de los Nibelungos el besar era una forma de salutación anodina, otorgada a todo visitante. Pienso igualmente que el análisis es posible hasta en la Rusia Soviética, donde el Estado autoriza una plena libertad sexual. Pero eso no cambia en nada el hecho de que no vivimos en Rusia y que, entre nosotros, el besar representa una intimidad erótica sin equívoco. Hasta el presente, en la técnica nos hemos sostenido firmemente en la tesis: las satisfacciones eróticas están para ser rechazadas al paciente. Usted sabe bien también que allí donde las satisfacciones más generosas no son posibles, las caricias más insignificantes pueden tomar rápidamente su lugar, tanto en las relaciones amorosas como en público, etc.

      Ahora, imagine cuál será la consecuencia de la publicación de su técnica. No hay revolucionario que no sea superado por otro más radical todavía. Un cierto número de pensadores independientes en materia de técnica, se dirán: por qué quedarse en besar. Se podría ciertamente obtener más beneficios agregando el “manoseo”, que tampoco hace niños. Luego vendrán otros más osados todavía que darán el paso suplementario: mirar y mostrar; y entonces tendremos incluído en la técnica del análisis todo el repertorio de la semivirginidad y la petting-parties  con, por consecuencia, un crecimiento considerable del interés por el análisis de los analistas y los analizados. Pero el nuevo colega será fácilmente conducido a exigir una gran parte de ese interés para él mismo; a nuestros colegas más jóvenes les será difícil detenerse, en las relaciones trabadas en el punto fijado de entrada, y el Padrino  Ferenczi se dirá quizá, contemplando el espectáculo que ha creado: quizá hubiese debido detener mi técnica de ternura maternal antes del besar.

      Los ensayos “sobre los peligros de la neocatarsis” no han aportado gran cosa. Evidentemente, no debemos exponernos a ese peligro. En cuanto al incremento de las resistencias calumniadoras contra el análisis a causa de la técnica del besar, intencionalmente no le he hablado de eso aunque es de esperar que vayan a suscitarse.

      Con esta advertencia no creo haberle dicho nada que usted no sepa. Pero como usted representa con gusto el rol de la madre tierna respecto de los otros, entonces quizá también lo haga con usted mismo. Es necesario entonces que escuche, de la voz brutal del padre, el recuerdo que yo tengo bien presente de que tal tendencia a los jueguitos sexuales con los pacientes no le era extraña en los tiempos preanalíticos, tanto que se podría establecer una relación entre la nueva técnica y los errores de otros tiempos. Es por eso que en una carta precedente hablé de una nueva pubertad, de un démon de midi  en Usted,; y ahora me ha obligado a ser claro, sin vueltas. No espero impresionarlo. La condición necesaria para eso falta en su relación conmigo. Su necesidad inapelable de afirmarse me parece más poderosa en usted de lo que usted mismo reconoce. Pero, al menos he hecho lo que me es posible para sostener fielmente mi rol de padre. Ahora le toca a Usted, seguir.

      Saludándolo cordialmente

      Su Freud

      Traducciones por Marcos Esnal

      Fuente: Sigmund Freud- Sándor Ferenczi, Correspondance 1920-1933, Ed. Calmann-Lévy, París, 2000.

      Publicado en:

      https://delderechoreves.com.ar/2015/07/08/correspondencia-entre-freud-y-ferenczi/

    • Freud-Ferenczi 27-XII-31.

      Ferenczi-Freud 27-XII-31

      Carta 1208

      Budapest, 27-12 -31

      Querido Sr. Profesor,

      Usted ya está habituado a que no pueda responder sino al final de un tiempo de reacción prolongada; pero esta vez eso le parecerá comprensible; es quizá la primera vez que factores de desacuerdo vienen a intervenir en nuestra relación. Ahora que dejé transcurrir la corriente afectiva pienso estar a la altura de responderle más tranquilamente.

      Recordará sin duda que fui yo también quién declaró necesario rendir cuenta de lo que es del orden técnico, en la medida en que era metódicamente aplicado; Usted era más bien de la opinión de mostrarse ahorrativo en cuanto a las comunicaciones técnicas. Y ahora es usted quien estima que sería indigno callarse y soy yo quien debe objetar que el ritmo de la publicación puede ser dejado al tacto y al juicio del autor.

      Pero allí no está lo esencial de lo que quiero decirle. Considero que su temor de verme evolucionar en un segundo Stekel no es fundado. Los “pecados de juventud”, los errores, cuando son superados y elaborados analíticamente pueden incluso volver a alguien más sabio y prudente incluso que aquellos que nunca han pasado por tales tempestades. Mi muy ascética “terapia activa” era ciertamente una medida de protección contra esas tendencias, por eso ella tomó, en su exageración, un carácter compulsivo. Cuando lo reconocí, relajé la rigidez de las prohibiciones y las frustraciones a las cuáles me había condenado (tanto a mí como a otros).

      Al presente creo que soy capaz de crear una atmósfera benevolente y desapasionada, propia para hacer salir a la luz lo que hasta ahí estaba escondido. Pero como temo los peligros tanto como Usted debo, y voy a, como en el pasado, guardar en el espíritu sus advertencias y criticarme severamente. Sería entonces un error si quisiera enterrar la veta productiva que comienza a descubrirse frente a mí.

      Luego de haber superado el dolor relativo al tono de nuestra correspondencia no puedo impedirme expresar la esperanza de que nuestro entendimiento amistoso, personal y científico no sea trastornado por estas peripecias o que él será prontamente restablecido.

      Con deseos cordiales para el nuevo año,

      Su Ferenczi

      Traducciones por Marcos Esnal

      Fuente: Sigmund Freud- Sándor Ferenczi, Correspondance 1920-1933, Ed. Calmann-Lévy,

      París, 2000.

      Publicado en: https://delderechoreves.com.ar/2015/07/08/correspondencia-entre-freud-y-ferenczi/

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